Capítulo 1: Resurrección

DIRÉ QUE AQUÍ LE CAMBIÉ UN POCO EL FINAL DE LA BATALLA CONTRA HADES Y AQUÍ NO LE HIZO ESA HERIDA AL CABALLERO DE PEGASO CON LA ESPADA.

La gran batalla contra el dios de la muerte Hades había acabado, todos los dorados dieron sus vidas para salvar al planeta Tierra que tanto amaban para derribar el muro de los lamentos. Los caballeros de bronce también dieron todo de ellos para acabar con el gran eclipse, Athena pudo sellar el alma de su tío Hades en aquella espada para posteriormente clavarla en dónde se encontraba el verdadero cuerpo de este.

Los cinco de bronce más Saori ya estaban en frente del santuario viendo como quedó todo destruido por las batallas que se libraron y también sumándole las dos exclamaciones de Athena, en fin, sino fuera que en algunas casas Zodiacales no se libró ninguna lucha ahora ese lugar hubiera sido conocido como "las ruinas del Santuario" Saori miraba todo eso con lágrimas invisibles en tan solo recordar todo lo que sus caballeros sufrieron, Oro, Plata y Bronce, pero la pérdida que más le dolía era sus Dorados.

Se dirigían a la sala del patriarca pero a penas iban a ingresar a la primera casa cuando la Diosa se detiene e inmediatamente los de bronce

Saori: díganme una cosa - la miran atentos - y quiero que sean sinceros con migo...soy una mala diosa? - las caras de todos no tenían una explicación

Seiya: a qué viene esa pregunta tan de pronto - dio un paso al frente

Saori: no me enojaré por su respuesta solo quiero que sean sinceros - insistió la peli lila

Hyoga: cada diosa Athena reencarnada tiene lo suyo - decidido comenzó a hablar - algunas son mejores que otras

Shun: unas solo protegen a los humanos porque para eso las entrenaron - le siguió el peliverde - y no muestran amor a los que cuidan

Shiryu: otras tienen la fortuna de convivir con los humanos y aprender de ellos

Seiya: y tú eres una de ellas, creciste en medio de un abuelo que te quería, y conviviste con humanos viendo todo de ellos - la chica abrió sus ojos de lo sorprendida - y te enteraste que eras una diosa cuando tenías 13 años

Shiryu: si hubieras sabido desde más chica te hubieras preparado para no tener dudas y ser una buena diosa

Ikki: en pocas palabras si eres una mala diosa - al fin habló el fénix y todos lo miraron mal

Saori: muchas gracias chicos, a todos - cierra sus ojos para decir lo siguiente y posteriormente abrirlos - como compensación ustedes se tomarán unas vacaciones - los cinco la miraron sorprendidos - un año por cada bronce, un total de cinco años

Seiya: pero Saori - la chica alzó la mano para que la dejara continuar

Saori: no crean que yo no estaré haciendo nada, escuché que cada reencarnación de Athena escribe en una libreta lo que les pasa el día a día así que la leeré y me pondré a estudiar para ser una mejor diosa y no volverlos a dejar solos a ninguno

Shiryu: la comprendo Athena, por mi parte me caería bien esos cinco años - dijo con una sonrisa el dragón - quiero ir a ver a Shunrei y decirle que llegué bien

Hyoga: es verdad, además tengo que ir a Siberia a ver algo que me dijeron una voces - le siguió el Cisne

Ikki: Shun y yo tenemos que ir a visitar a nuestro familiar

Seiya: yo tengo que ver a los niños de dónde crecí

Saori: - sonríe alegre - me alegra que acepten ir a descansar

Seiya: pero quiero que me prometas una cosa, que si  estás en peligro me avisas - los otros asintieron en forma de decir que también a ellos

Saori: así será chicos, pueden ir a descansar - así los cinco fueron de regreso cada quien a su destino - tengo que hacer algo antes de - apresuró sus pasos para llegar a la cámara del patriarca para hacer algo muy importante antes de prepararse para ser una mejor diosa, que era lo mínimo que se merecían sus caballeros de Bronce

Llegó a la cámara del patriarca para después invocar a su báculo de Nique para que esta apareciera en su mano derecha, una vez su arma estuvo en su mano golpeó el suelo tres veces y debajo de este un brillo dorado se esparció en todo ese lugar para luego ver como si el cielo se tratara.

En cuando apareció en ese lugar Athena comenzó a caminar en dirección que unas luces señalaban un lugar en específico, mientras más caminaba su forma humana empezó a cambiar tomando lugar su forma divina, caminó por buen rato hasta que llegó a una enorme puerta de rejas doradas.

Con seguridad abrió aquella puerta e ingresó; dentro de aquel lugar se podía ver como ángeles, serafines y demás seres volaban y jugaban alegremente, en ese lugar se podía respirar la paz, armonía y serenidad; un ser con su armadura celestial se posicionó frente a ella y este comenzó a hablar con respeto

??: Hola mi señora - hizo una reverencia - debe ser la hija de mi señor Zeus 

Athena: así es - respondiendo al saludo - soy Athena y vengo a ver a mi padre si es posible Hermes - el ser místico la miró sorprendido 

Hermes: no creo que eso pueda ser posible - con tristeza la miraba - ya que en estos momentos se encuentra junto a su hermano Apolo y otros dioses buscando un buen castigo para unas personas que se atrevieron a alzar sus manos contra los dioses - ante eso dicho se asustó, no queriendo pensar lo peor 

Athena: si no es una molestia, quisiera saber a quienes son los que están juzgando - aquel ser sabía que eran guerreros de ella, no quería contestarle pero sabía que tarde que temprano lo sabría 

Hermes: no le mentiré señorita Athena, esos son los que una vez conformaron guardianes de las doce constelaciones Zodiacales - tal como lo sospechaba Saori, eso no lo iba a permitir - ahora señorita no quisiera quitarle más su tiempo, la acompaño hasta la salida - no podía irse así como así 

Athena: no me iré - Hermes se puso serio - ahora que sé que se tratan de mis caballeros dorados es un motivo más para no irme, por favor Hermes llévame a con mi padre - la diosa le contó lo que iba a decirle a su padre

Hermes: está bien señorita, espero que la escuche - resignado la guía hasta el trono del señor Zeus - mi señor - se arrodilla - su hija Athena está aquí y quiere hablar con usted - aquel ser también portaba su armadura celestial, se puso de pie y se posicionó frente a los recién llegados.

Aquel ser tan poderoso miró a su hija con algo de duda pero también sabiendo el motivo de su visita.

Zeus: Athena, hija mía - comenzó a hablar, aquella voz resonó en todo el lugar - sé tu motivo por el cual has venido a ver a tu viejo padre - Athena enderezó la mirada 

Athena: si sabes mi motivo deja en paz a mis santos 

Zeus: porqué lo haría, más de uno alzó su mano para agredir e incluso matar a un dios y eso es un pecado - alzó su mano y en esta una esfera enorme que reflejó a sus fieles guerreros en medio de su juicio. 

Pero en eso una luz se pasó a ese feo lugar, (exactamente en el minuto 1:21) ensegando a los dorados por unos minutos.

Athena: DETENGANSE AHORA - una voz que provenía de la luz hizo detener a los dioses que estaban por sellar el castigo - no les dejaré que le hagan nada a mis caballeros - todos los dioses que estaban ahí inmediatamente conocieron aquella voz 

Dioses: Athena - los dorados no creían lo que escucharon, era enserio su tan apreciada diosa 

Athena: todos los dioses que se encuentren ahí les exijo que vengan a este lugar inmediatamente - los dioses ante aquella voz no les quedó de otra más que ir  a ese lugar, los caballeros por su parte seguían sin comprender como es posible que su diosa estuviera en ese lugar. Mientras tanto con los dioses

Apolo: no entiendo para que nos detuviste hermana - estaba más que en claro que aquel dios pelirrojo estaba de mal humor - aun siendo otro dios no pueden detener el castigo 

Athena: porque no veo que sea algo justo que los humanos sean quien reciba el castigo que un dios empezó - ahora si también Athena estaba enojada 

Hera: a que has venido Athena, sabes que aun no eres bien recibida

Zeus: basta ya Hera - le llamó la atención - escúchenla antes de decir nada más - una vez que su padre le dio la palabra comenzó a hablar. Al cabo de dos horas de estar dando diferentes puntos de vista y posibles pros y contras al final el padre de todo tenía la última palabra y todos estaban esperando esa respuesta - está bien hija - dijo con una sonrisa - tus caballeros no recibirán el castigo - eso puso feliz a la diosa de la sabiduría - pero con eso no quiero decir que no sufrirán 

Athena: lo entiendo padre y si alguien debe de sufrir esa seré yo - lo miraba decidida 

Zeus: bien, entonces cuando llegues a tu santuario ellos ya estarán de vuelta a la vida 

Athena: por favor que entre ellos sean Dhoko de joven al igual que Shion - si su castigo sería ese no le importaba

Zeus: no te preocupes - el dios movió su báculo y con eso Athena ya estaba en su recámara abriendo los ojos

Saori: dónde...estoy - miraba atenta el lugar - mis caballeros - miró a fuera de aquella recámara y se puso de pie yendo a la entrada principal a duras penas ya que al estar en su modo diosa se debilita porque su cuerpo humano no soporta ese poder.

Cuando cruzó la entrada para ir a la sala principal de la cámara del patriarca frenó en seco al escuchar las voces muy reconocidas y eso alegró a la chica, se asomó y todos los caballeros (sin portar armaduras) la voltearon a ver e inmediatamente se arrodillaron.

Shion: señorita Athena, le agradecemos que nos haya dado una oportunidad más de vida

Aldevarán: le prometemos no defraudarla

Saori: me alegra volverlos a ver - los mira - a todos ustedes, les tengo algo que decir - todos la miraron - están en su derecho los que no quieran estar vivos, no serán juzgados por levantar la mano en contra de los dioses, así que los que no quieran estar vivos ahora pueden decirlo - los caballeros se miraron mutuamente

Shaka: todos queremos aprovechar esta dicha que nos ha dado de poder volver a vivir

Saori:e alegra oír eso - les dedica una sonrisa - ahora todas sus armaduras están totalmente destruidas junto el Santuario, a los caballeros de Bronce les di unas vacaciones de cinco años, y seré justa también ustedes tendrán cinco años de vacaciones - el caballero de Sagitario iba a negarse pero Saori empezó a hablar - Seiya y los otros me dijeron que si tenía una complicación o un peligro les avisara a ellos así que no se preocupen - eso los relajó - en ese tiempo yo estaré preparándome para ser una mejor diosa

Milo: señorita, usted no es una mala

Saori: los caballeros de bronce me dijeron lo mismo pero me puse a recordar lo que e echo anteriormente en estos años y es todo lo contrario a lo que ustedes me dicen, así que vayan y descansen, hagan lo que ustedes quieran...pero antes necesito una cosa

Shion: y que cosa es eso señorita Athena

Saori: necesitaremos un patriarca para cuándo regresen ya que puede estar estos cinco años pero después no podré - todos inconcientemente miraron a Shion

Shion: opino que debe ser el que nombré anteriormente

Saori: que opinas Aioros - el sagitario lo meditó un poco - ten en cuenta que no te vamos a obligar

Aioros: será un honor tomar ese puesto

Saori: como dije hasta dentro de cinco años - el castaño asintió - antes que nada los de bronce no deben enterarse de que están vivos

Dhoko: va a ser una sorpresa - sonríe de lado

Saori: así es, bien ahora pueden retirarse - así los caballero de oro se fueron retirando del santuario...todos menos unas personas - que les pasa

Saga: aún no pude perdonarme por las dos veces que intenté...- las manos de su diosa lo tomaron

Saori: si los reviví fue porque sé que en las dos veces no fueron sus intenciones hacerlo - Saga estaba intentando no llorar por la bondad de su diosa - todos ustedes está olvidado sus acciones, Shura no sabías que era Athena la que llevaba tu amigo Aioros, si yo estuviera en tu lugar también hubiera echo lo mismo - el Capricornio se sentía arrepentido por su actuar de aquella vez - ahora no piensen en el pasado y vivan el hoy  - y así se retiraron los que faltaban.

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