5. Love In Song

Pero es que de verdad todo me parecía una gran pesadilla, un sueño mal realizado que no podía procesar mi mente. Me tallé los ojos, intentando creer que todo era falso. Pero no, era real. David estaba con mi bata de dormir, sentado cómodamente sobre mi alfombra, tomando el té, como si fuera el dueño de la casa.

—Eh, llegaste—dijo Lenna sin impresión.

—¿Qué es esto? ¿Qué hicieron?

—Nada, simplemente hicimos algunos demos, grabamos algunas cosas. Antes cantaba con él, ¿lo sabías?

Quería estallar, de verdad, quería golpearla y matarlo a él. Pero me contuve, sólo apreté mis puños y cerré la puerta bruscamente. Corrí afuera del edificio y conduje sin destino o rumbo fijo. Mis ojos no dejaban de sacar lágrimas, yo no paraba de llorar. Aquella imagen perturbó mi mente. David Quiroz hizo una gran sonrisa, sus ropas estaban por toda la habitación. ¡Ah!

Mis manos me llevaron inconscientemente a la casa de Jade. Era el único lugar en donde podía obtener un auténtico refugio, un lugar donde llorar y tomar por completo.

Pero para eso, tenía que pagar el precio; y ese era tener a mi ex mujer pegada a mí.

—Y los ahí, a los dos, tomando té y comiendo galletas—recordé, llorando despechadamente.

—Oh, esa mujer es un colmo. ¿Y quién es ese tal David?

—¡Su ex novio! Salieron cuando ella tenía 15, o 14 años, aproximadamente.

—Ya está muy grande como para regresar con esos amores juveniles y platónicos. Lo que hizo no tuvo nombre.

—Este es el fin, intenté engañarme, pero—soné mi nariz mientras seguía bebiendo whisky—, no puedo cambiar las cosas por más que lo intente. Ah, así ha acabado el sueño.

—Creo que te emocionaste con ella muy rápido, quiero decir, no podías saber si una jovencita así era de fiar o no. Lamento decirte que te utilizó.

—Tienes razón, sin mí—empecé a reír con maldad, de tan sólo recordarlo— ¡JA! ¿Qué sería Helenna Vail Epstein Kodak sin mí? Oh, claro, la niña que se aislaba de todos, la que no podía hacer #Fa con cejilla, la que no tenía buena coordinación. Ha sido una malagradecida.

—Bueno, te utilizó pero ¿Por qué malagradecida? ¿Acaso ser tu compañera de banda era sinónimo de que era tu esposa o algo por el estilo?

Jade hizo una pregunta muy incómoda, que jamás me había cuestionado por ego propio.

—No, pero...

—Digo que te utilizó porque sólo obtuvo lo que quería y se marchó. Fue karma, Charles, karma como tú lo hiciste conmigo.

—¿Qué? Jade Ander, ¿yo te utilicé?

—Así es, sólo te dejaste descendencia y listo, para callar a tus padres. Luego me botaste.

—¡No digas eso!

—También tomaste mi virginidad.

—Ja, claro.

—¡Charles!

—Jade, escucha—me empezaba a punzar la cabeza—. No quiero más reproches, sólo quiero seguir tomando hasta quedar en el suelo de...

Al parecer, mi petición fue completa, pues me caí del banquillo.

Ella se puso sobre mis rodillas y sus manos empezaron a tocar mi pecho y mi estómago. Luego, subieron más y más hasta acariciar mi cabello y dar besos desesperadamente. Había tomado también, los dos estábamos ebrios.

—Oh, sí...—dije al tocar su espalda— Tú eres una verdadera mujer.

—¿En serio?

—Sí...

—Ya lo has dicho muchas veces, amor—la voz de Jade cambió bruscamente—. Has dicho que saliste con muchas chicas, pero yo ¡Soy una verdadera mujer!

Esa voz no era la de Jade, abrí los ojos y ¡El rostro de Lenna se visualizó en mi rostro! Me espanté y me levanté, sacudí mi cabeza, pensando que era ella. Pero no, era Jade. ¿Qué ocurrió? Oh, no, no de nuevo.

—¿Qué te pasa? —preguntó Jade. Y sí, la vi de nuevo, con su larga cabellera pelirroja y preocupada.

—Nada—tallé mis ojos—. ¿Sabes qué? Esto no está bien, me voy a dormir en el sillón. John Julian puede bajar, vernos y... ¡No! No lo soportaría.

—Oh, otro pretexto para ocultar esa manguera inservible—susurró.

—¡Deja de burlarte de eso! —grité mientras me acosté en el sillón.

(...)

Al día siguiente, a primeras horas de la mañana y con una gran resaca de por medio, me levanté listo y dispuesto para ir por mis cosas a aquella habitación de hotel que compartía con Helenna Vail Epstein. Iba por mis cosas, estaba decidido a dejarla y acabar con nuestra aventura musical, con nuestro sueño. ¿Yo fui el culpable? Claro que no, ella tuvo la culpa. Ella acabó con esto, yo no.

Entré de nuevo a mi habitación, aquella en donde justamente ayer, ella se sentó en el tapete con David Quiroz. Aún alucinaba con eso, pero debía convencerme de que no veía nada que me perjudicara. Suspiré y empecé a recoger mis cosas. Ella me tapó los ojos, intentando hacer una broma.

—¿Qué te pasa? —tenía un vaso de jugo y un vestido floreado.

—Escucha, vine por mis cosas, me voy de aquí.

—¿Qué? ¿Pasarás otra temporada con Jade y John Julian? —preguntó ingenua, como si no supiera lo que ocurrió ayer.

—No—dejé en claro—, no es por eso. Tú has tomado tu decisión, vas a volver con David Quiroz, no hay nada que pueda hacer.

—¿Eh? ¿De dónde sacas eso?

—¡Mira, Helenna Vail Epstein! Tengo varios problemas físicos, unos sabes muy bien que es mi impotencia, pero ¡No tengo más! No tengo de la mente. No aluciné cuando te vi aquí—señalé la alfombra—, sentada con David Quiroz, con las piernas cruzadas y tomando té. ¡Estuviste con él! Lo metiste a nuestro departamento durante mi tiempo en Grecia, y no sólo eso, te dedicaste a estar con él desde que lo volviste a ver en ese maldito programa de televisión—establecí.

—Oh..., es eso. Ya te dije que no es nada importante, sólo son cuestiones de ¿Arte? Sí, me gusta su arte. Él sólo quiere financiamiento para su mierda postmoderna.

—¡Tú misma lo has dicho! Es una mierda y aun así lo ves como una cuestión artística—me sorprendía su hipocresía—. Por favor, eres lo conservador en persona. Odias eso y odias todas esas mierdas posmos.

—Sí, pero vamos... David no significa nada para mí, es una prueba que me he dado para demostrarme que no siento nada por él. Tú y la música son lo más importante para mí—me dio un abrazo.

—¿En serio? —pregunté esperanzado.

—Sí Charles, no hay nada que me importe más que la música. Y para eso, necesito a la persona que hizo todo esto posible.

—No fue David, Lenna.

—No, no fue él. Tú me viste crecer en cada aspecto; como persona, como artista, como música, como mujer... Así que ¿Por qué crees que te dejaría por ese hombre? Es absurdo siquiera pensarlo.

—Sí—reí tontamente—, tienes razón. Es absurdo.

—Bueno, tengo que ir a otros negocios—se puso su bolso—. Hay varias sorpresas, pero ahora que has regresado, sería bueno que nos reuniéramos en el estudio en la tarde ¿Te parece bien?

—¡Sí! Oh, bendita seas—le di un beso en la frente—. He esperado que digas eso por mucho tiempo, ¡volveremos a trabajar!

—Así será, sin duda que sí—asintió feliz—. Nos vemos a las cinco—se marchó.

Dejé de empacar mis cosas y guardé el resto en su lugar. Me sentí profundamente alivianado y tranquilo.

(...)

Claro, nada puede durar para siempre.

Nos reunimos en el estudio 4 de Dark Tiles, listos y dispuestos para empezar a trabajar con el segundo disco y el primero acreditado a Four Wings. Estaba ansioso, pero mis nervios disminuyeron con una cerveza y platicándoles a Denny y Joey lo que había ocurrido.

—Sin duda que cualquiera podría malentender las cosas—dijo Denny.

—Así es—dije—, fue un total espanto. De verdad creí que ella me dejaría ir, que diría que David sería todo para él.

—No digas eso—apoyó Joey—. Mira, conozco a las chicas como Lenna, unas auténticas milenials. Siempre se hacen las difíciles, e incluso las imposibles. Pero saben que sin su hombre de la generación X, no son nada.

—Un momento, Joey ¿Naciste en el 85, no?

—Sí.

—No eres de la generación X, eres un milenial. Lenna es centenial—aclaré.

—¿Qué? —se espantó— ¿Por qué nadie me lo dijo? ¡Debí haber parecido un idiota!

Empezamos a reír y pasando un buen rato, omitiendo que Lenna nos había dejado esperando por casi una hora. Mis ojos se iluminaron al verla entrar, pero decayeron completamente al verla a lado de...

—Hola chicos—nos saludó—, Joey, espero que sepas tocar otro instrumento, porque ya tenemos baterista fijo.

—¿Qué? —preguntamos cuando David Quiroz entro con ella.

—Así es, Denny, Joey, no sé si lo conozcan, pero él es David Quiroz, mi amigo.

David estrechó las manos con ellos, yo no dejé de temblar de la rabia.

—Y ¿Qué hace él aquí? —preguntó Joey.

—Lo que pasa es que será el nuevo baterista, lo estuvimos hablando y así será.

—Espera—interrumpí a Lenna— ¿Y por qué has tomado esa decisión? Mejor dicho, ¿con quién?

—Oh vamos, un día tú llegaste y dijiste que este par formaría parte de la banda, sin siquiera consultármelo. Sólo te he devuelto un poco de tu propia medicina—se escudó.

—Sí, pero es diferente.

—¿Por qué diferente? Además, David tiene grandes ideas que podremos llevar a cabo.

—¿Cómo qué? —preguntó Denny sin confianza.

—Miren chicos—David Quiroz habló, con ese tono de barrio característico—, escuchen. Sé que en estos tiempos es imposible que una banda "innove", pero ¿Cuál es la mejor manera de innovar? Haciendo cosas que nunca se han hecho.

—Maldito genio—dije con sarcasmo.

—Pero que sean nuestras—se sentó y tomó una cerveza sin previo consentimiento—, o sea, cosas locas, extrañas y fuera de lugar. Así la banda estará en la popularidad.

—¡Sí! Me parece muy bien—Lenna se sentó a su lado y tomó su mano.

—Sigo preguntando, ¿cómo qué? —continuó Denny.

—Lo primero que debemos hacer, es cambiarnos el nombre. Hay una banda de K-Pop que se llama Wings, así que no podremos utilizar ese—también, tomó un cigarrillo de mi cajetilla. Maldito sin educación.

—¿Y qué nombre propones? Oh, ya sé—hablé— "Lenna Vail Epstein & Plastic Quiroz Band."

Joey y Denny se rieron al entender la referencia y Lenna sólo se apenó. El sujeto no sabía el motivo de mi chiste, así que se quedó pasmado. Sacó una hoja de su ridículo pantalón de cuero que lo hace ver como un cerdo y dijo:

—No, el nombre ideal será CONTRA.

—¿Contra?

—Así es, mejor dicho—mostró la hoja a todos— C.O.N.T.R.A, es un ¿Un qué?

—Sigla

—Eso mesmo—ni siquiera pronunciaba bien las palabras—. Muy bien ruquito, tú sabes.

—¡Mierda! Tengo treinta y cuatro—aclaré.

—El punto es que todo esto forma una palabra, miren namas, pa' que se echen un quemón—ríe como imbécil—. Coraje, Ostilidad, Naturaleza, Tranquilidad, Rudeza, Amor.

—¡Sí! —dijo Lenna como adolescente loca y estúpida— ¡Me encanta!

—Excelente, señor Quiroz—dije—, pero no podremos utilizar eso, porque ostilidad no existe, es con h.

—Ay, ja, ja, ja, sí, estoy bien pendejo—siguió con esas carcajadas que destruían mis nervios. Lenna lo imitó—. Entonces que sea...

—¡Orgullo! —dijo Lenna.

—Así es, sabes muy bien, mi niñaaa.

Nunca había visto a una mujer y a un hombre tan repulsivos como ellos. Riendo como estúpidos, David Quiroz sacaba sus grandes dientes y que casi llegaban hasta su nariz. Sentía que iba a vomitar en algún momento.

—Tendremos que consultarlo—volví a interrumpir sus absurdas risas—. Denny, Joey, ¿de acuerdo con el nombre del señor Quiroz?

—No—dijeron al mismo tiempo.

—Pues nosotros si apoyamos esa idea—dijo Lenna al instante.

—Pero somos tres contra dos, lo siento.

—¡Pero está es mi banda! —gritó— ¡Y así se llamará ahora, CONTRA!

—¡Pues no! —respondí de la misma manera.

—Eh, Charles—susurró Denny—. Mira, hablemos un momento.

Nos alejamos a una distancia prudente mientras ese par seguía haciendo estupideces.

—Escucha—dijo en confianza—. Aún no sabemos qué tal tomará el rumbo de esta banda. No me digas que quieres dejar la fama y todo eso por lo que haga ese simio.

—No, pero...

—Vamos a darle una oportunidad siquiera ¿No?

—Escucha, ya vi una situación similar a esta, y las cosas no terminaron bien. Hay un dicho que dice: "Aquel que no conoce la historia, está condenado a repetirla." Parece que tú no conoces la historia de una banda que cantaba: "Yeah, Yeah, Yeah", y lo que pasó con ellos por permitir a personas ajenas a su trabajo, a su estudio.

—Oh, vamos... No seas aferrado, esto puede ser totalmente diferente. Sólo dale la oportunidad.

—Bien—acepté a la mala—. Y espero que no sea malo.

Regresamos con ellos.

—De acuerdo, será CONTRA. Pero si esto no funciona—amenacé—, te vas.

—Más bien, debes decir se van—dijo Quiroz—. Porque si yo me voy, Lenna se va, y así, viceversa.

—¿Eh? Esto es patético—dijo Joey.

—Pero es así, es un pacto—continuó Lenna—. ¡Así que vamos a trabajar!

(...)

Oficialmente, puedo decir que ya no temo al infierno, pues lo que yo viví fue mucho peor.

En primera ¿Saben lo difícil que es hacer los cambios, papeleos y todo eso para el cambio de nombre de una banda? ¡Es demasiado pesado! Y más en nuestras redes sociales, todo lo tuvimos que cambiar, todo lo que venía firmado a "Four Wings" pasó a "C.O.N.T.R.A" e incluso, todo lo que venía a nombre de "Two Wings", hasta los vídeos en YouTube firmados a Charles & Lenna Vandebilt. Todo cambió, gastamos un montón de dinero en los promocionales de "C.O.N.T.R.A", en nuevos posters, imágenes y todo eso. Cabe de más decir que a la gente no le gustó. Consideraban que el nombre era una auténtica porquería, y los apoyaba totalmente.

No sólo eso, empezaron a ver que el baterista y la cantante principal de "C.O.N.T.R.A" se volvieron muy unidos, siempre tomaditos de las manos y todo eso, saliendo en eventos públicos y toda esa mierda. Siendo figurados como los principales líderes, ese imbécil me desplazaba poco a poco y ¿Yo que hacía?

Intentar coger con Jade.

Olviden eso.

En fin, después de tanta pelea con la disquera, pudimos dar nuestro primer concierto oficial como "C.O.N.T.R.A". Es fácil saber que nunca nos pusimos de acuerdo en que canciones tocar y todo se volvió un martirio. Así que cada uno podría hacer lo que quisiera, ¿no?

—Hola—yo empecé el acto. El público se notaba entusiasmado por recibirme—. Gracias a todos por venir al primer gran concierto de "Lenna, David y sus mariachis" —hice otra broma—. Quisiera empezar con un acústico—tomé mi vieja Ibanez y la afiné un poco—. Algo tranquilo para empezar, un cover de Wings, esto es "Love in Song".

Al sentir esa pequeña melodía sobre mis oídos, supe que esa canción sería totalmente triste. 

https://youtu.be/1LcSIS_h1gE

«My heart cries out for love and all that goes with loving

Love in song - Love in song»

Ese par no estaba, aunque todos los instrumentos ya se encontraban listos para tocar. David cambió la batería y gastó mucho de nuestro dinero en comprar una más grande. Sin pedirlo, la imagen de ellos dos sentados en la alfombra, regresó a mi mente.

«My, you're so fine when love is mine, I can't go wrong

Love in song - Love in song»

Durante los ensayos y trabajos de mesa, Lenna defendía a David, se divertía y se reía con su mediocridad y estupidez escondida de humor. No podía tolerarlo, esos recuerdos parecían tan presentes.

«I can see the places that we used to go to now

Happiness in the homeland»

"La felicidad está en el hogar" eso decía Paul. Eso cantó Paul. Esta canción tiene desde 1975 y yo la escuchaba veinte años después, pero fue justo en ese momento en donde pude entenderla en su totalidad. Donde comprendí a que se refería. Y tenía tanta razón. Mis mejores momentos con Lenna no fueron en el escenario, si no en nuestra casa.

«Happiness in the homeland»

Pero ¿En cuál de todas las casas que tuvimos? En todas, no importaba el momento, la hora ni el lugar. Su plena presencia y sonrisa, alegraban mi día y mi vida.

«My eye cries out, a tear still born misunderstanding

Love in song - Love in song»

Y ahora de pensar que rara vez nos vemos, o cuando eso sucede nos peleamos, y que ya ni siquiera vivimos juntos, simplemente me hace llorar...

«I can see the places that we used to go to now

Happiness in the homeland»

Pero no, ¡no y no! No podía tolerar la idea de saber que perdería a Lenna así, de la manera más baja, cruel y terrible posible. Era algo que no superaría jamás. Todas nuestras bellas vivencias llegaron a mis ojos a través de un torbellino.

«Happiness in the homeland»

Y era inaceptable perderla, no lo iba a hacer. Si ese David quiere pelea, no se lo dejaré tan fácil.

«My, you're so fine when love is mine, I can't go wrong

Love in song - Love in song»

Y así acabó la canción. Yo siempre disfrutaba al cantar, al tocar, al estar frente a las personas, parado en un escenario. Pero un nudo en la garganta se hizo presente al escuchar los aplausos de la gente, mis lágrimas no tardaron en salir. Nadie pensaba que ese par fuera pareja, ¿por qué sería novios? No había ninguna razón lógica para pensar así.

Yo iba a llorar ante todos, pero el sonido del bombo de la batería que sonó estrepitosamente, detuvo mis lágrimas. Volteé y ¡Era ese imbécil! Tocando como idiota sobre la batería, destruyendo las baquetas. De pronto, Lenna llegó corriendo y se apoderó del micrófono. Los dos se pararon frente a él y la audiencia siguió gritando y aplaudiendo.

David se puso frente al micrófono y emuló la cosa más espantosa que he escuchado.

Aurgggggggggggg.

Todos quedaron sordos cuando escuchó eso.

El colmo de la vergüenza ajena, fue cuando Lenna también lo hizo.

Ambos se pusieron a un lado del micrófono y siguieron haciendo:

AURG, AURG, ¡AUHHHHH!

—¿Qué es esto? —interrumpí entre ambos— ¿Un aullido?

—No, vejete—dijo David y me contuve para no darle un buen merecido puñetazo—. Es un aullazo.

—¿Un qué?

—¡Un aullazo! —siguió Lenna— AUUUURGGGGGGG .

Siguieron así, pronto, la gente comenzó a imitarlos. No soporté y me marché del escenario, me escondí en lo más recóndito de los camerinos, no volví a salir en lo que restó de concierto.

(...)

Y era cuestión de horas para saber lo obvio.

Lenna Vail Epstein recogía sus cosas, empacaba sus cosas frente a mis ojos.

—No sé si sea demasiado evidente, pero..., me voy con David. He empezado una relación con él. 

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