🍋 Epílogo 🍓
╔════ *ੈ✩‧₊˚𝔦 𝔇𝔬𝔫'𝔱 𝔠𝔞𝔯𝔢 *ੈ✩‧₊˚════╗
5 años después.
La casa era un completo caos, Jimin caminaba de un lado para otro por la cocina, mirando varias recetas de dulces en el móvil y sacando los ingredientes necesarios del refrigerador. MinMin había sacado todos sus juguetes y los había regado por toda la sala de estar, y en esos instantes, corría por todo el lugar con un Capitán América en miniatura en la mano.
Él solo esperaba que fueran las tres de la tarde para buscar a Daehyun a la estación de trenes. Eran las vacaciones de verano y el niño se pasaría un par de meses con él, por eso todo el descontrol.
Jeon Daehyun era un niño callado, mayormente serio, en eso era muy parecido a su padre omega, aunque si era bastante cariñoso si se trataba de su padre alfa y su omega. Jimin había conquistado el corazón del cachorro a base de dulces, aunque Jungkook le reclamara por consentirlo tanto. La situación era todo lo contrario cuando hablábamos de Seokmin. Daehyun sentía repulsión por el rubio, apenas y le hablaba, y siempre se negaba cuando este le pedía jugar.
Su padre había hablado con él varias veces debido a ello, pero la única respuesta que le daba era un profundo silencio. No entiendía porqué su hijo detestaba tanto a Seokmin, sin embargo, solo lo atribuía a caprichos de un niño de siete años.
Cuando hubo llegado a la estación, su hijo lo recibió con un fuerte abrazo y una enorme sonrisa adornando su rostro. A pesar de que solían verse bastante seguido, pues él constantemente viajaba a Busán, o Yoongi lo traía a Seúl en sus días libres; igualmente se extrañaban mucho.
—¡Te extrañé mucho, papi! —exclamó dejando un montón de besitos por el rostro del alfa, riendo cuando este copió su acción.
—Yo también a ti, pequeño.
—Hola Jungkook.
Y la burbuja en la que se habían internado padre e hijo se rompió cuando una tercera voz interrumpió el reencuentro.
—Hola, Sunghyun —correspondió el saludo cordialmente—, pensé que vendría Yoongi hyung.
—Yoongi...él está un poco decaído. Tuvo un aborto recientemente y está por los suelos.
La noticia no era nada nuevo, no era la primera vez que pasaba. Yoongi a pesar de que él médico se lo informó cuando Dae nació, seguía intentando tener un hijo con su destinado. Hasta ahora todo había quedado en intentos, pero él no perdía la esperanza a pesar de ello.
—Entiendo, cuida bien de él, por favor.
—Eso ni siquiera tienes que pedirlo.
Se despidieron brevemente, su relación no era mala, pero tampoco eran precisamente los mejores amigos, por lo que después de unas despedidas escuetas cada cual tomó su camino.
Al llegar a su hogar Jimin esperaba con los brazos abiertos al pequeño Dae, que no se lo pensó dos veces para saltarle encima al omega. Las risitas agudas de ambos hicieron eco por la casa y eso fue lo que alertó a Seokmin, que corrió hacia allí, viendo a su padre y al niño restregar sus mejillas una contra la otra.
—¡DaeDae! —exclamó emocionado y se juntó al abrazo, escuchando las quejas del menor pero no apartándose en ningún momento.
Seokmin a sus casi 13 años ya era bastante alto, es más, Jimin podría jurar que pronto le alcanzaría, y eso solo eran indicios de que el rubiecito sería un gran alfa en el futuro.
—¡Juguemos juntos! —dijo alborozadamente viendo la mueca renuente del Jeon menor.
—Vayan a jugar, yo llevaré las maletas de Daehyunie a su habitación —accedió el alfa, revolviendo el cabello de ambos niños.
Ambos niños corrieron hacia el jardín, o más bien, MinMin arrastró a Daehyun hacia allá, llevando sus juguetes de paso. Jimin y Jungkook solo se dedicaron a organizar la ropa y juguetes que el niño había traído en la habitación que tenían especialmente para él, la cual estaba decorada con nubes y estrellas blancas en las paredes de color azul pastel.
—Dae está feliz de verte —le comentó el alfa doblando la ropita y acomodándola en el pequeño armario—. Me gusta verlo sonreír así.
—Es un niño tan adorable, tú y Yoongi están haciendo un buen trabajo con él.
—¿Hablas en serio? Viniendo de un padre tan ejemplar como tú es un gran halago.
—Por supuesto que sí.
El alfa lo atrajo hacia si, dejando un casto beso en sus labios mientras sus brazos rodeaban la fina cintura y el aroma de ambos se combinaba y llenaba la habitación.
—No tienes ni idea de lo agradecido que estoy por permitirme volver a tu lado —Jungkook pasó uno de sus mechones por detrás de su oreja, dejando una caricia suave en su mejilla.
—¿De qué hablas? Yo estoy agradecido de que te quedaras junto a nosotros.
Ambos sonrieron antes de unir sus labios en un suave y afable vaivén, que hubiera durado mucho más si no hubiera sido porque un grito de Seokmin seguido de altos sollozos no los hubiera interrumpido.
╔════ *ੈ✩‧₊˚𝔦 𝔇𝔬𝔫'𝔱 𝔠𝔞𝔯𝔢 *ੈ✩‧₊˚════╗
Ambos infantes jugaban con sus respectivos juguetes en el jardín. Seokmin con su infaltable Capitán América, y Daehyun con unos cuantos bloques haciendo "castillos", según su mente infantil y fantasiosa.
Todo iba a la perfección hasta que sin darse cuenta, el rubiecito pisó unos de sus carritos de juguete y cayó justo sobre la "construcción" del menor.
Los ojitos de Dae se abrieron de par en par al ver su trabajo desecho, y pronto su carita abultada se tornó roja. Seokmin hubiera reído por lo adorable que se veía el niño con sus puñitos apretados y su ceño fruncido, pero lo siguiente que este dijo lo hizo enojar.
—¡Lo arruinaste, eres un tonto!
—¡No me digas tonto!
Agarró uno de los mechones largos de cabello del contrario, que casi llegaban a tapar sus grandes ojitos negros, y lo haló. El Jeon menor abrió su boquita sorprendido y con los ojos acuosos, y sin pensárselo dos veces se lanzó encima del mayor mordiendo con fuerza su mejilla.
—¡Papá Koo! —gritó sintiendo los dientecitos del niño apretar fuerte.
Dae lo soltó y el llanto se hizo presente. Al segundo Jimin y Jungkook aparecieron asustados, observando al mayor llorar y al menor con los ojos acuosos y el ceñito fruncido.
—¡DaeDae me mordió! —sollozó caminando hacia su padre mostrando su mejilla, que comenzaba a tornarse muy roja en la zona de la mordida, incluso se podía ver la marca de los dientes.
—¡Jeon Daehyun! —el alfa alzó la voz mirando enfadado a su hijo—. ¡No puedes morder así a Seokmin!
—¡Él arruinó mi castillo y...!
—Sin excusas, ve a tu cuarto —le cortó y el niño apretó sus puños enojado.
—¡Yo soy tu hijo, no él, y lo quieres más qué a mí! ¿Por qué lo defiendes?
Corrió hacia el interior de la casa sin dar tiempo a que los mayores dijeran nada, estaba cansado de que siempre lo regañaran y culparan a él, no siempre era su culpa, Seokmin a veces también hacía de las suyas y su padre nunca lo regañaba ni castigaba.
MinMin se sintió culpable al ver el rostro triste de su papá Koo y la forma en la que Dae se marchó, así que decidió contar todo lo que había sucedido desde el inicio.
Su padre omega lo miró molesto pero no dijo nada, solo le ordenó buscar el botiquín y esperar por él, así que cabizbajo acató la orden.
—Ni si quiera le permití explicarme lo que sucedió —musitó el alfa suspirando—, sé que no está bien lo que hizo pero MinMin empezó.
—Jungkook...
—Me he equivocado con él —pasó una mano por su cabello y bufó—. No quería que Seokmin se sintiera mal o pensara que quiero más a Dae por ser mi hijo de sangre, y al final solo terminé dejándolo de lado.
—Jungkook, eres un padre genial y Daehyun te adora, es cierto, todos nos equivocamos en algún momento, pero lo importante es rectificar —lo abrazó con cariño, acariciando su ancha espalda—, ser padre es una tarea difícil, debes aprender a serlo sobre la marcha y no hay un libro con instrucciones. Cometemos errores, una y otra vez ¿pero de qué otra forma podríamos aprender?
—Tu siempre tienes el poder de calmarme con tus palabras —besó sus labios castamente, y entraron a la casa. Debían curar a MinMin y hablar con Daehyun.
Los cuatro, minutos después, se encontraban sentados en la sala de estar. Seokmin permanecía cabizbajo, mientras el otro niño solo desviaba la mirada hacia cualquier lado.
—Escuchen, ustedes son hermanos. Sé que no los une ningún lazo sanguíneo pero tú eres mi hijo, Daehyun, y Seokmin es el hijo de mi omega —comenzó el Jeon mayor—. Quiero que sepan que no tengo ningún tipo de preferencia por ninguno, los amo mucho a ambos. Lamento haberte hecho pensar que quería más a Seokmin, pequeño.
—MinMin tú tienes 12 años, eres el mayor y sabes que no debes comportarte de esa manera —habló esta vez el omega, muy seriamente.
—Lo sé —musitó avergonzado—. Lo siento mucho DaeDae, no debí haberte halado el cabello.
—Yo...también lo siento —ambos se miraron, y los ojitos del infante mayor brillaron con una idea atravesando su mente. Se levantó del asiento y corrió hacia su cuarto, regresando minutos después con una Polaroid que su padre le regaló en su cumpleaños pasado.
—Toma, te la regalo —el pequeño miró la cámara y luego el rostro sonriente del mayor, con un notable sonrojo apoderándose de sus mejillitas.
—Venga, les tomaré una foto —Jimin tomó la cámara y su hijo al instante abrazó al menor por los hombros, pegando sus mejillas con una enorme sonrisa en el rostro mientras que el contrario miraba la cámara sonrojado y con las comisuras de sus labios ligeramente elevadas.
—Gracias, MinMin —murmuró el menor tomando la foto y observándola con cariño.
—¿Hermanos? —preguntó esperanzado, pero el otro negó con un puchero—. ¿Amigos?
Dae puso los ojos en blanco pero al final tomó la mano que le extendía el rubiecito.
—Bien.
El resto del día los niños jugaron juntos correteando por toda la casa, y a las nueve de la noche, ambos cayeron exhaustos en la cama después de un baño y una cena ligera. Incluso durmieron juntos ese día.
Jungkook los miraba dormir pacíficamente desde la puerta de la habitación, sorprendiéndose al sentir las manos de Jimin rodearlo desde atrás.
—No importa lo que suceda, al final del día siempre vale la pena —comentó observando a los infantes—. De eso se trata ser padre.
—Gracias por permanecer a mi lado, no sé que haría sin tí —profirió sintiendo al omega apoyar su mandíbula en su hombro.
—Ni siquiera tienes que pensarlo, pues siempre estaremos juntos.
—¿Eso es una petición? —bromeó girándose.
—Si quieres tomarla así... —Park sacó una cajita negra del bolsillo de sus pantalones, mostrando un precioso anillo en el interior.
—¡Dime qué no es una maldita broma! —exclamó en voz baja para no despertar a sus hijos—. Te juro que si es una broma...
—¿Me permitirías adoptar el apellido Jeon a partir de ahora y para siempre? —preguntó arrodillándose y el alfa se sintió morir en ese instante.
—Sí a todo, contigo siempre será sí a todo, Jeon Jimin —lo alzó del suelo, besando sus labios con amor y pasión extremas, sintiendo la alegría rebosar en su interior y a su alfa aullar emocionado.
—¿Entonces hay boda?
—Puedes estar seguro de ello —lo besó nuevamente, pero esta vez por mucho más tiempo—. Te amo, Jimin.
—Yo también te amo, Jungkookie.
╔════ *ੈ✩‧₊˚𝔦 𝔇𝔬𝔫'𝔱 𝔠𝔞𝔯𝔢 *ੈ✩‧₊˚════╗
Ahora sí, I Don't Care oficialmente está terminada. Espero que hayan disfrutado de leer esta historia, y espero también encontrarl@s por las otras.
Muchas gracias por todo el apoyo que le han brindado desde el inicio, por sus comentarios y votos.
Aún tengo planeado un extra, pero será más adelante, en realidad, creo que les sorprenderá bastante lo que tengo planeado, pero ya eso lo verán más adelante ^^
Cuídense mucho, l@s quiero 💜
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top