idea #5

Inspirado en "The promise Neverland "

Observe a los niños jugar a través de la gigante ventana, tocando con las yemas de mi mano derecha. La ''loca'' idea de abrirla se me hace presente aunque dudo que pueda hacerlo con una monja detrás...pero no pierdo nada intentándolo.

Retiro lo dicho, tengo miedo, miedo que haga algo.

Dirijo mi vista hacia el bosque y contemplo la vista, encuentro a la misma niña, la responsable de que no pueda salir. Me acerco más al vidrio en el intento de saber que sostiene en su mano izquierda. Pero me alejo rápidamente al sentir un golpe en mi brazo derecho, mi cabeza se gira a la derecha viendo a la monja enojada quien susurra al inaudible para mis oídos. Me alejo de ella por instinto y vuelvo a ver la niña que, curiosamente, ya no estaba, seguido por otro golpe en mi brazo derecho. Un quejido salió de mi boca, la cruz de madera siempre a dolido, todos temen a esta, cada vez que golpea a alguien susurra una oración, que sigo sin entender, pero Dios me ama por que tengo que sufrir así, o es el verdadero placer de la vida ¿Sí, no?

La campana suena y todos los niños entran de nuevo a la casa, salgo del cuarto seguido por la monja.

Toca comer.

Me senté dónde mismo, recuerdo que antes, hace tiempo, una niña había comido sin querer una fresa, siendo sumamente alérgica a ellas, cuando se dió cuenta de que había ingerido lo prohibido (que fue cuando su piel empezó a formar manchas rojas) trato de escupirlas pero ya era tarde, cayó al piso estando toda roja y con su mano izquierda en su cuello, la otra agarrando el brazo de una de las monjas quien trataba de ayudarle. Cuando murió, llegó alguien nuevo quien supo la verdad sobre la niña y no quiso sentarse ahí, por lo cual yo lo hice ¿Que tenía de malo? Quien se fue, se fue. He visto a más niños irse y morir —solo a dos— y nunca sentí pena, no me relacione con ellos por qué supe lo que se sentía no volver a verlo, lo supe cuando, solo una vez, una niña peli-naranja, de 9 años de edad y yo con la misma edad me hablo cuando comíamos, recién me daba cuenta que la tenía a un lado.
Me susurró: "No pongas el codo en la mesa"

La voltee a ver, y sentí un ardor en mi brazo izquierdo, removí mi brazo y lo sobe.

"No ponga el codo en la mesa, jovencito" dijo una monja, y volvió a recorrer la mesa.

"Te dije" volvió a susurrar
"¿Quien eres?" Pregunte
"¿Uh?" Su cara mostró confusion "dime-"
"Jovencita, coma y no hable" la monja la regaño y dió un fuerte golpe contra la mesa asustando a la niña.

Al terminar de comer agradecimos por está, nuevamente, (porque lo hicimos al principio).
Y fuimos a la biblioteca, que era para reposar como por una hora y volver a salir a jugar en el pasto verde.
Al entrar pusieron "Café 1930 de Astor Piazzolla"
Fue cuando ella aprovecho para volver a hablarme

"Dime Mich" se poso al arriba mío viendo hacia el libro que estaba en mi cabeza, mechones de su cabello tapaba mi lectura
"Me tapas" gire mi cabeza para arriba que ocasionó que su libro de cayera y poder observarla mejor a ella, me sonrió de forma tranquila aún con sus mechones cayendo estando a mis costados, era linda. Pero el momento duro poco ya que fue por el libro en el piso y después se sentó ahí mismo, se recostó —sin jorobarse— en el costado del sillón donde yo estaba

Yo seguí con mi lectura de siempre. Por curiosidad voltee a ver su libro y grata fue mi sorpresa al darme cuenta que no estaba leyendo, el libro estaba cerrado, ella con sus ojos cerrados probablemente disfrutando el momento, y de la música. Cuando mire una monja venir abrí su libro, y le di unos golpes en su cabeza al instante despertó.

"Joven, no es hora de jugar con su compañera, está leyendo" ¡Pero-!
La monja fue con otros niños recorriendo la biblioteca
"Gracias"
"Por tu culpa me regañaron" fijé me vista a mi lectura
"Tu quisiste ayudarme" ella también fijo su vista a su libro
"Cállate" mal momento, una monja paso nuevamente
"¡Joven, lenguaje!" La monja me golpeó con el crucificó y volviendo a susurrar "Así no se dice, se dice guarda silencio, también usted jovencita, dejé al joven leer"

De mala gana, Mich, se dió la vuelta. Yo esboze una sonrisa triunfadora, que no le gustó para nada a la monja quien me miró con enojo, apenado miré abajo y seguí leyendo.

Llegó la hora de salir a jugar, que recuerdos...cuando todavía podía salir a "jugar"
Me senté en el pasto sintiendo los rayos del sol, después de unos minutos me empezó a dar calor así que cuidadosamente me pare y escuché un grito a mi izquierda, gire a esa dirección viendo a la peli-naranja
"¡Cuidado!" Grito aquella niña, retrocedi pero justo cunado la niña iba a pasar en frente mío, puse un pie causando que la niña cayera de frente.
"¡Ups...!" Puse mi la palma de mi mano derecha en mi boca escondiendo mi sonrisa, la peli-naranja se paró con el ceño fruncido fijando su vista en el mi. Está toda sucia, con pasto y tierra.

"¿Que tienes contra mi?" Camino hacia mi apuntandome en el acto "¿Yo?" Pregunte con sarcasmo "nada" la peli-naranja me agarró de la camisa con agresividad, que poca distancia, y por alguna razón me abrazo, sentí como sonreía yo me quedé atónito, hasta que entendí porque me abrazo

"Tampoco quiero tanto contacto físico, no se metan en problemas. Jóvenes." Dijo la monja
La peli naranja se separó de mi y aun con su sonrisa hizo pose militar "¡claro que no!" Hizo una reverencia mientras que yo observaba mis manos.
Esa noche no pude dormir bien.
Esa noche, estaba intentando taparme, para crear esa sensación...rara, me fruste al no conseguirlo. Contemplé mi alrededor, lleno de camas con niños arriba de estás, disfrutando de sus profundos sueños, me di cuenta que enfrente mío estaba la peli-naranja. Vaya coincidencia, toque el piso descalzo y di unos pasos para llegar a su cama y subirme a esta, puse un brazo abajo de su cuello y otro abajo de espalda, bajo mi ángulo y di un abrazo. Me sentí tranquilo, que raro, hace unas horas la odiaba y ahora la busco por su tacto. No importa, solo se que me quedé dormido por el momento.

"¡AHHHH!" Un fuerte grito y puñetazo me despertó, más el caerme y dar contra el piso de madera. Me senté en este mientras me sobaba, dolió..."¡Un acosador!"

Oh no...Una monja entro con una cruz en su mano

"¡Ayúdeme, señorita!" La peli-naranja corrió hacia ella y se posicionó detrás de ella. "Él..." Levanto su brazo derecho temblando y me apunto.

"Joven- no puedes ser. ¡A la oficina, ya!"


Ahí estábamos ambos, yo a la izquierda y ella a la derecha. Frente al sacerdote/director del orfanato.
El silencio reinaba, para mí suerte. Hasta que hablo
"Pidan disculpas"
La cara de shock no se hizo de esperar.
"Perdón" dijimos al mismo tiempo sin ganas.
"Ahora salgan de mi oficina"
"¿Qué? ¿No le va a decir algo más?" Su respuesta fue aclarada por la atmósfera del momento "¡Que injusto!" Se levantó de su asiento y salió de la sala, yo atrás de ella.













esta es una de las ideas que mas me han gustado, esto no es una burla o una parodia a los orfanatos católicos, la oración «Por Dios todo-poderoso, derrama más sangre, para que pueda gozar de ella» me la saqué de mi mente rara. No crean que así son esos orfanatos, o bueno x qnsb

SPOILER
Quiero que el final el prota muera o la niña muera jaja

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top