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Aioria ya había terminado de comer cuando escucho como si alguien estuviera peleando afuera, y con todo el dolor de sus caderas, se levantó a ver que estaba pasando.

Abrió la puerta y fue a paso lento en dirección al ruido, que al parecer venía de la sala donde los mafiosos habían estado hace un rato, justo enfrente estaba lithos y otros tres sirvientes que observaban lo que parecía ser el problema.

- pst, que pasa?

- acercate , están cagando al señor Milo..

Obedeciendo a ese sirviente, se acercó y asomo un poco la cabeza al igual que ellos.

Estaban casi todos los mafiosos ahí, y todos parecían estarme gritando o viendo como le gritaban al pobre Escorpión dorado.

- ¿¡De nuevo con los espectros milo!?

Ese fue el Géminis mayor.

- El mes pasado prometiste que sería la última vez!

Esa fue la Cabra <pervertida> Dorada.

- Ya se que la cage chicos...perdón...

- Que perdón ni que mierda, no puedes estarte metiendo en problemas cada tres minutos!

Grito Shura.

- No lo retes porfavor...

- Camus no me estás ayudando...

- perdón

~Con los sirvientes y el gato~

- Que paso?

pregunto Aioria.

- aparentemente el amo Milo enojo a uno de los líderes de una mafia rival..

- Oh...

~ con el pendejo ~

- Miren...se Qué la cage...

- Cagarla se queda corta bicho.

- Kanon déjame hablar!

- Suficiente con esta pelea.

Casi de inmediato, todos quedaron mudos al oir aquella voz.

De manera lenta, voltearon en dirección a la otra puerta de la sala, en esta se encontraba un hombre de cabellos verdes y largos, y una mirada serena pero sería.

El mismo hombre se abrió pasó en dirección a los demas, quienes se veían totalmente paralizados..

- Se..señor shion...

- Milo cometio un error, sí, pero como grupo, es nuestro deber arreglarlo SIN DISCUSIONES, por lo que todos se pondrán manos a la obra para resolver esto con la menor cantidad de muertos posibles, entendido?

- si..si señor.

Respondieron todos asustados.

~ Con los sirvientes y la gata ~

A Aioria le pareció sorprendente como, sólo con su presencia, aquel hombre había conseguido que todos los temidos mafiosos temblaran como niños a los que su mamá descubrió haciendo una travesura.

" ese debe ser la cabeza principal de los gold saints...el patriarca" pensó.

Antes  de que cualquiera de los metiche pudiera alejarse lo suficiente de la puerta donde estaban, un muchacho, que parecía ser el más joven de los golds abrió la puerta.

- hm? Y ustedes que hacen aquí?

- e-esto..lo sentimos señor regulus.. sucede que...

- es divertido ver como cagan al señor Milo.

- Hyoga!

- Perdón perdón, pero es verdad...

El joven ( que podía suponer era el representante de leo por el collar en su cuello que tenía un dije de leon) nego con la cabeza mientras reia.

- Bueno eso no se los niego, pero bueno, vuelvan a trabajar...

- si señor

Y todos se fueron por donde vinieron, Aioria a una velocidad más lenta por obvias razones.

- ey tu, espera.

Y nuestro querido protagonista maldijo por lo bajo.

- sí?

Pregunto volteando a ver en dirección al joven ( que debía tener la misma edad de seiya) que lo había llamado.

- quien eres? no te había visto por aquí antes..

- Ah bueno...digamos que Milo me trajo...

- suficiente, por tu manera de caminar ya se para que te trajo, mis condolencias.

Y sin decir nada más se fue, dejando al mayor con un rubor por la vergüenza y más razones aún para golpear al Escorpión dorado apenas lo vea de nuevo...

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