24. Dear Boy

Mi casa parecía un buffet de abogados, pero eso sí, yo no tenía razones para involucrarme, tocaba el piano intentando aprender una nueva melodía, aun así podía escuchar todo perfectamente, mi sonrisa era divertida y en cierto grado hipócrita, pero no me sentía feliz, las cosas para Lenna y consecutivamente para mí iban de mal en peor.

¿Puedo agregar la palabra "felicidad incomoda"? Pues eso sería exactamente lo que me describe ahora mismo. De verdad quiero marcharme, pues no soporto por ningún motivo las peleas, sea de lo que sea. Bueno, a menos de que yo estuviera involucrado. ¿No? Ahí, no hay manera de zafarse. Pero ser espectador en una, es muy difícil.

Mientras tanto, les diré que pasó días antes. Era claro que Jade me corrió de la casa y volveríamos a pelear por la custodia de John Julian. Pero ¿Por qué? Él tiene derecho a estar conmigo. Bueno, eso no es lo que prefiere Jade, pues ella siempre tiene el afán de discutir.

Le informé que había regresado con Lenna, y no sólo eso; la llevé a casa y le informé que era, oficialmente, mi novia.

—Me ayudará a empacar—le dije.

—¿Con qué dinero vas a vivir, Charles? Te recuerdo que por culpa de esta, perdiste todo por lo que alguna vez trabajaste.

—Bueno, algo se presentará. Además, tengo algo de dinero ahorrado, con lo que podremos adquirir una nueva casa o así.

—De acuerdo, estoy segura de que ambos saben muy bien lo que significa...

—¿Problemas legales, demandas de custodia y más días en un jurado? Bien, estoy dispuesto a pasarlo—dije determinante.

—Le diré al juez de todo el maltrato físico que ejerciste sobre mí durante nuestro matrimonio.

—Hazlo, lo aceptaré porque fue cierto. No te atacaré sucio, Jade—dispuse—. No voy a jugar así. Tú puedes hacer lo que quieras, pero la tramposa has sido tú. Y eso es más que claro.

—¿Y? Sabes que es la manera más fácil de ganar. Y David no se quedará atrás—se puso frente a las escaleras e impidió nuestro camino—. Al contrario, el sufrimiento será tan alto, que no podrán con más.

—Estando juntos, superaremos todas las adversidades—tomé la mano de mi novia, esquivamos a Jade y subimos por las escaleras.

Ya ahí, comprendí que el daño emocional duele más con palabras. No sabes los hechos, y tu mente sólo te hace malas pasadas, usando como base las palabras que tanto te han dado escarmiento. Eso es peor que cualquier golpe.

—Lo siento tanto—dijo Lenna mientras empacábamos las cosas—. Debí haberme casado con él. No quería que te separaran de tu hijo.

—No lo hará, no tiene el valor—comenté.

—Pero ¿Y si lo logra?

—No lo permitiré. No tienes por qué preocuparte, tranquila. No me perdonaría si accedías a ser la esclava de Quiroz, y menos el daño que este te provocó.

—Oh, gracias, gracias. Te juro que encontraremos una salida más gratificante.

Terminamos de empacar. Ese día, me di cuenta de que Lenna fue la primera en romper los obstáculos, pero no era la única que debía hacerlo. Yo también debía superar esas propias fronteras, y no estaba teniendo el valor para hacerlo. Pero el destino me obligó.

Bajamos rumbo a la salida. Jade estaba con John Julian, a quien cargaba amablemente en las piernas. No sólo eso, había una llamada que me esperaba.

—Es tu madre—dijo Jade.

Lenna me dijo a través de su mirada que debía contestar. Pero yo desistí.

—Le hablaré después—dije.

—Ella en serio quiere hablar contigo.

—No puedo hoy, lo haré mañana sin falta.

—¡Charles! Contéstale a tu maldita madre.

—¡No! ¿Qué me dirá?

—Pues no sé.

Tomé el teléfono y le colgué al instante. Sabía muy bien lo que me iba a decir. Ella siempre fue partidaria de Jade, y era muy influenciable por ella. Así que no era un secreto saber lo que me quería decir.

—¿Para qué? De todos modos, no la escucharé.

—John Julian—dijo su madre—. Tu padre nos abandonará. Te volverá a dejar otra vez. Despídete para siempre.

Supe que Jade pretendía usar todas sus tácticas para impedir mi ausencia. Así que yo debía reaccionar.

—No mientas, no es necesario hacer esto. No lo dejaré de ver—dije.

—¿Es cierto, papá? —preguntó mi iluso niño.

—¡Sí, Julian! —gritó Jade— Te dejará para siempre.

—¡Ya basta, Jade! Deja de mentir, lo has usado para tus horribles propósitos. ¿Quieres hablar con sinceridad a tu hijo? Bien, porque yo también puedo sacar tus trapos sucios.

—¡Silencio!

—Dennis y los otros sujetos no son amigos de tu madre, Jules. ¡Son sus amantes!

—¿Qué es un amante? —preguntó mi hijo.

—¡Ya cállate! No sigas más.

—¿Quieres eso? Porque puedo continuar con una larga lista.

—¡Ya basta, Charles! Detente.

—La que debe parar, eres tú. John Julian, eres muy pequeño para entender la verdadera situación, y tal vez te la explique en otro momento. No te voy a dejar, no te voy a abandonar. Simplemente, dejaré de vivir en esta casa. Hay cuestiones que papá y mamá no pueden resolver más que con un juez en frente. Y por eso me voy, pero no es sinónimo de que te vaya a abandonar—lo cargué y lo miré fijamente a los ojos— ¿Comprendes?

—¿Te vas a ir con ella? —señaló a Lenna.

—Sí.

—¡Llévame!

—¡No! —Exclamó su madre.

—Con gusto te llevaríamos, campeón—le di un beso en la mejilla mientras lo cargaba—, pero no puedo. Te tienes que quedar con tu mamá, pero no será por mucho.

—¿No me dejarás?

—No, y mejor grábatelo bien.

Le di otro beso y lo establecí a piso firme. El teléfono no dejaba de sonar, pero nadie quería responder. Volví a tomar mi maleta y Lenna me ayudaba con otras cosas.

—Te llamo luego, campeón.

Seguimos caminando hasta la puerta, pero Jade era imparable.

—¡Maldita seas mil veces, Helenna Vail Epstein! Espero que caiga en tu conciencia haber separado a una familia.

Pensé que ella no respondería. Pero siempre es una caja de sorpresas inigualable.

—No se puede separar lo que nunca existió—finalizó.

Casi quería reírme, pero me contuve. Salimos corriendo hasta el automóvil y entramos en él, antes de seguir soportando los insultos de Jade.

Fue un gran momento. Demostramos que nuestra unión era más que segura e imparable. Podríamos con esos y muchos más obstáculos.

Y uno de esos, era el de ahora...

Intento tocar el intro de "She's a Rainbow" de los Rolling Stones. Pero la canción dulce hace más tétrico el momento. Así que hago algo más elaborado, por ejemplo...

https://youtu.be/zPTKv26G4p4

«I guess you never knew, dear boy, what you had found

I guess you never knew, dear boy, that she was just the cutest thing around

I guess you never knew what you had found, dear boy»

Los involucrados dejan sus asuntos principales por tomarme atención. Y no sólo eso, Lenna se une súbitamente a mi lado.

«I guess you never saw, dear boy that love was there

And maybe when you look too hard, dear boy, you never do become aware

I guess you never did become aware, dear boy»

Esto es justo lo que le estoy cantando a ese estúpido, quien sigue hablando con su abogado, poniéndose de acuerdo para sus terribles tretas. Pero eso no me importa. Lenna me acompaña en estos coros y también es parte de la melodía de mi vida.

«When I stepped in, my heart was down and out

But her love came through and brought me 'round

Got me up and about»

Yo toco el piano con gran énfasis. El abogado que se supone defiende a Lenna se ha quedado callado. Nosotros seguimos cantando como solíamos hacerlo antes, y como debíamos haberlo hecho siempre.

«When I stepped in, my heart was down and out

But her love came through and brought me 'round

Got me up and about»

Tal vez Quiroz no conocía nada de Paul, pero no era idiota. Sabía y conocía el inglés, y esa canción es muy directa. Dice claramente ¡Querido chico! Perdiste el gran amor de una increíble mujer, y nosotros estaremos juntos. ¡Qué pena por ti, querido chico! Sí, es lo que exclamo y pienso. Lo que cantamos al unísono y él puede comprender.

«I hope you never know, dear boy, how much you missed

And even when you fall in love, dear boy

It won't be half as good as this »

«I hope you never know how much you missed

Dear boy, how much you missed, dear boy »

Cómo sabemos, la canción fue escrita para Joseph Melville See, ex esposo de Linda McCartney y padre biológico de Heather. Fue un modo de respuesta. Joseph le dijo a Linda que Paul estaba loco y que debía cuidarse de él. McCartney le respondió de esta manera, y yo uso su misma arma en contra de David.

Al compartir esta grata melodía con Lenna a mi lado, puedo saber que tiene más fuerza y resistencia. No nos importa lo demás, ni lo que ese malnacido haga para perjudicarnos. Esta más que claro que el amor que sentimos perdurará hasta el final, y más allá, incluso.

Terminamos de cantar y creo que era lo que los otros esperaban.

—Señorita Vail Epstein, por favor, regrese—dijo el abogado de Quiroz.

Él era el único que hablaba. Su cliente cobarde se mantenía al margen y sin decir ninguna palabra. Pero sé muy bien que escuchaba.

—¿Nos haría el favor de mantener el silencio, señor Vandebilt? —dice él que hizo la pregunta anterior.

—Es mi casa.

—Supongo que tendremos que ir a otro lugar.

—No diré más...

Me senté en mi sillón. Oh, sí, olvidé decirlo. Con los pocos ahorros que poseíamos, logramos alquilar un pequeño apartamento en el centro de la ciudad. Sin embargo, no estaba muy lleno aún. Nuestras antiguas parejas literalmente nos dejaron sin nada.

Los muebles que teníamos en el departamento inicial quedaron a manos de David. Y bueno, creo que está de más decir que no será lo único que posea.

Todo empeoró, es una demanda. La demanda por falta de compromiso y otros daños perjudiciales. Los abogados llegaron a un trato que no solo jode a Lenna totalmente, me jode a mí también, todo nuestro trabajo, nuestras canciones, nuestro ritmo, absolutamente lo que era mío en cierta parte (y divinamente) se iba a manos de ese payaso. Me siento mal, indiferente y completamente decaído, pero Lenna hizo algo que me dejó sin palabras.

—Nos pasamos a retirar—dijo el abogado de Quiroz y cargó su portafolio—. Vamos David.

—En seguida—el cobarde que no se atrevía a hablar, finalmente dijo una palabra.

—Espera un momento—Lenna lucía normal, o por lo menos intentando recordar el shock del porque le había pasado todo eso—. David, necesito decirte algo.

— ¿A solas? —su mirada de galán volvía. Que no sea nada malo, por favor.

—No, al contrario, quisiera que todos escucharan.

¿Qué le dirá?

—Sigues siendo la mierda de persona que conocí.

—Ja—se burla engreído—. Pues tú eres una estúpida.

—Sí—acepta valientemente.

Estaba sentado en el sillón, pero caminé hasta el lugar de la futura confrontación. Estoy dispuesto a defender a mi novia de estos insultos, pero ella sostiene mi brazo y controla mis ganas de golpear a ese patán. Continúa hablando:

—Soy una estúpida, pero no es novedad; fue desde el 2014 cuando te empecé a hablar, no sé qué te vi, no solo era estúpida; era retrasada, ciega, incapaz de pensar y darme cuenta de que sigues siendo esa persona tan asquerosa y repugnante que conocí, no sé porque creí que cambiarias, las adefesios humanos y los cerdos como tú nunca cambian.

—Bueno querida Lenna—al parecer a ese imbécil le gustaban sus insultos—. Desquítate todo lo que quieras, de todas formas, seré lo que tú digas, pero no me importa, gané todo ABSOLUTAMENTE TODO; tu dinero, el dinero de ese imbécil—volteó a verme, Dios, si Lenna me suelta soy capaz de matar a ese sujeto—. Y ¿Tú con que te quedas? Ni siquiera con tu dignidad.

Esto ya es suficiente, me dirijo frente a él y sostengo bien mis puños, lo golpearé todo lo que pueda, haré que todo el maldito dinero se lo gaste en terapias del hospital a donde lo voy a enviar.

—Tienes razón—Lenna volvió a detenerme—. Tú te quedas con eso, y yo sin nada, pero con lo que yo me quedo vale más que todos esos millones—tomó mi mano con firmeza—. Me quedo con el amor real, me importa más que mi dignidad, y, eso, querido David, nunca en tu vida lo tendrás, ni aunque lo pagaras.

—Las personas nunca cambian—guiñó tercamente.

—Y como dice Paul: No puedes comprarme amor.

Creo que esa frase fue lo suficientemente buena y grata como para hacer que David se diera cuenta de lo estúpido que es. Él tragó en seco, tomó su abrigo, (siempre con sus intentos estúpidos de parecer gánster), realmente luce como alguien tan pobre (mentalmente), como un idiota que no tiene amor propio ni amor por nadie más. ¿Saben qué? Se pudo haber quedado con todo lo que por ley y cósmicamente me pertenece, pero de todas formas, soy yo quien le tiene lástima, está podrido en dinero pero con falta de amor.

Su abogado abre la puerta de nuestra residencia, sale primero Quiroz, puedo notar en este, su cara todos los celos y la rabia que reluce sobre sus ojos. Me alegro, personas como él nunca encontrará la auténtica felicidad, hasta ahora soy capaz de entenderlo, pero dudo que él lo comprenda algún día.

Finalmente, nos hemos quedado solos. Ella se sienta en el sillón y no deja de suspirar. Me siento molesto, demasiado diría yo. Todo mí trabajo, si más bien MÍO, se fue al carajo. Pero no me daré por vencido, es más, será una nueva oportunidad y levantarse más fuerte que nunca, hasta ahora me doy cuenta. Agradezco a David Quiroz por hacerme valiente y enfrentar todo lo que más temía, pero ahora es mi turno de volver al juego.

Nos quedamos callados, hasta que Lenna habla:

—No sé cómo explicar esto—dice con conflicto —, pero tal vez no tenga justificación, o tal vez sí. No sé cómo pedirte perdón de una manera en que yo pueda arrepentirme de verdad. En la vida, yo siempre he sido el "plato de segunda mesa" de los demás; su segunda opción, su premio de consolación. Con David lo fui en el 2015, a principios de ese mes, me hizo creer que era única y que él nunca volvería con Amanda. Pero eso era mentira, volvió a hacerme lo mismo ahora y yo caí. Yo para David solo soy una máquina de besos, su pañuelo de lágrimas, su confesionario de quejas y saco de dinero. No sólo para él, otras personas como Giovanni Akrore tan solo me buscaban para lo mismo. Me decía a mí misma una y otra vez que sería la última vez que alguien me haría eso, pero es un círculo en él que caía sin darme cuenta. Muchos chicos me hicieron lo mismo, incluso amigos. Solo me buscaban para un momento de diversión o un par de besos. Nunca me preguntaron cómo estaba yo, o como me sentía, siempre sabían que Lenna Vail Epstein estaría ahí sin decir nada y accediendo a lo que pidieran, en parte era una desgarradora verdad. Por eso me aislé de todos en segundo año, no quería que nadie más me lastimara. Llegué a la conclusión que si yo no podía decirle "NO" a una persona, entonces debería mantenerme lo más alejada de ella, de todos en general. Estaba tan acostumbrada a lo mismo que, cuando llegaste tú fue algo que mi cerebro no pudo comprender, ni siquiera mi corazón. No podía creer que había una persona que en serio me quería solo a mí, que yo fuera su primera opción y no sólo me quisiera para pasar el rato. Era tanta mi confusión que por eso decidí volver con David, no es algo que queramos las chicas o sea intencionalmente. Pero es como quitar al cerdo de su chiquero, imposible porque siempre preferirán revolcarse en mierda, a pesar de que tengan la oportunidad de salir de ella. Es inconsciente e incontrolable.

No dije nada, simplemente, dejé que se recargara en mi hombro, para que llorara cada vez más. Yo siempre juzgué a Lenna diciendo que me había tratado de su plato de segunda mesa, pero es porque ella lo había sido desde el principio para otras personas. Es un círculo vicioso, yo, como hombre maduro lo sé y admito. James Vandebilt golpeó hasta al fin a mi madre Mary, yo hice lo mismo con Jade y John Julian, pero así como yo me arrepentí a tiempo, Lenna también puede hacerlo.

—Se llevó todo—dice Lenna sin aguantar las lágrimas— ¡Absolutamente todo! No puede ser...

—Tranquila, mi bella... —Acaricio su cabello y pongo mi nariz sobre su cabeza.

—¡Es que no es nada justo! Oh, Charles. Bien dicen que uno recibe lo que da. Comprendo ahora tu enojo y rabia cuando yo estuve en el lugar opuesto. Perdóname, nunca debí irme con él. ¡Todo fue un gran error!

—Lenna—tomo la palma de sus manos y la miro directo a los ojos—, dime una cosa ¿Alguna vez te gusté antes de esta experiencia?

—Oh—se suelta y camina hacia la ventana—. No lo sé... ¿Yo?

—Te seré sincero, completamente sincero—trago saliva—: Hace años, cuando te veía en clase, podía sentir las fuertes miradas que no te molestabas en esconder o disimular. Sabía muy bien que no tomabas ningún apunte, tus ojos hipnóticos sólo me miraban a mí y nada más.

—Ha sido una vergüenza que te des cuenta de eso.

—No, pero está bien. Créeme que lo está; lo acepto con firmeza. Y pues, al principio, yo no me sentía atraído a ti. Pero las experiencias y, más que nada, cruzar por la amargura de tu ausencia, me hicieron saber y/o decidir que no puedo vivir sin ti. ¿Y tú?

—Charles, siempre he tenido complejos y problemas para identificarme y para aceptar las cosas—dice y camina de regreso a donde estaba conmigo—. A pesar de que lleváramos tiempo viviendo juntos o así, fue en un momento donde dije que me gustabas, y desgraciadamente fue cuando Jade me amenazó. Pero no podía ocultar más lo que sentía por ti. Sin embargo, actué como una idiota. ¡Oh! No sé cómo me has tenido paciencia, no debiste hacerlo. Merezco tu desprecio.

—"Lovely Lenna", de eso se trata el amor real. Y yo te respeto, y admito que algunas veces fui un desgraciado contigo. Pero reconozco mi error, y te juro, realmente te juro que no volveré a herirte—. Toco suavemente su rostro y la palidez de su piel.

—Pero Charles, lo que tú hiciste no es nada a comparación de...

—No digas más. No habrá más rencores. Pudimos salir del fango y la miseria antes, lo haremos ahora—le doy un abrazo—. Volveremos a hacerlo ahora.

—¿Seguro?

—Sí Lenna, porque tú y yo somos una misma persona. Un ente que, a pesar de que tiene dos cuerpos distintos, estamos unidos por una fuerza mayor y un cordón amarrado en nuestro corazón y mente. Esto recuérdalo por siempre.

—Sí... —Se limpia las lágrimas.

—Por eso yo sabía que no te ibas a casar con David, porque estamos juntos de una forma eterna e inmaterial.

—De acuerdo...

Quiere darme un beso en la boca, pero...

—No—ahora yo me alejo—. No, no, no. Estrenaré la delicia de tus labios en el momento indicado.

—¿Estrenar? ¿De qué hablas?

—Ya lo verás...

—Pero Charles, tú y yo ya hemos...

—¡En el momento indicado, dije!

—De acuerdo... —Sonríe con sutileza. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top