-¡Hola!, ¿te sientes bien? ¿Quieres que te lleve a la enfermería? -el rostro nuevo del chico desconocido me miraba con detenimiento. No contesté absolutamente nada, mi mirada rodó en cada dirección del lugar dándome cuenta que todavía estaba en la alberca de la escuela -Las chicas que te golpeaban ya se fueron -añadió -Me llamo Jungkook y él es mi gran amigo Taehyung -antes no me había percatado, pero al ver al castaño guapo detrás suyo, pude darme cuenta que no se encontraba sólo.

Otra vez no respondí nada. Al moverme un poco para tratar de ponerme en pie, mi cuerpo me reclamó las dolencias al maltrato de hace rato. Con una mueca de dolor pude reincorporarme. Él de cabello negro llamado Jungkook quiso ayudarme pero yo no se lo permití.

-No me toques -me aleje de él. Me dio cierto pavor y desconfianza porque me volvieran a agredir.

-Tranquila, nosotros solo queremos ayudarte -logró ver el miedo en mi mirada -Permiteme yo te...

-Vete -se que soné demasiado desagradecida para el que me había tendido una mano, pero mi estado de shock no me permitía reaccionar de otra forma -Quiero que se vayan -mis ojos se llenaron de lágrimas -Por favor -pedí por último. Ambos chicos se quedaron viéndome.

-Kook, vámonos -recomendó su amigo. El Kook lo miró un instante para luego volver a clavar sus ojos en mí.

-¿Estás segura? Porque si quieres...

-Ella no nos necesita, así que nos vamos Kook -el castaño lo tomó por un hombro con intensión de llevárselo consigo. Poco a poco se fueron retirando, mientras el tal Taehyung continuó su camino fuera de la piscina con normalidad, Jungkook insistía con su mirada a cada minuto dándose vuelta para verme.

-No tengo idea cuál sea tú nombre pero -la voz del pelinegro se hizo presente antes de salir -aquí ya tienes un amigo ¿Ok? Adiós -se despidió ante un jalón de su brazo al bonito llevárselo a la fuerza.

Permitiendo que se me escapara un suspiro. Observé mí reflejo por medio del agua trasparente de la alberca.

-Estoy echa una ballena -balbuceé al detallar la silueta regordeta de mí cintura -Lisa tiene razón. Todas tienen razón, estoy fea, gorda ¿Quién podría fijarse en monstruo como yo? -gotitas saladas bajaban resbaladas por mis rosadas mejillas.

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(Park Jimin)

Eufórico salí del laboratorio. La bata blanca de científico hacia compás con el movimiento rápido de mis pasos al avanzar. Mis puños estaban cerrados, mi ceño remarcado y el modo de mi respirar era salvaje.

-Park. No seas mal perdedor -Hobi seguía mi procesión atrás de mi en compañía del vanidoso de Jin, el destructor de NamJoon y el dormilón de YoonGi.

-Pienso cumplir el trato, pero no de esta manera -sentencié girando en mis talones para verlos.

-Una apuesta, es una apuesta. Ya esta decidido -Jin se cruzó de brazos ante un gesto de fastidio por mi parte -¿Qué pasa? ¿El "gran" Park se ha acobardado?

-No me provoques, Jin -mezclé mi aire con el suyo al casi igualar mí rostro al de él. El pelinegro soltó una sonrisita burlesca.

-Cumple -enarcó una ceja.

-Exijo que lo cambien -frunci mi ceño.

-No lo haremos -aseguro su posición -No entiendo cuál es tú problema Park. ¿Acaso no eres un follador de primera? Entonces por qué te da tanto pánico cumplir con tú parte del trató?

-Perdi la apuesta. Si, lo admito, ¿pero si me tengo que follar una virgen de esta preparatoria por qué verga tiene que ser ella? -busqué una buena respuesta.

-Por que es la única virgen que queda -fue su única contestación lógica en lo que se encogía de hombros. Sacudí mí cabeza en desaprobación -Por favor Jimin, solo es una chica más -le agregó una pizca de ironía.

-No me voy a follar a la gorda.

-¿Te da asco sentir sus gorditos? -todos soltaron una inmensa carcajada. Gruñí ante su dicho y sus burlas.

-Cambia a la chica -mi expresión se tornó sería.

-O es Kim Hye o no es más nadie -su ceja se arqueó.

-¿QUE NO LA QUIERO A ELLA QUE PUTA NO COMPRENDES? -mí exclamación provocó que tres de ellos saltaran del susto.

-El mismo día de tú cumpleaños que es próximo a este fin de semana, cumples la apuesta ¿Esta bien? O si no quieres que todo el mundo se de cuenta de tú secretito. No quiero ser chantajista pero, digamos que esta es una de mis mejores maneras de cobrarte lo que me hiciste -frunció su ceño -Quieras o no, te follaras a la gorda de Hye, y pobre de ti si no lo haces -dicho aquello se retiró. Una vez se desapareció del pasillo en compañía de NamJoon, Hobi y YoonGi fueron testigos del brutal puño que descargué contra uno de los casilleros ajenos.

-Park ¿Es verdad que la fea de hye es tú vecina? -preguntó YoonGi causando que mi entrecejo se arrugara en confusión.

-¿Mi vecina? -repetí con asombro y extrañeza. Antes no quise ponerle atención quienes eran las personas que vivían al lado de mí casa, pero ante el comentario de Min, no pude evitar en meditar la situación.

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