𝒗𝒊𝒊. 𝖽𝖾𝖺𝗅𝗌, 𝖽𝗋𝖾𝗌𝗌𝖾𝗌, 𝗌𝗎𝗂𝗍𝗌 𝖺𝗇𝖽 𝖽𝗋𝗂𝗇𝗄𝗌...

CAPITULÓ SIETE
TRATOS, VESTIDOS, TRAJES Y TRAGOS...


━━ EL AIRE EN LA CASA de los Shelby estaba tenso.

Polly había llamado a Eda rogándole que viniera, y Eda estaba aterrorizada al escuchar la urgencia de Polly.

─¿Polly?─ Eda gritó, entrando con cautela en la casa.

─En la cocina─ Polly volvió a llamar.

Eda se dirigió a la cocina de los Shelby, donde encontró a Polly sentada a la mesa con una taza de té, con las manos cubriendo su rostro con frustración.

Eda se sentó rápidamente en la silla junto a Polly.

─¿Qué ha pasado, Pol?─

─Ada y Freddie estaban casados─

Eda palideció ─¿Sus hermanos lo saben?─

─Todavía no─ Suspiró Polly ─Thomas es el único que me preocupa. Por eso estás aquí─

Eda levantó una ceja con preocupación ─No creo que sea suficiente esta vez─

Polly se rió entre dientes ─Tal vez no, pero ciertamente ayudarás─

Las mujeres se distrajeron con el sonido de la puerta principal al cerrarse, y Eda identificó los pesados ​​pasos de Thomas entrando a la cocina.

─Tiempo de la función─ Eda sonrió nerviosamente a Polly, quien compartía la misma mirada.

Thomas se dirigió a la cocina, se quitó la gorra y se sentó al lado de Eda.

─¿Y bien?─ Preguntó Thomas mirando entre las dos mujeres, confundido por sus expresiones nerviosas.

─¿Estás armado?─ Preguntó Eda seriamente, agarrando cuidadosamente su mano debajo de la mesa.

─¿No?─

─Entonces te lo diré─ Polly se sobresaltó, todos los rastros previos de nerviosismo desaparecieron de su rostro ─Ada y Freddie Thorne se casaron hoy. Desafiaron tus órdenes, no han salido de la ciudad─

Eda sintió que Thomas se tensaba bajo su agarre y, sin pensarlo, colocó la otra mano sobre su rodilla en un esfuerzo por mantenerlo calmado.

Ella apretó su mano y sintió que él se relajaba un poco, pero apretó su agarre en su mano.

─Me ocuparé de eso─

Polly entrecerró los ojos hacia su
sobrino, ─Thomas. '¿Me ocuparé de eso?'─

─¿Dónde están?─

─Los camaradas de Freddie tienen casas seguras. ¿Por qué quieres saberlo?─ Preguntó Polly, lanzando una mirada rápida a Eda.

─Quiero enviarles flores. ¿Por qué
crees?─ Thomas comenzó a alzar la voz, mientras su enojo y frustración crecían.

Eda se dio cuenta de que era su momento de intervenir y tratar de mantener a Thomas tranquilo para que Polly pudiera convencerlo de que la dejara manejar a Ada y Freddie.

─¿Sería tan malo si se quedaran?─ Preguntó Eda, atrayendo la atención de Thomas hacia ella.

Ella verdaderamente no entendía por qué Thomas estaba tan ansioso por alejar a su hermana del hombre que amaba.

Eda sabía que si fueran Marck y ella, nunca le hablaría de nuevo.

Thomas suspiró, derrotado, su mirada dura se suavizó al ver la expresión inocente de Eda.

─Prometí sacar a Freddie de la ciudad─

─¿Prometiste a quién?─ Espetó Polly.

─Le dije a los policías que Freddie no volvería. Es parte del trato─

─¿Qué maldito trato?─ Preguntó Eda con tristeza, quitando sus manos de Thomas y alejándose.

Thomas se estremeció levemente cuando sintió que Eda se alejaba de él.

─¿Qué pasó con los votos familiares? ¿Qué pasó con las reuniones?─ Polly siguió gritando, su frustración con Thomas crecía.

─Si me dejas tratar con Ada y Freddie, todo terminará en paz─ Thomas suplicó con cansancio, manteniendo su mirada en Eda, quien lo fulminó con la mirada.

─Cristo sabe que te has hartado de la
guerra─ Polly se burló.

Thomas hizo una mueca ─Saca a Freddie de la ciudad, Pol, o me encargaré yo mismo─

Thomas se puso de pie y salió furioso de la cocina, Eda lo siguió rápidamente, lanzando una mirada de disculpa a Polly.

─Thomas, no hemos terminado aquí─ Eda agarró su muñeca, tirando de él para que la mirara.

─Bueno, yo he terminado─

Eda puso los ojos en blanco ante el hombre inmaduro ─¿Por qué irías detrás de tu hermana de esa manera, vendiendo a Freddie por un trato?─

El rostro de Thomas se endureció y trató de darse la vuelta y seguir caminando, pero Eda se apresuró a bloquear su camino.

─No me moveré hasta que me lo digas─ Eda plantó sus pies tratando de demostrar su punto mientras levantaba una ceja hacia Thomas, desafiándolo.

Thomas reprimió una sonrisa a la adorable
mujer ─¿Por qué ninguno de ustedes puede entender que todo lo que hago es tratar de mantenernos a salvo, si, para mantenerlos a salvo?─ Thomas dijo desesperadamente, agarrando las manos de Eda y atrayéndola hacia él.

Eda apoyó las manos en su pecho mientras se acomodaba en sus brazos, dejándolo envolver sus brazos alrededor de su cintura.

─Ada nunca te perdonará. Tienes que arreglar esto. Freddie es tu hermano ahora, no puede ser garantía de un trato─ Eda habló en voz baja.

Thomas siguió mirando a Eda, preguntándose qué hizo para ganarse el tener a Eda en su vida.

─Para que conste, nos mantenemos a salvo todos. No es necesario que hagas todo por tu cuenta. Déjanos ayudarte, Tom─

Thomas sonrió ─Confía en mí, amor, entre tú y Polly apenas puedo hacer algo por mi cuenta─

Eda se rió levemente, sonriendo al hombre por el que estaba llegando a querer.

─Bueno, será mejor que me vaya entonces. Cheltenham es mañana, y necesito mi sueño reparador─ Eda  juguetonamente le guiñó un ojo a Thomas, antes de dejar la casa de los Shelby y regresar a la suya.

El corazón de Thomas se aceleró con anticipación por el día siguiente. En parte debido a los nervios ya que no podían permitirse el lujo de joder a Cheltenham, pero sobre todo por la emoción de su primera cita oficial con la mujer que ha anhelado desde que era un niño.









































Eda apenas podía contener su emoción cuando comenzó a despertarse a la mañana siguiente.

Su estómago estaba lleno nervios, anticipándose a las carreras de Cheltenham.

Ella sonrió suavemente, pensando en Thomas y su cita.

Aunque el propósito de ir a Cheltenham era por negocios, Eda tenía la intención de aprovechar al máximo su tiempo con Thomas.

No sabía de dónde venían sus sentimientos repentinos por él, pero Eda sabía que estaba feliz de que él estuviera en su vida y casi se sentía culpable por la forma en que lo juzgó a él y a su familia en el pasado.

Eda se frotó los ojos para quitarse el sueño y comenzó a prepararse para las carreras. A decir verdad, estaba molesta porque Grace iba a estar en las carreras, y estaba decidida a eclipsarla y asegurarse de que la atención de Thomas nunca se desviara.

Eda sonrió al ver el vestido azul sedoso que compró con Ada.

El color favorito de Thomas era el azul y Ada le aseguró a Eda que a Thomas le encantaría el vestido ajustado.

─¡Eda!─ Llamó Marck, entrando en su casa y corriendo escaleras arriba hacia la habitación de Eda.

Eda puso los ojos en blanco, pero siguió maquillándose mientras Marck irrumpía en su habitación y se acostaba en la cama.

─¡Bueno, mírate! ¿A quién estás tratando de impresionar?─ Bromeó Marck.

─Vete a la mierda, MacMac. ¿Qué quieres?─ Eda suspiró, ya molesta por su gemelo.

─Relájate, Dada. Tommy me envió, se está retrasando y no quería que pienses que te dejo plantada o rechazada─

─¿Por qué no pudo llamarme para
avisar?─ Preguntó Eda.

Marck se encogió de hombros ─No lo sé, Eda, ¿me parezco a tu novio? Solo hice lo que me pidió─

Eda puso los ojos en blanco ─Él no es mi novio, MacMac─

─Lo que digas, Dada. Pero ciertamente no es solo un socio comercial─

─En serio MacMac, vete a la mierda. Pero mientras estás aquí, necesito que me hagas un favor cuando estemos en Cheltenham─ Eda dijo seriamente, apartándose de su vanidad hacia Theo.

─¿Qué?─

─Mantén a Grace alejada. No me importa lo que tengas que hacer, solo mantenla alejada de Thomas y de mí. No quiero verla, joder, a menos que sea su hora de endulzar el trato con
Kimber─ Eda se estremeció de disgusto al pensar en la camarera.

─No tengo quejas aquí, Dada. Creo que le
gusto─ Marck sonrió a su hermana.

─En tus sueños pendejo─ Eda se rió.

Marck se levantó de la cama de Eda y caminó hacia la ventana de su dormitorio que daba a la casa.

Movió la cortina y vio que el auto de Thomas comenzaba a detenerse cerca de su casa, con la camioneta de los otros chicos detrás de él.

─Vamos, entonces Eda, ¡Suficiente maquillaje! El chico amante está aquí─ Marck se rió, esquivando la almohada que su hermana le arrojó.

Eda se puso sus tacones negros, agarró un bolso antes de enderezar su postura y unirse a su hermano en la planta baja.

Marck ya estaba en la puerta, charlando con Thomas.

El sonido de los tacones de Eda llamó la atención de Marck, y salió por la puerta detrás de Thomas dándole palmaditas en el hombro mientras se dirigía a la camioneta.

Thomas encendió un cigarrillo mientras se apoyaba en el marco de la puerta, con la cabeza inclinada hacia un lado mientras Eda bajaba las escaleras.

Thomas sintió que el aire abandonaba sus pulmones cuando la vio con el sedoso vestido azul ceñido.

Eda sonrió, feliz con su reacción.

─Thomas─

─Eda─ Thomas exhaló.

Buscó a tientas otro cigarrillo de su chaqueta para Eda, inclinándose para encendérselo.

Mientras Eda fumaba, la mirada de Thomas estaba atrapada en sus labios, cubiertos con un lápiz labial, envuelto alrededor del cigarrillo.

─Vamos, querida. No querrías hacer esperar a tu hermano─ Thomas le ofreció su brazo a Eda, pero ella tomó su mano en su lugar, dándole un suave apretón.

─Por supuesto─ Eda sonrió ─Entonces, ¿vamos a buscar a Grace ahora?─ Preguntó Eda, tratando de ocultar el desdén en su voz.

Thomas se rió entre dientes ─Ya está en la camioneta con los demás─

Eda no pudo ocultar su sonrisa de sorpresa ─En la ¿camioneta? ¿No vendrá con nosotros?─

Thomas negó con la cabeza ─No. Marck la está cuidando hoy, así que ella puede ir con él─

Thomas puso su mano en la parte baja de la espalda de Eda y la condujo hacia su auto.

Abrió la puerta para ella, susurrando que estaría de regreso antes de caminar hacia la camioneta con los demás.

Grace se sentó al lado de Marck en la parte de atrás, con Arthur y John en el frente.

Tenía los brazos cruzados, la cabeza gacha, negándose a mirar a ninguno de los hombres en el auto.

─¿Está todo bien, Tom?─ Preguntó Arthur, captando la atención de Grace.

Thomas se inclinó en la ventana del vehículo, asintiendo a su hermano. Cambió su atención a Marck y Grace.

─Grace, te vas a quedar con Marck. Él sabe qué hacer─ Thomas asintió hacia Marck.

La cabeza de Grace se disparó ─¿Pensé que estaría contigo?─

Thomas contuvo un giro de ojos ─No. Tengo mis propias cosas que hacer. Marck te indicará lo que tienes que hacer─

─No te preocupes, amor. Te cuidaré bien─ Marck le guiñó un ojo en broma, lo que provocó que John se riera de frente.

Grace miró al hombre a su lado antes de volverse hacia Thomas.

─Realmente estaría más cómodo con usted, Sr. Shelby─ Grace suplicó, haciendo todo lo posible para persuadir a Thomas.

─¿Pensé que querías trabajar para mí?─ Thomas escupió, cada vez más molesto con su exhibición desesperada ─Haz lo que te digo, nunca cuestiones mis órdenes─

Thomas se enderezó y comenzó a alejarse, lanzando una mirada rápida a sus hermanos indicándoles que se fueran.

Volvió a subir a su coche, mirando a Eda, que se estaba aburriendo.

─Estaba empezando a pensar que me rechazaste y que me dejaste por ella─ Ella bromeó, sonriendo juguetonamente.

Thomas rió humildemente y miró a Eda de arriba abajo ─Créeme, amor. Nunca podría dejarte por ella─

Eda le sonrió en respuesta, tratando de ocultar su sonrojo de Thomas.










































El viaje a Cheltenham fue mayormente silencioso, con Thomas y Eda compartiendo una pequeña charla, pero fue cómodo.

Los demás llegaron a Cheltenham antes que la pareja, con Grace y Marck esperándolos en la entrada trasera.

Eda podía escuchar que Grace ya le hacía preguntas a Marck sobre su misión mientras ella y Thomas se acercaban.

─¿Estás seguro de que se nos permite entrar aquí?─ Grace preguntó, mirando con cautela a su alrededor.

─Bueno, preferimos venir a las carreras por la parte de atrás. Nos mantiene fuera de problemas. Las pistas son lugares sin ley. No soporto a los delincuentes menores─ Marck dijo sarcásticamente, guiando a Grace a través de la entrada con Thomas y Eda detrás de ellos.

─De esta manera─ Thomas habló, tomando la mano de Eda, moviéndolas frente a Marck y Grace.

─¿Llegaremos a hacer una apuesta?─ La camarera preguntó de nuevo.

─No. El juego es para tontos─ Eda habló, enviando una sonrisa falsa hacia Grace.

Thomas contuvo una risita mientras continuaba guiándolos por los pasillos.

─Tienes suerte de estar conmigo o estarías desperdiciando dinero en carreras
arregladas─ Dijo Marck, tratando de poner su mano sobre el hombro de Grace, quien rápidamente lo apartó.

─Siempre me pregunté, ¿cómo arreglas una carrera?─ Preguntó Grace inocentemente.

Eda volvió la cabeza hacia la camarera ─¿Cómo por qué deberíamos saberlo?─ Dijo, mirando a Grace.

─Está bien. Señoritas, ustedes hablan─ Dijo Thomas, tratando de romper la tensión.

─¿Qué?─ preguntó Grace, sorprendida.

─Dile a seguridad que eres Lady Sarah Duggan de Connemara. Te perdiste cuando fuiste a buscar al chico que montaba tu caballo, Dandy Flower─ Marck le dijo a Grace.

El grupo siguió empujando a los invitados de las carreras y se dirigió hacia la seguridad.

Eda se rió de la portada ─¿Dandy Flower? ¿Eso es lo que se te ocurrió?─

Marck miró ofendido a su hermana ─¿Crees que el tuyo es mejor?─

Eda ignoró a su hermano y se volvió hacia Thomas ─Nos dejarán entrar Marck y a mí sin problemas. Eres mi esposo y me acompañas a la carrera de mi padre─

Eda escuchó a Grace burlarse detrás de ella.

─Vamos, chica elegante. Gánate tus tres
libras─ Dijo Eda, antes de agarrar la mano de Thomas y pasarlos por seguridad, hacia la fiesta.

Marck empujó a Grace hacia la barra mientras Thomas y Eda se dirigían hacia la música.

─Sigo prefiriendo el Garrison─ Dijo Thomas mirando a la multitud de gente rica con desdén.

Eda le sonrió al hombre ─Por supuesto que sí. ¿Qué le pareció a Arthur su regalo?─ Preguntó
Eda.

Thomas se encogió de hombros ─Sabía que le gustaría. Solo me preocupa que se beba todo─

Eda soltó una risita haciendo que Thomas sonriera.

─¿Bailas?─ Preguntó.

─Si me lo piden correctamente─

Thomas sonrió mientras inclinaba juguetonamente la cabeza ─Sra. Eda Shelby, ¿Quisiera y le gustaría bailar conmigo?─

Eda se rió, pero tomó su mano extendida, no obstante. Thomas suavemente la condujo a la pista de baile y colocó sus brazos alrededor de su cintura, acercándola mientras ella envolvía sus brazos alrededor de su cuello, jugando con su cabello.

─¿Quién dijo que tomé tu apellido? En todo caso, sería y serías el Sr. Thomas King─ Ella bromeó.

─Absolutamente no querida─ Thomas se rió, siguiendo el juego ─¿Y si los
combinamos?─ Preguntó, empujando a Eda contra él, quedando sus rostros a centímetros de distancia.

─Hmm. Shelby-King suena bien, ¿no
crees?─ Eda susurró, mirando a Thomas, los ojos yendo y viniendo de sus labios a sus ojos.

─Me gusta─










































Grace se enfureció desde su lugar en el bar junto a Marck, al ver a Thomas y Eda bailando juntos.

Apretó el vaso con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos.

Marck se dio cuenta rápidamente y le quitó la bebida de la mano, dejándola suavemente sobre la barra.

─Relájate, amor. ¿Qué te tiene tan tensa?─

─No me di cuenta de que eran tan cercanos─ Ella habló con frialdad, sin alejar nunca la mirada de la pareja de baile.

Marck se dio cuenta de a quién estaba mirando y se sintió desinflado ─Oh, ¿Tom y Eda? El a estado obsesionado y fascinado con ella desde que éramos niños. Sin embargo, ella nunca le dio la hora del día hasta hace poco. Pueden negarlo todo lo que quieran, pero todos saben que tienen sentimientos el uno por el otro─

Grace asintió rígidamente, tratando de sacudirse la ira.

Marck no sabía por qué sentía algo por la camarera rubia, ella claramente no correspondía, pero estaba decidido a hacerla sonreír y animarla.

─Vamos amor. Vamos a bailar─ Extendió su mano hacia ella.

Grace miró su mano, pero eventualmente la tomó y le envió una suave sonrisa. Marck condujo suavemente a Grace a la pista de baile y tomó su mano mientras la otra rodeaba su cintura.

Ella colocó su otra mano sobre su hombro y sonrió cuando él comenzó a guiarlos por el piso.

No sabía por qué era tan fría con el King, él no había sido más que amable con ella, pero estaba cegada por su atracción por Thomas.

Marck no intimidaba a los demás como lo hacía Thomas, pero eso no significaba que fuera menos peligroso.

No podía negar que era guapo, y Grace nunca esperó que los gánsteres pudieran ser tan amables. Estaba empezando a aceptar que no tenía ninguna posibilidad con Thomas.

Incluso un ciego podía ver que estaba envuelto con fuerza alrededor del dedo de Eda, y Eda seguramente la mataría si hacía algún avance.

Marck, por otro lado, era un blanco fácil y haría que su misión fuera mucho más fácil. Grace ignoró la voz en la parte posterior de su cabeza que le decía que era una mala idea e hizo una nota mental para informarle al Sr. Campbell en su próxima reunión.

Por el rabillo del ojo, Marck vio que Tommy asentía discretamente hacia él, así que comenzó a guiar a Grace hacia una salida lateral.

─O tu pierna izquierda es más fuerte que la derecha o nos escapamos─ Grace dijo sospechosamente, notando que Marck tiraba de ella hacia la puerta.

─Ninguno─ Habló en voz baja, tomando su mano para acelerar su paso.

─Espero que esto no involucre cuchillas de afeitar─ Grace trató de bromear.

─Thomas decidió ascender en el mundo. Convirtiéndose en un hombre de negocios legítimo─ Dijo Marck, dándole una sonrisa juguetona.

Grace se detuvo en seco y le dirigió a Marck una mirada desconcertada ─Dios mío. Hablas en serio─

Marck le guiñó un ojo en respuesta, esperando a que los otros hombres los encontraran en la puerta con el dinero robado.

Arthur atravesó las puertas, poniendo las bolsas de dinero a los pies de Marck ─Perseguimos a los Lee a través de la pista, justo por la carretera de Devon. Recuperamos cada centavo─

Marck se inclinó y comenzó a rebuscar en las bolsas, contó rápidamente el dinero y tomó nota mental. Marck se colgó la bolsa al hombro mientras Arthur miraba a Grace, tratando de recuperar el aliento.

─Bonito vestido. Puedes usarlo en mi
pub─ Sonrió, complacido.

─Invita a los chicos a una bebida. ¿Alguien está herido?─ Preguntó Marck.

─Algunos cortes y magulladuras─ Arthur se encogió de hombros.

Marck rápidamente le dio una palmadita en el hombro antes de llevarse a Grace de vuelta a la barra y darle a Thomas la bolsa de dinero.

Thomas le lanzó a Marck una mirada de agradecimiento antes de tomar la mano de Eda y pasar junto a Marck y Grace hacia Billy Kimber, que estaba sentado en una mesa grande con su contador.

─Su dinero, Sr. Kimber─ Tommy habló, tirando la bolsa sobre la mesa, su otro brazo envuelto alrededor de la cintura de Eda ─Rescatado de los hermanos Lee y devuelto a usted con una solicitud de audiencia justa─

Kimber los miró impasible, con el cigarro colgando perezosamente de la boca.

Tommy y Eda se sentaron a la mesa antes de que Tommy continuara ─Su propia protección está fallando, Sr. Kimber. Sus muchachos están aceptando recortes. Quiero sugerirle que, de ahora en adelante, contrate la seguridad de la pista de carreras con los Peaky Blinders. Nosotros le ahorraríamos mucho dinero, Sr. Kimber. A cambio, usted nos da el cinco por ciento de la ganancia y tres lanzamientos de apuestas legales en cada carrera, y no le contamos a James King sobre su fracaso. ¿Qué dice, Sr. ¿Kimber?─

Kimber se inclinó hacia delante y puso su cigarro en el cenicero ─Digo que hables de negocios con mi contador. Quiero bailar─ Kimber miró hacia Eda, dedicándole una sonrisa inquietante.

Thomas negó con la cabeza ─Mi esposa no es parte del trato. Trajimos a alguien más para usted─ Tommy levantó el brazo para señalar a Grace, que estaba de pie en la barra, hablando distraídamente con Marck.

Kimber suspiró, pero se levantó de todos modos y se acercó a Grace.

Marck apretó la mandíbula cuando vio a Kimber tomar la mano de Grace y llevarla a la pista de baile, pero sabía que no podía intervenir.

Le dolía tener que ver a Grace, que estaba visiblemente incómoda, bailar con el hombre vil, pero no tenía otra opción.

Eda se rió disimuladamente ante la mirada poco impresionada de Grace, pero volvió a centrar su atención en Thomas y el señor Roberts, que estaban resolviendo los términos de su trato.

─Parece que ustedes dos están haciendo un trato─ Kimber volvió a la mesa.

─Estamos progresando─ Dijo Roberts, sin saber a dónde iba Kimber a llevar la conversación.

─Déjame agregar una pequeña condición a la mezcla─ Kimber sonrió.

Eda y Thomas miraron al hombre con los ojos entrecerrados, y Thomas envolvió protectoramente su brazo alrededor del respaldo de la silla de Eda, mostrándole a Kimber que ella todavía así, no sería parte de eso.










































Grace regresó con Marck después del baile, quien estaba esperando con un whisky listo para la mujer.

Grace bebió la bebida, estremeciéndose por el sabor.

Marck se rió entre dientes ─Eso fue brutal de ver. Ese hombre es vil─

Grace solo pudo asentir, su atención siendo atraída por Thomas y Eda que caminaban hacia ellos con urgencia.

─Bien, escucha, todos vamos a ir a cenar a la casa de Kimber. Él tiene un lugar a un par de millas de distancia. Tengo algunos asuntos que resolver primero con su contador, así que sigue adelante, con Kimber─ Thomas le dijo a Grace.

─¿Solo él y yo?─ Preguntó, disgustada.

Marck tuvo que tragarse el impulso de estrangular a Thomas por ponerla en una posición potencialmente peligrosa, pero se contuvo.

─Sí, hasta que terminemos aquí─ Thomas hizo un gesto hacia sí mismo ─¿Está bien? Te daré otras tres libras extra por tu tiempo─

─¿Así que crees que soy una puta?─ Dijo Grace, ofendida.

─Todo el mundo es una puta, Grace. Solo vendemos diferentes partes de nosotros mismos─ Eda habló, dándole a la mujer una mirada inusualmente comprensiva.

─Querías trabajar para mí. Para hacer eso, necesitas agudizarte. El trato es que le doy dos horas contigo. Cree que es un mujeriego. Cree que puede seducirte. Cuando quieras, solo patéalo, en las bolas─ Thomas se encogió de hombros, sin entender por qué tanto alboroto.

─Soy una cláusula en un contrato─ Grace dijo, herida.

─Si quieres ser parte de mi organización, tienes que hacer sacrificios─ Thomas dijo claramente.

─¿Tenemos un trato?─ Preguntó Kimber, aburrido ─Como edulcorante, puedes probar suerte con la mía─

Eda se encogió de disgusto, sintiéndose mal por la pobre esposa de Kimber.

─Sí, tenemos un trato─ Dijo Thomas.

Eda tenía un mal presentimiento y sabía que si algo sucedía, Grace no podría controlarse.

Puede que odie a la camarera, pero Eda no se perdonaría que se aprovecharan de Grace si pudiera hacer algo al respecto.

─¿Le importa si los acompaño también, Sr. Kimber?─ Eda dijo dulcemente.

Thomas abrió la boca para intervenir, pero Eda no tardó en darle un codazo en las costillas.

─Por supuesto que no, amor. Cuantos más, mejor─ Sonrió.

Kimber llevó a las dos mujeres a su auto, ansioso por llevarlas a casa con él.

Kimber, Grace y Eda se dirigieron a la sala de billar de la lujosa mansión de Kimber.

Les sirvió una copa a todos y puso su gramófono.

─Me enseñaste en las carreras. ¿Por qué no me enseñas a bailar correctamente?─ Coqueteó, levantando a Grace de su silla.

Eda puso los ojos en blanco mientras fumaba un cigarrillo, manteniendo sus ojos vigilantes en Kimber.

─La música es demasiado lenta. Ponga un Charleston─ Grace lo intentó, tratando de alejarse del hombre.

─Bueno, entonces estaríamos muy lejos. Quiero bailar así─ Kimber apoyó la frente contra un lado de la cabeza de Grace ─Vamos. No estabas tan rígida ahí atrás, ¿verdad?─

Grace finalmente logró detener el baile y alejarse.

─¿Alguna vez has estado en una casa tan
grande?─ Kimber se regodeó tratando de acercarla más ─Mírate, pareces una maldita estrella de cine─ Kimber jugó ligeramente con las puntas del cabello de Grace.

─Quiero un cigarrillo─ Grace se movió para caminar hacia Eda.

Kimber se acercó a su carrito de bebidas y recogió un vaso, dejándolo caer exageradamente al suelo.

─Oh no, se me cayó algo. Recógelo─ Dijo seriamente, mirando a Grace.

─Recógelo tú mismo─ Eda intervino, parándose frente a Grace.

─Eres una jodida camarera. Si dejo caer un vaso al suelo, lo recoges. ¡Quiero verte
recogerlo!─ Gritó, sin prestar atención a Eda.

Kimber se acercó y agarró a Grace por detrás de Eda, empujándola contra la mesa de billar.

─Bien, pequeña escoria. He tratado de ser amable. ¡Si dejo caer un vaso al suelo, te agachas y lo recoges!─

Grace luchó debajo de Kimber, y Eda sabía que había ido demasiado lejos.

Sacó su arma de debajo de su vestido y la amartilló, captando la atención de Kimber.

─Quítate de encima de ella. Ahora─ Eda habló con calma, manteniendo el arma apuntando entre las cejas de Kimber.

─¿Qué vas a hacer con eso, amor?
¿Dispararme?─ Kimber se rió y comenzó a abalanzarse sobre Eda.

Eda cambió su objetivo y rápidamente le disparó a Kimber en el pie, haciéndolo caer al suelo.

─Levántate y enviaré otra a través de tu cráneo─

Eda corrió hacia Grace y la sacó de la habitación, tratando de encontrar la puerta principal.

Las chicas chocaron contra Thomas y Marck, quienes también las estaban buscando después de encontrar a Kimber sangrando en el suelo.

Thomas se apresuró a tomar a Eda en sus brazos, escudriñándola en busca de heridas.

Marck trató de consolar a Grace, pero la mujer seguía empujándolo lejos de ella. Grace los miró con incredulidad y salió furiosa de la casa, pasando junto a los autos.

El trío la siguió, Marck llamando a Grace ─¡Solo ve y espera en el auto!─

─¡Puedo caminar sola!─ Grace gritó de vuelta, con lágrimas corriendo por su rostro.

Marck logró persuadir a Grace para que lo acompañara a la parte trasera del auto de Thomas, y los cuatro hicieron el viaje de regreso a Small Heath en silencio.

─Al principio era Lady Sarah de Connemara. Al final, era una puta─ Grace lloró
suavemente ─Son unos malditos bastardos, ofreciéndome así─ Dijo ella furiosa, mirando a Thomas y Marck.

Thomas detuvo el auto frente al departamento de Grace. Rápidamente recogió sus cosas y salió del auto.

─Gracias, Eda─ Ella habló suavemente, antes de cerrar la puerta y correr a su casa.



















































PRÓXIMAMENTE GRAPHICS AREA

DESEOS INFAMES, JUGAR CON FLAMAS ROJAS, AHORA ES EL SUEÑO EL QUE ARDE.

OLÉ !!

Bueno espero les haya gustado, si es así no olviden votar

En otro tema, los votos son escasos y las vistas normales claro a diferencia de los votos. No se si no les está gustando la historia, no lo sé la verdad. Pero dejarla historia siempre es una opción, en fin. Disfruten ahora.

Cualquier error de ortografía o nombre distinto que vean favor de informarme para modificarlo.

No a los lectores fantasmas que de esos hay muchos en todas partes —

(Abierta a recomendaciones)

NOS VEMOS !

-Atte: Dixsway

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