(Capítulo final)

Se me había ido. Se me había ido y no pude ni siquiera despedirme de ella.

Al enterarme de que mí novia se marchaba a los Estados Unidos quise ir a alcanzarla aunque ya sabía que era demasiado tarde. Como un completo lunático comencé a correr en busca de la salida de un plantel vigilado. Sabía a la perfección que el ignorante del vigilante no me permitiría salir así porque sí, entonces se me ocurrió saltarme las rejas de la inmensa puerta del patio trasero consiguiendo una huida perfecta.

Tomé un taxi, desesperado le pedí que me llevara al aeropuerto a lo cuál el hombre no dudó en ponerle toda la velocidad posible. Llegué, me bajé, le pagué su carrera y seguí corriendo. Mí corazón estaba a mil, con respiración entrecortada mis ojos giraron en cada dirección tratando de hallarla pero lo frustrante es que no la vi por ninguna parte. No fui lo suficiente veloz para llegar e impedir que se fuera, mi Hye se había marchado y no tenía información de cuando volvería.

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-Ya se los dije.

Arrugué mí entrecejo confundido. A veces mí hermano menor suele hablarme de unos temas que no tenía ni la más remota idea a que se refería.

-¿De qué hablas? -tuve que quitarme uno de mis audífonos para oírlo mejor. Jihyung se tomó el atrevimiento de acostarse junto a mí en el mismo colchón.

-Me refiero a nuestros padres. Ya les dije que soy gay y que tengo por novio a YoonGi -me miró. Nuestros ojos se entrelazaron.

&¿Y bien? ¿Cómo lo tomaron?

-Ahm, púes, que digo -rascó la punta de su nariz -Nuestro padre me quiere matar.

-¿Era de esperarse, no? -arqueé una ceja. Hubo unos cuantos segundos de silencio entre los dos.

-Jimin, ¿Todavía creés que Kim Hye volverá? -decidió cambiar de tema. No le contesté -Ya han pasado muchos meses, lo más lógico es que ya tenga otro novio.

-Los dos nos amamos -aseguré.

-¿A distancia? Oh, vamos hyung, no creés que estás siendo muy...

-Buenas noches -corté todo girando mí cuerpo para un lado logrando darle la espalda. Lo oí suspirar y apartarse de mí cama, no quería hablar, precisamente aquél tema me dolía demasiado. Aún no comprendía que había sucedido con ella ¿Por qué no me había llamado? ¿Acaso ya se había olvidado de mí? ¿Era cierto lo que decía, Jihyung? ¿Se consiguió a otro? ¿Me ha reemplazado? ¿Su amor se acabó?

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Iba con prisa para el aula de danza. Nunca creí que fuese tan bueno en el baile que incluso había sorprendido no solo a la clase, sino al maestro.

Con mi ropa de entrenamiento en mano estrujé uno que otro estudiante que me estorbaba en el camino por el pasillo, mí mirada era tan fija en lo que iba que no percataba lo que sucedía a mí alrededor.

-¡Jimin!

Oí que me llamaron. Bah, tampoco puse atención y seguí mi rumbo.

-¡Jimin! Espera.

Seguían llamándome, nuevamente no hice caso a aquel llamado.

-Caminas muy rápido y no puedo alcanzarte. Jimin, que me esperes.

Estuve dispuesto a subir las escalas, pero...

-¡Mi amor!

Eso sí me hizo detener. Abriendo mis ojos como platos con lentitud fui girando en mis talones para al fin plantarle cara al que tanto me llamaba.

Me quedé sin habla. La chica de cabello largo y todavía rubio se acercó a mí corriendo, al nuestros ojos cruzarse, mí alma fue renovada por cierta sonrisa divina pintada en sus labios.

-¿Hye? -logré balbucear no pudiéndolo creer.

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(Kim Hye)

El tiempo en los Estados Unidos fue una muy mala influencia para mí. Desde que llegué a ese lugar y aprendí un poco de sus raíces, fue inevitable no dejarme arrastrar por las graves tentaciones.

Regresé. Regresé a como era antes.

Una chica que si la vieras, notarias enseguida lo rellenita que estaba. Mí figura se había perdido, adiós a la mujer flaca que todos la llenaban con piropos cargados en perversión. Volví al comienzo, tan gorda como mí guapo chico pelirrojo me conoció y que no se cansaba de decirme lo hermosa que era para él. Fue él único que me quiso tal como era, ¿Ahora me pregunto si de nuevo volverá aceptarme a pesar de haber vuelto tal y como estaba antes?

-Hola &sonreí con vergüenza.

Sus ojos no paraban de destellar sorpresa y confusión.

-¿Como estás? -añadí viendo que él no quería cooperar. Hecha un rollo de nervio observé como sus pasos comenzaron a acercarse. Pasé saliva, mi pelirrojo posó sus tibias manos sobre mi rostro para así sentir mejor su tacto.

-Eres tú.

De nuevo le sonreí enseñándole un poco mis dientes. También ansiandolo con mis manos sobre su cuerpo lo siguiente fue que nuestro abrazo fue la más poderosa muestra de que ambos nos necesitábamos.

-Mí amor -aseguré más nuestra unión.

-Mí gordita bella, no sabes cuanto esperé por volverte a tener entre mis brazos.

Ambos nos miramos.

-Me escapé -le aclaré. Sus cejas se alzaron sorprendidas -Ya no soportaba estar tan separada de ti -él no dijo nada -¿Todavía sientes algo por mi?

-¿Qué piensas sobre eso?

Me quedé pensando. Había pasado mucho tiempo, los suficientes para causar que los sentimientos de una persona cambien.

-Ahm... -me quedé dudosa. No supe que responder, por otra parte él sonrió divertido tomándome del mentón.

-Espero esta sea la perfecta respuesta a tus dudas y preocupaciones, mi amor -besando mis labios con ternura, pudo llevarme al infinito de una manera magnífica. No me despreció por ser gordita, el amor que decía sentir por mí seguía tan intacto como hacía varios meses atrás.

Incluso me atrevía a decir que como nuestro amor, no había otro sin igual.

                                                 Fin.

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Y con esto hemos terminado, no habrá segunda temporada, las historias a las que yo le hago segunda temporada (que hasta ahora solo hay una y no está publicada dicha segunda temporada) son a las que realmente la necesitan.

Gracias por leer hasta aquí y agradecerles el apoyo, y que muchísimas gracias por acompañarme a terminar una historia más.

Me tomaré tal vez un tiempo porque lo necesito, y quiero acabar con lo s exámenes para concentrarme en Wattpad solamente, además de que tengo que recuperarse después del Muster Sowoozoo. (Jungkook me dejó en el suelo)

Lxs sarangheo❤