—Entonces cuando nos entregaron el Grammy, yo dije unas palabras sin importar que Papa esté hablando y me asesinó con la mirada. Fue una gran noche— los Ghouls ríen. —Se suponía que ninguno debía hablar, pero me importó un carajo. Estaba emocionado— dice Alpha.

—Me imagino, han ganado un premio muy importante— comento entre risas. —Estoy segura que ha sido una gran noche.

Con el entremetimiento de Alpha, sumado con Omega al final, los Ghouls restantes decidieron no acatar las órdenes de restricción de paso a nuestro sector de Papa. Mientras Papa observaba un punto fijo a través de la ventana con una expresión de pocos amigos, Alpha y Water estaban sentados en el suelo a mi alrededor y Omega, Air y Earth estaban sentados frente a mí.

—Por supuesto que lo fue— sentencia Water. —Luego nos fuimos de fiesta y terminamos con resaca y todo el cuento de "¿Qué pasó ayer?"— ríen.

—Le ganamos a tu noviecito, eso también fue gratificante— agrega Alpha, el más atrevido de todos.

—Oh por Dios, Taylor no es ni fue mi... "Noviecito"— río. —Sólo fue un cliente, nada más.

—Mmmm...— Alpha me observa curioso y posa su mano en el mentón. —Te creo, pero porque eres tú.

—No la molestes, idiota— comenta Omega. —Descuida, Eva, a veces este tipo se pasa de la raya.

—No hay problema. No me molesta en absoluto toda la cuestión de Taylor porque mírame en dónde estoy— gesticulo a mi alrededor con una gran sonrisa. —No puedo pedir más.

—Aún así...— Alpha se levanta un poco y se apresura hacia mí. —Puedes pedirme lo que quieras— susurra y automáticamente siento como mis mejillas se encienden.

—¿Por qué los secretos? Es de mala educación cuando hay más gente— agrega Water. Alpha vuelve a su lado y parece sonreírle con la mirada.

—Le comentaba a nuestra querida Eva que hay alguien aquí que no está muy conforme con ella... Ya sabes... Los famosos "celos"— dice Alpha y lo observo con los ojos abiertos como platos.

—¿A qué te refieres? ¿Piensas que...— Alpha asiente con rigor. —... está celoso?

—¿Por qué habría de estarlo?— pregunta Air.

—Ya saben cómo es. Es posesivo con nosotros. Se alejó porque está celoso porque no le gusta vernos con otras personas— sentencia Alpha. Omega lo observa confundido y parece ceder ante la declaración de Alpha.

—Creo que es al revés, hermano. Él está celoso porque Eva está con otras personas— observo callada la plática de los Ghouls y ellos parecen divertirse con mi estado. —Ella pasa más tiempo con nosotros que con él ¿No es cierto, Eva?

—En realidad...— el capitán del avión dió un comunicado a través del altavoz comentando que estábamos a unos minutos de aterrizar.

Dos azafatas salen de su cabina para avisar a los ghouls que tenían que volver a sus respectivos asientos.
Ellos asintieron sin medicaciones y Alpha se incorporó sin antes guiñarme el ojo al irse de nuestro espacio. Lo observé con una expresión casi infantil y me senté con Papa que todavía seguía observando a través de la ventana con aquella expresión inquietante.

—¿Te encuentras bien?— digo colocándome el cinturón.

Se voltea rápidamente y ambos quedamos casi nariz con nariz mientras me enseñaba una mirada ardiente, con mucha furia y quizas de celos.

—Cuando lleguemos al hotel te enseñaré lo "bien" que he estado— dice con la voz ronca.

☠

Nos encontrábamos en el hotel realizando todos los controles necesarios para ingresar a nuestras habitaciones.
Se llamaba Vier Seizoenen y lucía muy moderno para lo que la banda Ghost aparentaba. Teniendo en cuenta la cantidad de estrellas que tenía, contaba con todos los lujos que uno podría imaginar... ¿Tanto? ¿Para qué ellos querrían algo así? Status, fue lo primero que se me vino a la mente. Ingresabas por una puerta corrediza y tenías tres caminos y uno más pequeño de un mismo lado. Por el lado derecho, un extenso pasillo que conectaba el salón de desayuno/almuerzo/cena junto con una preciosa y estratégica vista a un lago que desconocía su nombre. Por el camino de la derecha, había una especie de sala de estar con juegos de sofas, mesas ratonas y pequeños sillones individuales, una chimenea, decoración de cualquier tipo y un pool. En el mismo camino desembocaba el más pequeño, que conectaba los baños y más al fondo se hallaba una pequeña sala de computación, para aquellos que no pueden vivir sin internet. El camino del centro situaba la recepción que enfrentada a ella estaba el ascensor y a su lado las escaleras. Digno de admirar por su extensión en metros cuadrados.

Al terminar con el papeleo, se nos acercan unos bell boys bastantes jóvenes para llevar nuestras cosas, que por cierto no eran tantas. De los instrumentos musicales se encargaba su asistente, así que estaban más relajados.
Uno de los jóvenes nos otorga dos llaves y se retira deseándonos una buena estadía, que no será la más larga.

—Omega, ten, ésta es la de ustedes— le otorga la llave, que por cierto es una tarjeta electrónica, y Omega la acepta. —Su habitación es la 74, aquella del fondo del pasillo— señala. —No causen problemas, por favor, que ya no puedo malgastar más dinero en toallas sucias y controles remotos hechos trizas ¿De acuerdo?— ellos asientes cruzados de brazos.

—Oye, Papa, ustedes tienen la 69 ¿Verdad?— comenta divertido Alpha.

Algunos de los Ghouls rieron bajo y Papa no parecía haberle causado tanta gracia su chiste.

—Es la 66, gracias por preguntar— se da media vuelta con nuestras cosas y vuelve hacia atrás buscando la habitación. —Buenas noches— dice alejándose.

—Buenas noches, chicos. Por favor, comportense porque sino la que va a tener que soportar el mal humor de Papa estos días voy a ser yo— río por lo bajo y les guiño el ojo a lo que ellos ríen también. —Los veo mañana.

—Adiós, pequeña— se acerca Omega y me abraza sacandome una cabeza o más de altura. Los demás al ver la acción de él, se unen al abrazo haciéndome reír.

—Son tan cariñosos— digo entre risas.

—Eva...— oigo a unos metros.

—Debo irme— nos separamos. —Descansen— ellos asienten y se alejan uno por uno.

—Adiós, princesa— pronuncia Alpha guiñándome un ojo.