𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 4 - 𝖀𝖓 𝖊𝖗𝖗𝖔𝖗
Luego del drama , Amelie se dirigió a su habitación al final del día para poder tomar un baño caliente. Laura le contaba de su pequeña plática con Navier y la Condesa Verdi, los chillidos de Laura referentes a la amante de su hermano la hacían reír, ella era sin duda, la forma más pura de externar su sentir, aunque le sorprendió, en cierta manera, la cautela que tuvo en su ira, pues nunca mencionó a esa mujer como la amante de su hermano.
"¿Tal vez Navier les había pedido no tocar el tema conmigo?"
Luego del baño, se sentó junto a Laura a tomar algo de té, estaba agradecida de que Navier le permitiera a Laura ayudarla, ademas de que se sentía honrada. Bebió lo que quedaba de su té cuando sus subordinados entraron, Laura los miró como esperando que le pidieran salir, pero ellos solo sonrieron y Edén extendió una carta.
-Noticias de su Majestad, su tío el rey.
-¿¡Sucedió algo!?
- No se alarme princesa, es una carta de él.
Amelie respiro con calma, tenia miedo de que su tío hubiese empeorado, miró la carta con duda, algo que amaba de su familia en Divalía, era la forma de entregar cartas, cada uno de los miembros mas poderosos de la familia tenia un sello con un escudo propio. Ella al ser princesa heredera debería tener uno, pero nunca pensó en hacerlo por si misma, su tío le pidió tener el honor de hacerlo el mismo.
Abrió la carta, dejando el bello sello de cera intacto, el sello de su tío era de sus favoritos en la historia de la familia; parecía formar un bello pájaro con una especie de espada en sus patas. El contenido era sencillo, era su tío contándole que se sentía mejor y agradecía que tomase su lugar, también preguntaba sobre su estado en el imperio de Oriente y si había hecho amistades.
Cerró los ojos unos segundos, entre líneas se dio cuenta que su tío deseaba saber si algo había pasado, era curioso en todo sentido de la palabra. Rió un poco y dobló la carta impecablemente y la dejó a un lado.
-Comienza a ser tarde, será mejor que te retires, Laura, no me gustaría asustar a su majestad por tu falta.
Laura asintió y se retiró rápidamente, la mirada brillante de Amelie cambió a una de cansancio, llamando la atención de uno de sus subordinados. Ella lo miro; Edén se acercó, se inclinó ante ella y tomó sus manos, mirándola con cariño y duda.
-¿Amelie?
- Estoy cansada... ¿Alguna novedad sobre esa mujer?
-Ethan sigue investigando de donde se fugó la esclava, pero no hay mucho.
- Entiendo... ¿Como va ella?
- Esta en las mismas, parece ser que a nadie le importó que su esclava se fugara.
Amelie suspiró una última vez y dejó ir su cabeza hacia atrás, las cálidas manos de Edén la mantenían tranquila, en otra situación, tal vez ya hubiera roto a llorar. Amigablemente alejó sus manos de las de Edén y le sonrió, agradeciendo su forma de mostrar apoyo.
- Mañana es el ultimo día de la fiesta, comienza a incomodarme que Sovieshu no quiera decirme quien es ella... - Sin más que decir, los 3 se retiraron y la dejaron dormir, el día siguiente seria pesado.
Apenas amaneció, el día ya se sentía mal, Edén le informó a Amelie sobre una pequeña discusión que escuchó cuando pasaba por uno de los pasillos; donde estaba Sovieshu y Rashta al ver que llevaban a Navier. Diciendo que Sovieshu buscaba meter a su amante al banquete. La ira interna de Amelie se sentían como llamas empezando a alborotarse.
De haber sido otro noble, ella se hubiera ofrecido a dejar su puesto, pero era esa mujer y lo que menos quería era verla y que a su hermano se le ocurriera presentársela de la nada, no cuando no tenia el valor de contarle que era su amante. Por suerte, parecía que no se había salido con la suya esta vez.
Antes del banquete, Lirius se había alejado de sus hermanos, suponía que cierta mujer había conseguido información, y así fue. Se vio con ella lejos de los muros del palacio, ella seguía con su capucha, pero pasó desapercibida ya que era muy similar a la de los magos del imperio. Esa información fue ciertamente interesante, el solo dio la orden que se le hizo mas prudente.
-Dile que tiene que ir... qué hay algo que debería ver en esa fiesta...
- Muy bien, pero recuerda que somos iguales, no te creas mi jefe ahora.
-Cuando regresemos podrás cobrarte con favores...
Una vez en el banquete, Amelie estaba sentada en un cómodo sillón junto a algunos nobles extranjeros, la princesa Soju le hacia compañía, para la pelirroja era una buena forma de romper el horrible ambiente que viviría, pues pensaba quedarse un poco más para ver si así su hermano le decía algo.
A veces dirigía su mirada a donde Navier, primero la vio teniendo una conversación con el Duque Kaufman, luego la vio con Henley, por alguna razón sentía que podía llevarse bien con el príncipe del reino de Occidente, pero aun no entendía o recordaba bien como es que acabaron como rivales, en lo que a su memoria respectaba, nunca compartieron clases en la academia de Magia en el imperio, pero si se habían conocido en ese lugar.
Amelie estaba feliz, gozando del ambiente hasta que miró de reojo a la puerta del salón de la rosa, Lirius la miraba con una sonrisa sutil, pero hizo un movimiento con la mano que le dio curiosidad, simuló formar un par de garras y abrió un poco la boca, ahí supo que era. Su informante había hecho de las suyas por petición de él, y sabiendo lo que había pedido... probablemente afuera pasaría un buen escándalo. Amelie sonrió ampliamente, bebió algo de vino y con ese pequeño sorbo, el caos inició.
El capitán de la guardia real entró y se llevo a Sovieshu, Henley notó eso y quedo confundido al igual que Navier. Pero Henley era lo suficientemente inteligente como para saber que esto era cosa de los subordinados de Amelie, así que volteo sutilmente a verla, nadie notaba los gestos comunicativos de Amelie con su gente, eso era algo que ni Henley entendía, pero cuando la miró, ella solo correspondió a su mirada, bajo la copa de sus labios y sonrió.
"Ah... ciertamente parece un ángel, pero tiene buenas cartas bajo la manga."
Navier salió del salón de la rosa, pero en el salón de banquetes, Amelie tenia 3 pares de oídos finamente agudizados escuchando lo que pasaba, parecía que la informante había hecho lo pedido. Había descubierto que en la finca del vizconde Lottéshu había escapado una esclava, Lirius al recibir esa información y siendo la única que escapó en todas las fincas que revisaron Ethan y el informante, pidió que lo convenciera de asistir. Parecía que la informante ademas era convincente.
El banquete finalizó, la pelirroja se fue a su habitación, miraba la ventana con curiosidad, esperaba que esto bastara para que al menos su hermano no fuese tan ciego, pero no se llevaría una sorpresa grata. Lirius entró, y parecía incómodo. Amelie lo miró y solo levantó una ceja.
- ¿Y bien?
- Lo siento, Amelie. Parece que solo metimos a su Majestad Navier en problemas.
- ¿Qué?
- El Emperador cree que fue Navier quién invitó al Vizconde, si bien es cierto, este no tenia pensado venir. Además, Sovieshu fue demasiado cruel con ella.
-¿Escuchaste algo?- El corazón de Amelie se quebró, ella pensaba que saber la realidad de esa amante bastaría, pero parecía que de verdad Sovieshu la amaba. Y el sólo pensar en que ella lastimó a Navier por un plan que no funcionó, la hirió de verdad.
Cuando Lirius le contó lo que escuchó la informante, los ojos de Amelie parecieron ser llamas de ira que se sofocaban e intentaban reavivarse conforme corrían las lágrimas. Se puso de pie y apretó el vestido mientras se mordía la lengua.
Lirius solo la miraba con dolor en silencio. A diferencia de Navier y Sovieshu que convivieron en la mas tierna infancia de Amelie, los hermanos que eran sus confidentes, solo convivieron un par de años con ella, en ese tiempo, los 3 la miraron como un pajarito al cual proteger, les dolía verla llorar pues cuando era mas pequeña nunca derramó una lágrima. Podía herirse pero solo sollozaba y se levantaba, limpiándose las lagrimas al momento.
Verla quebrarse por las estupideces de su hermano los hacia hervir en rabia, en su nación natal, ellos no dudarían en tomar medidas más drásticas, pero estaban de visita en un imperio y ademas de que el emperador era su medio hermano. Lirius estiró su mano y dulcemente acunó su rostro entre sus manos, Amelie lo abrazó y rompió a llorar conforme él limpiaba sus lágrimas.
-No se preocupe majestad, haremos lo que se pueda...
-No... cambio de planes... protejan a Navier.
-Pero...
- Si con esto Sovieshu pensó que fue Navier, no es conveniente atacar a la esclava. Proteger a Navier es lo que me queda.
- Es su hermano.
-Lo se, pero Navier es mi amiga y no quiero que sufra como madre emperatriz.
-Muy bien. Por favor descanse.
Amelie asintió y el azabache la dejó en su habitación. Por dentro, Lirius tenia ganas de correr y darle una paliza a Sovieshu, solo suspiró y se alejó caminando. Aunque Amelie dijo que protegieran a Navier, eso no quería decir que no dejaran de ver que hacia la esclava, no importaba que, para él era más que un hecho.
Habían pasado aproximadamente 3 días, Amelie estaba aún ahogada en la pena, pero agradecía que Sovieshu no hiciera el imbécil y se acercara, aún se sentía herida por haberle causado problemas a Navier. Estaba en los jardines tomando algo de aire, cuando escuchó a lo lejos hablar a Navier, Sovieshu estaba con ella, parecían hablar con cariño lo que le dejó una pequeña sonrisa.
- Ah, aquí estas.
-Sir Mckenna... ¿Sucede algo?
- Henley esta un poco ocupado y me pidió que hablara con usted.
- ¿
- ¿El cumpleaños de la Emperatriz esta cerca?
-... ¡Ah! Es cierto... si, dentro de poco lo es ¿Henley quiere robarme el protagónico con el regalo?
- ¿No sería grosero de su parte robarle el mérito al emperador?
- No cuando es mi mejor amiga.
Mckenna se mordió el labio, lo que hizo que Amelie ladeara la cabeza. Mckenna desvió la mirada mientras se cubría la boca murmurando muy por lo bajo.
"Que tierna"
- Cambiando de tema... ¿Que piensa regalarle?
-Mckenna ...
-¡Agh! Si, piensa lo que quieras. Pero conociendo al príncipe Henley, querrá lucirse.
-No lo se, había pensado en alguna joya de Divalía, pero dudo que llegue antes de su cumpleaños, así qué tal vez opte por un vestido, pero... creo que las joyas son una buena opción, Navier no es como un pájaro que ame lo brillante, pero creo que es lo más prudente.
Mckenna pareció entender las recomendaciones de Amelie sin decir un regalo que ella daría, solo frunció el ceño haciendo que Amelie riera suavemente. Al final se fue sin la respuesta que buscaba. Amelie por otro lado, se quedo pensando en eso, tal vez su informante podría venderle alguna de las joyas que portaba para regalarle a Navier.
- Estás agobiada.
-Deja de aparecer de la nada así.- Dijo la pelirroja llevando una de sus manos a su pecho ante el pequeño susto.
-Una disculpa, escuché un poco de su conversación con Sir Mckenna, no se agobie, su tío sabía que se quedaría tiempo de sobra, y junto a la carta mandó un par de joyas de la familia real que serían de interés para usted, es decir... para regalarle a la emperatriz.
-¿Tío hizo eso?
-Así es, usted no dejaba de hablar de visitar a Navier, y recordó las anécdotas de cuando pequeña lo celebraban.
La cara de Amelie se coloró, había sido demasiado lengua floja con su tío cuando este la recibió, cuando descubrió que era su sobrina. Solo atinó a sonreír tontamente por la ayuda de este.
Amelie estaba por volver a su habitación para tener un pequeño descanso, cuando llegó a su lado Sir Artina, Navier quería tomar un tentempié con ella y sus damas de compañía, solo sintió su espalda helarse ¿Sería capaz de esconder la vergüenza de haberla metido en problemas? Solo le quedaba ir e intentarlo.
Laura la recibió casi sofocándola con un abrazo, lo que la alegró. Sentadas mientras tomaban el té y unos pequeños postres, el ave dorada que visitaba a Navier entró. Amelie sonrió al verla y el ave la miró.
- Vaya, parece que Reina esta interesada en nuestra invitada ahora.
- Así que se llama Reina...- Amelie sonrió burlonamente, ganándose una mirada incómoda del ave.
- Huele como el príncipe Henley- Murmuró Navier, haciendo que Amelie se atragantara con el té, asustando a todas mientras una apenada ave salía volando.
-¿Estas bien?
-¿¡ Enserio dijo eso, majestad Navier?!- Los ojos de Amelie estaban rojos mientras tosía sutilmente, fue tanta la impresión que casi se ahoga con el té.
- Huelen muy similar.
- Ah, Navier, que digas eso cuando también lo conozco fue incómodo- Rió Amelie mientras Navier desviaba la mirada algo incómoda.
Por la noche, Amelie estaba en su habitación cuando Reina se posó en la ventana, una sonrisa tonta apareció en sus labios y abrió la ventana, el ave entró y comenzó a picotear su cabello rojo haciéndola reír mientras manoteaba.
- Ah~ ¿De verdad haces esto para Navier y a mi casi me matas? Bueno...es diferente ¿No?
Reina medio graznó, y Amelie atinó a tomar una fresa de un pequeño postre que tenía en la mesa, metiendo la fresa en el pico del ave de golpe. El ave sufrió un poco, pero se tragó la fresa y cuando estaba listo para írsele encima para "atacar", Amelie lo abrazó y suspiró.
-Sabes... creo que debemos ser amigos ahora... es mas divertido cuando veo a Navier sonreír contigo en brazos... es decir, yo... te lo agradezco Henley... Has hecho sonreír a Navier mientras sufré en silencio... ella no sabe que se que el tonto del emperador tiene una amante, pero se esfuerza para que no lo sepa. Cuídala de eso por mi, en lo que se atreven a decírmelo... Anda, vete.
Se acercó a la ventana, con un Reina sorprendido, dio una palmada en su cabeza y extendió los brazos, dejando que alzara vuelo. Amelie cerró los ojos y dejó que algo de calma llegara a su corazón.
Durante el día siguiente, Amelie decidió adelantar las clases atrasadas de su preparación como princesa heredera, agradecía que Lirius fuese como un tutor en esos temas, estaba leyendo sobre la historia de su nación cuando Laura interrumpió, miraron a la ventana, sorprendidos por el atardecer, si que se habían metido de lleno, por suerte recupero en ese tiempo las clases previstas de historia y algo de etiqueta.
- La emperatriz se preocupó de que se sintiera mal, así que me pidió que trajera bocadillos, té y postres para usted.
-Muchas gracias Laura, ¿Navier te contó como fue en su reunión sobre las reuniones diplomáticas con Luipt?
- ¿Cómo lo supo?
- Vagamente lo escuché el día anterior entre ella y el emperador.
- Solo la asignaron, por ahora. La dejo descansar.
Laura se fue, Lirius miraba a Amelie riendo ante su preocupación por Navier, ambos se sentaron a comer un poco, pero conforme pasaba el tiempo, Amelie sentía una presión en el pecho.
-¿ Estas bien?
- Necesito aire fresco... siento, como si algo pasara.
- Salgamos, este día estuviste estudiando. Un paseo te vendrá bien.
Amelie asintió y salió junto a Lirius. Caminaron un rato por los jardines, la presión en el pecho de la pelirroja no desaparecía, Lirius la miraba, notaba esa incomodidad cuando tiraba suave y tiernamente del escote de su vestido. Se dio la vuelta y la dejó un momento caminar a sus anchas, cosa que Amelie agradeció un momento.
Miró hacia donde se había quedado Lirius, sus hermanos lo habían alcanzado y parecían hablar; regresó la vista al frente, llegó a una fuente donde se sentó y levantó la vista al cielo que empezaba a oscurecerse, esperó, y poco a poco la presión fue disminuyendo, pensó que era estrés.
Se puso de pie y se dirigió de regreso a donde deberían estar sus subordinados, pero a unos metros de ellos, escuchó una risita y la presión regresó, fue mucho peor al punto de que incluso le dolió el corazón, un aroma a lilas llego a su nariz y de la nada, todo se derrumbó.
- Vaya, una rosa que desapareció, aparece aquí. Que bella coincidencia...
Amelie volteó horrorizada ante ese tono de voz, sus subordinados voltearon y corrieron a ella, la mirada de Amelie oscureció y solo escucho a Edén llamándola antes de desmayarse. Ergy apareció en el Imperio de Oriente, se desmayó de la impresión, de ver esa sonrisa malditamente encantadora y que a su vez le daba miedo, el hombre que la había comenzado a cortejar y, que por rumores, terminó huyendo de él.
ⱭVӀՏƠ ƊҼ lⱭ ҼՏƇRӀƬƠRⱭ
Hola, vengo a dejar un pequeño aviso sobre cómo actualizaré la historia.
Lo mas probable es que terminen siendo 2 actualizaciones por semana, se publicarían seguidas entre el Viernes y el Domingo a mas tardar el Lunes por la tarde. Esto empezaría a ser vigente a partir de la semana que viene, no se preocupen, les dejare el 2do capítulo de esta semana sin falta. Espero lo disfruten <3.
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