De mal a peor.

Eres un idiota al existir ¡Demonios! Si le platico a gyro de seguro va a salir con alguna estupidez. . . Pero ¿Qué más me queda?

Johnny suspiro molesto y fue con su caballo al lugar donde se encontraba su mejor amigo, quien estaba riéndose de las personas que se quejaban de la mala comida en un restaurante.

— Gyro, tengo un problema. . .

— Johnny ¿Adivina qué? Encontré al presidente junto a Diego ¿Puedes creerlo?

— Diego. . . /Murmura su nombre y sacude su cabeza para olvidarse de cualquier cosa relacionada con el. Gyro es encerio, ese problema que tengo justamente tiene que ver con Diego.

— Muy bien Johnny, siempre te vez muy serio, pero ahora me das miedo ¿Qué te hizo Diego?

— Por alguna razón yo. . ./Suspira profundamente y lo saca con un aire de brusquedad. Maldita sea, no puedo dejar de pensar en ese idiota ¡Eso que apenas lo ví una vez!

— ¡Te gusta!

— ¡Cállate imbécil!

— Wuuuu, Johnny Joestar enamorado de alguien con el que no ah hablado ¡Eahhhhh!

— Maldito idiota. . .

Mientras Johnny rodaba los ojos y volteaba la mirada, su peor pensamiento pasaba por dónde estaban ellos con su caballo, a la vista de Johnny realmente se veía como alguien que le tenías que respetar o si no te podría dar tu lección.

— Maldita diva empoderada. . . Me trae loco el cerebro.

— Johnny ahí va pasando Diego~

— Ya lo sé, no soy ciego imbécil.

— ¿Le hablo~?

— Ni se te ocurra.

Antes de que gyro pudiera decir una palabra el chico británico se estaba acercando a ellos con la cara sería.

— Gyro, si no actuas normal mi puño en tu maldita cara de tarado.

— ¡Johnny!

— Caballeros o quiero decir. . . Locos que gritan en la calle.

Diego había llegado bajandose de su caballo,su mirada se dirige hacia Gyro y después de unos segundos a Johnny, la mirada de Diego no se despegaba de aquel chico parapléjico, unos minutos después dejo de mirarlo y se subió de nuevo a su caballo.

— Los veo en la siguiente etapa, perdedores.

Diego arrastra las patas del caballo en la tierra para echarle a ellos dos y luego se va riéndose.

— Voy a pegarle .

Gyro se subió en su caballo pero Johnny lo agarro del hombro antes de que cometiera una locura.

— Gyro. . ./ Se cubre la cara con algo de sonrojo. Se me quedó mirando varios minutos, no segundos ¡Minutos! ¡Eso empeora todo!

— Johnny, te olvidarás de el ahorita, vamos a la siguiente fase.

Ambos se fueron para al día siguiente hacer su presencia en la segunda etapa.

Diego. . .¿Porqué no puedo parar de pensar en ti si eres un imbécil?

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