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Cassidy se alejó de Papa dando un portazo sin percatarse de la presencia de los Ghouls por el otro lado en el pasillo. Los cuatro demonios enmascarados la observaron por un momento sorprendidos. Ellos no recordaban haberla visto así con una cólera flameante y volátil desde hace mucho tiempo, y siempre que sucedía en el pasado eran por cuestiones amorosas entre Papa y ella, por eso despertó en ellos una sensación amarga mezclada entre curiosidad y lástima. 

Ella los observó a cada uno con una expresión tajante y febril, sin importar el nulo protagonismo que tuvieron en la situación. Sin más por decir y hacer, atravesó a paso rápido el corredor con dirección a su respectiva habitación.

—Esto no pinta bien— susurra Water rascando su mentón por debajo de la máscara.

Omega se acercó detenidamente a la puerta de la habitación de Papa y tocó dos veces con muchas dudas en su mente. Sus amigos se acercaron a él dándole apoyo posicionándose sólo detrás.

El pitido del lector de tarjetas sonó y la puerta cedió ante el impulso de Papa. Cuando los tuvo frente a frente, Omega pudo divisar con atención la mirada desgastada que llevaba Papa. Su maquillaje desde el otro lado de su máscara se encontraba estropeado como así también el brillo de sus ojos habían empezado a marchitarse. Los cuatro Ghouls lo miraban expectante y él también a ellos. Como si ambos lados no deberían estar allí en ese momento y en ese lugar.

—¿Necesitan algo?— preguntó Papa en un hilo de voz y, cuando se dio cuenta del tono, se aclaró la garganta.

—¿Pasó algo con Cassidy?— dice Omega con voz tranquila. 

Los demás se limitaban a hablar. Dejaban que el más grandote y responsable de ellos tomara las riendas del asunto con el insensible jefe.

—Es una mezcla de muchas cosas— carraspeó incómodo. —Eva se fue.

—¿CÓMO QUE ''EVA SE FUE''?— vociferó otra voz que no se hallaba antes presente. Todos se voltearon en dirección al agitador y no se sorprendieron al verlo a Alpha saliendo de la habitación a paso apresurado y torpe mientras se acomodaba la máscara. —Explícate ya mismo.

—¿Cómo has podido escuchar si estabas en la habitación?— pregunta con atrevimiento Earth.

—¿Quién en su sano juicio da un portazo en la puta madrugada sin pretender que los demás se despierten?— pronuncia alzando la voz desinteresandole el hecho de que ya estaba lo suficientemente cerca del grupo.

—De acuerdo, ya entendimos, Alpha. No es necesario que despiertes a más gente— exclama Papa algo exaltado.

—Ah ¿sí? Desearás que despierte a los demás antes de que te triture con mis propias manos, Tobias— rugió. —Sé lo que has hecho— Alpha obtiene la atención de los Ghouls dándole fuerzas para seguir el pleito que había comenzado y con la finalidad de tenerlos a ellos de su lado.

—Tranquilo, novato, te conviene cuidar las palabras— responde Papa con una calma impresionante. —¿Qué piensas que sabes?— cuestiona desafiante.

—¿Piensas que no es evidente?— hace una pausa abriéndose paso del grupo de Ghouls para quedar cara a cara con Papa. —¿Piensas que no sabemos que aún sigues revolcándote con Cassidy?

—Eso es una acusación muy grave, Alpha. No tienes pruebas— afirma Papa.

—No hacen falta pruebas físicas... Lo tienes frente a tus ojos— los demás Ghouls se miran entre ellos aún más sorprendidos por la falta de información.

—Creo que la mejor evidencia es que Eva se fue— Se atreve a decir Omega entrecerrando lo ojos como si de esa manera reprimiera los deseos de estar al margen del dilema. —¿Qué pasó, Papa?

Cuando Papa se resignó de tanto misterio, abrió parcialmente la boca para hablar pero el más rebelde de ellos se arremetió a interrumpirlo.

—Yo te explicaré, Omega, pero creo que lo mejor sería hablarlo dentro de tu habitación, Papa, a menos que quieras que te identifiquen— sugiere Alpha victorioso.

Papa asiente y permite el ingreso de los Ghouls a su habitación. Ellos se ubican por alrededor de la cama mientras que algunos se sientan en ella. Alpha tomó la iniciativa en la charla situándose en medio de la sala.

—Resulta que cierto estrafalario lascivo se anduvo acostando con alguien más, mientras que estaba en una ''relación'' con nuestra querida Eva— Papa pone los ojos en blanco al oír sus palabras. —La pobre diabla se enteró y rompió desmesuradamente su corazón con todos los mensajes que leyó.

—¿Y tú cómo sabes todo esto?— pregunta Papa aún más interesado y temeroso que antes.

—Ella vino a verme y yo...— Alpha buscó en su mente las mejores palabras para continuar la frase. Estaba deseoso de decirle lo mucho que disfrutó hacerle el amor a su chica, pero a la vez no quería que ella tenga más problemas con Papa. —Le dí el consuelo que tú no le das.

—Tú no tienes idea de nuestra relación ni de lo que yo hice por ella para que esté con nosotros— lo enfrenta Papa quedando sólo a unos pocos centímentros de Alpha, pero Omega se interpone ubicando su mano en su pecho.

—Oh claro, déjame decirte que cogerte a una zorra no hace que las relaciones perduren— hace una pausa. —Y ella no ha logrado todo su mérito por nosotros, Papa, te equivocas. Ella llegará más lejos de lo que tú podrás lograr.

—Ya es suficiente, Alpha— los separa Omega. —¿Dónde ha ido, Papa?

—No lo sé con exactitud... Pero sé que permanecerá bien lejos de mí— exclama con pesadez y desolación.


Tobias me observó consternado sin aún emitir ningún sonido. Rectifiqué mi postura y lo miré con suspicacia hasta que se animó a hablar.

—Pero Eva estoy dispuesto a dar todo por arreglar lo nuestro— menciona esperanzado.

—Y yo no estoy dispuesta a seguir— digo tragando mis deseos insoportables de llorar a gritos. —Espero que lo comprendas.

Él se habituó en su lugar del sofá algo incómodo y se llevó ambas manos al rostro posando sus brazos sobre sus muslos. En silencio. Todos sus movimientos eran en silencio. Le ofrecí unos minutos para que se adapte a mis nuevos deseos, aunque no eran los más sinceros del universo, pero su traición hacía mucho peso en mí. Maldito Tobias si supieras lo que realmente siento por ti.

—¿Aún quieres el trabajo?— pregunta sonando su naríz y limpiando uno de sus ojos. Cuando me observa noto que había llorado de una manera muy reservada y que aún tenía los ojos irritados.

—No, gracias Tobias de todas formas— pronuncié con un terrible nudo en la garganta. —Lo lamento mucho por los Ghouls. Sé que ellos también lo lamentarán, pero bueno... No tenía planeado que las cosas sucedan así.

—Eva, todos te extrañaremos. Ha sido un tour difícil para ellos sin ti. 

—¿Y ellos ahora cómo están?— pregunto interesada en saber más de Simon, ya que por alguna extraña razón no me había llamado durante todo este tiempo.

—En Suecia. Todos ocupados con sus cosas. Omega planeando proyectos personales, al igual que Air. Alpha en pareja...

—¿Qué?— exclamé exasperada, pero al notar mi tono me aclaré la garganta y continué con normalidad. —Quiero decir... Pensaba que Sim... Alpha era una persona que apreciaba más la soltería— él me observó sorprendido y con sospecha ladeó la cabeza.

—Y así lo era, pero volvió a salir con su ex y ahora parece que las cosas están marchando bien para él— se encogió de hombros. —Me alegra muchísimo que esté con alguien más— dijo fulminándome con la mirada como presagiara algo en su propia mente.


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