Capítulo 17

Hoy era el último día de clases, y desgraciadamente significaba exámenes finales. Aunque he estado estudiando aún así me sentía nerviosa. No había visto a los chicos durante estos días, solo en clases.

Me abrigué completamente ya que el día era frío. Hice de mi cabello una trenza algo mal hecha. Suspiré profundo y salí de casa yendo hacia la escuela. Fui a desayunar algo leve y luego me fui al casillero, encontrando a Lucas ahí.

—Hey Maya....— susurró débilmente. He estado evitandolo desde el incidente con el profesor Collins. — ¿Cómo estás?

— Bien, supongo. — sonreí sin ganas y tomé mis cuadernos del casillero.

Entré a la clase de Matthews y me senté a repasar un poco antes del examen. Farkle llegó a la clase unos minutos después de mi. Solo le miré por un segundo ya que éste sabía cuando algo me sucedía con tan solo mirarme. No quería que supiera lo que pasó ayer.

—No puedes ignorar lo que pasó Maya. — volteé a ver a Lucas, dedicándole una mirada asesina.

—Tengo que repasar, los exámenes comienzan hoy así que tengo que estar preparada. — contesté esquivando el tema y volví mi vista al cuaderno.

Cory entró al salón y guardé el cuaderno dejando solo un lápiz en el pupitre. Mientras Cory comenzaba a hablar me puse a pensar en todo lo que ha pasado estás últimas semanas. La escena de ayer con el profesor recurría mi mente una y otra vez. Miré mi brazo y subí mi manga un poco, viendo que el moretón del agarre del profesor seguía ahí. Volví a cubrir el brazo antes de que alguien viera el moretón.

Fui sacada de mis pensamientos cuando Cory me dio el examen. Tomé el lápiz y comencé a contestar.

El timbre sonó y tomé mis cosas saliendo del salón. Alguien me agarró del brazo y giré la cabeza. Era Lucas, como suponía.

—Llegaremos tarde a clase. — me solté y fui caminando a la clase de arte

Me senté en donde siempre y luego de recibir las instrucciones comencé a dibujar. Solo usaba colores oscuros apretándolos con fuerza. Al terminar sentí que faltaba algo, así que tomé muchos crayones y marcadores de colores. Todo a mi alrededor despareció y solo me concentré en dibujar.

Respiré hondo al terminar y vi el gato violeta que había dibujado Farkle. Reí un poco al verlo ensuciado de pintura y luego miré mis manos. Estaban negras debido a los crayones y los lápices.

La profesora vino a mi asiento y se quedó observando el dibujo. Me sentí algo nerviosa ante el silencio.

—Wow Maya, se ve que tienes muchos sentimientos dentro de ti. ¿Esa eres tú? ¿Que significa ese arcoíris?

—N-no lo sé... — murmuré viendo el dibujo. —Creo que significa todo lo que me mantenía viva. Todos mis sentimientos y emociones queriendo salir de una prisión que construí en mi.

La profesora se quedó un momento callada y luego posó una mano en mi hombro.

—Necesito que te quedes un momento después de clases. — me dedicó una sonrisa y volteé a ver a Farkle.

—Lindo gato, ¿no crees que es muy Riley? — le pregunté viendo su dibujo desorganizado

—Sé que no debería pero la extraño.— admitió con tristeza y fue a limpiarse

Suspiré viendo como todos recogían sus cosas y se iban menos yo. La profesora cerró la puerta y se acercó a mi.

—Maya, tu papá está aquí junto a tu mamá.

Oh no, por favor que esto no sea real.

Mi respiración se entrecortó y el corazón se aceleró. Miré a la profesora con pánico, miedo, terror, y todas las emociones mezcladas.

—¿Q-Qué hacen aquí? Sobretodo él, no. No, yo no lo puedo ver. — tomé mis cosas y salí disparada de la clase, pero choqué con el pecho de alguien. — Perdón, no vi por donde iba.

—No te preocupes, hija.— me congelé al escuchar esa voz.

Mi padre.

Me alejé de él lo más que pude pero fui agarrada por la profesora de arte antes de que pudiera escapar.

—Vamos a la dirección, siganme. — fui arrastrada por la profesora hacia la oficina del director junto a mis padres.

Al llegar tuve que sentarme entre mis padres, quienes me miraban fijamente. El director estaba sentado frente a nosotros, su escritorio dividiendonos.

Antes de que pudiera preguntar la causa de todo esto, la puerta de la oficina se abrió dejando ver a la figura.

—Profesor Collins, siéntese. — acto seguido éste se sentó algo lejos de nosotros. — Se preguntarán por qué los llamé aquí, y me temo que no les tengo buenas noticias. — el director fijó su mirada en mi.

No, no, que no sea lo que creo que es.

—Debe ser bastante urgente si llamaste a este señor. — comentó mi madre, mirando de reojo a mi padre. — Usted sabe que todo lo que le pase a Maya debe ser comunicado conmigo solamente.

—Soy su padre. — intentó defenderse.

—Lo dejaste de ser cuando te fuiste de nuestras vidas. — respondió ella.

Un silencio incómodo rondó la oficina hasta que el director decidió hablar de nuevo.

—He recibido una queja, hecha por un estudiante muy prestigiable. Más bien, una acusación muy grave. Dado la gravedad decidí contactarlos lo más rápido posible, ya que hoy es el último día de clases. — explicó.

Jugué con mis manos, debido a los nervios que sentía. Sentía la mirada punzante del profesor Collins, lo cual me ponía más ansiosa.

—Bueno, dígalo ya. — se quejó mi madre, con preocupación en su voz.

—Han acusado al profesor Collins de.... abusar de su poder con la estudiante Maya. — respondió el director.

—¿Abusar de su poder? — preguntaron mis padres al mismo tiempo, viendo al profesor y luego a mi.

No, no, no.

—Al parecer el profesor intentó sobrepasasarse con Maya a la fuerza.

—¡Eso no es cierto! — gritó Collins levantándose de su asiento. — Yo jamás tocaría a un estudiante, ¡esas son acusaciones sin pruebas! No pueden creer algo así. ¿Verdad, Maya? — su mirada posó en mi, al igual que la de las demás.

—Yo....no....

—¡Ven! No ha pasado nada inapr-

—Deja que mi hija hable. - interrumpió mi madre tomando mi mano. — Maya, ¿el profesor ha hecho algo que te haya incomodado?

—Yo....y-yo....tenía mucho miedo. — sollocé envolviendola en un abrazo.

—¡Desgraciado! — escuché la voz de mi padre y acto seguido golpes.

—¡Señor Hart! — exclamó el director.

No podía ver lo que sucedía ya que estaba escondida en los brazos de mi madre, quien trataba de calmarme.

La verdad había salido a la luz.

"Tell me, how the hell could you talk, how could you talk? 'Cause until you walk where I walk it's just all talk."

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top