17. Manzana podrida.

Nightmare exhaló el nebuloso y tóxico humo del cigarro que tenía entre sus dedos, la vista indiferente al techo de la habitación de hotel el cuál no tenía nada de interesante qué ofrecerle.

-¿Sólo te vas a acostar allí a fumar un cigarrillo? Estoy tratando de reanudar nuestra conversación pendiente y ni siquiera pareces prestar atención a mis palabras.

Los ojos de Nightmare rodaron dentro de sus cuencas con fastidio evidente y no se movió, sino que tomó el cigarro fuera de su boca y mientras hablaba expulsaba el humo de entre sus labios, mirando con un astibo de inexpresividad a Hate; sus ojos esmeraldas se movieron con neutralidad, observando que apenas ese imbécil se había puesto el pantalón en todo el rato libre en silencio, con su torso completamente desnudo y sus marcados pero delgados músculos hicieron que en él entrara la chispa de la excitación, por un momento quiso callarle esas palabras a Kirai y que lo dejara de fastidiar de la mejor forma que Nightmare podría hacerlo, pero su rostro se mantenía estoico, sin dar a expresar cómo le hacía sentir el ver sus marcas en su piel morena. Era como si Hate supiera lo que había provocado, disfrutandolo, como si ya conociera esa reacción de memoria.

-Por supuesto. Un cigarro y una vista espléndida como esa es la mejor manera de iniciar la mañana.

Hate quiso reírse cínicamente por su comentario, y en esencia, lo hizo, optando por una pose más casual y mordiendo sus nudillos, la sonrisa burlona todavía seguía allí.

-Recuerda que solo soy tu puta por nuestro convenio acordado.

-Lo tengo en cuenta. Pero incluso sin necesidad de realizar un trato tan complejo podría conseguir una puta menos exigente que tú. -Estaba mintiendo. Hate le desesperaba de forma que ningún cualquiera con quién había estado en toda su vida lo había hecho. Pero obviamente, nunca lo iba a saber nadie. No tenía una reputación prestigiosa como Hate ante muchas personas que esperaban algo significativo de él, no era un líder que debía guardar las apariencias y el profesionalismo extremo. Era el dueño de una cafetería de la que la había sido heredada que apenas podía cubrir los gastos para mantenerse en pie. Sin embargo, Nightmare tenía orgullo, y no iba a confesar que lo que varias prostitutas en el pasado habían hecho sin satisfacerlo completamente durante varias noches, Hate lo había logrado en unas horas, como si poseyera una maestría que había perfeccionado a lo largo de mucho tiempo.

Ese maldito hijo de perra sabía cómo sacar lo mejor de él.

-¿Oh? ¿Es una amenaza indirecta, señor Joku?

Kirai parecía recocijarse grandemente con las burlas, esa sonrisa de victoria hipócrita revelaba todo lo que a Nightmare le frustraba, como si el diablo mismo hubiera ascendido desde el infierno usurpando la identidad de un millonario y lo había elegido a él para seducirlo a cambio de su alma; pero a su vez le encontraba muy atractivo el cómo lo enfrentaba tan descaradamente, sus labios curvandose con un malicioso brillo, las pupilas de pesadilla rojizas temblando de un deseo irreconocible.

Estaba cayendo voluntaria y gustosamente ante las garras del díablo.

-Tal vez lo sea, Kirai.

Exhaló su última calada al cigarrillo y lo exprimió contra el cenicero.

-¿Es que no te bastó con quitarle la vida al viejo Jael? ¿Por qué razón desearías un local rural que no se compara a ninguna de las comodidades que posees a diario? Tienen que haber letras pequeñas en este pequeño contrato que quieres ofrecerme.

Como si hubiera esperado esa reacción de memoria, su expresión no varió, sin embargo, más que la comisura de sus labios que se curvaban hacia arriba en complacencia mientras, con un disimulado caminar hacia la cama con lentitud, como un animal anhelando lo que tentativamente estaba recibiendo de su presa, antes de que cayera en sus mugrosas garras y lo despojara de sus riquezas carnales.

-Oh, sólo necesito discreción para lo que estoy planeando realizar, si no te importa, que mi querida familia tenga su centro de reuniones en tu local tan apreciado.

Sus dedos tocando la suavidad de las sábanas. Los ojos de Nightmare no dejaban cabida para apartar la mirada de los de Hate, sintiendo su respiración más superficial cuando acercó su rostro de forma tentativa, recordando por un momento fugaz, pero tan rápido como llegó se fué, ya que para él era costumbre hacer sonrojar y tartamudear a Ccino con el mismo movimiento que realizaba Hate, una maniobra de manipulación e intimidación y arrogancia. ¿Se suponía que debía darle asco, si no fuera porque él era mucho peor?

Está claro que Hate planeaba algún turbio negocio en el cuál él no era partícipe a detalle. Sin embargo, si así lo fuera, le importaría tan poco como cuando se suponía que le debía importar las lágrimas de Ccino a sus pies ese día en el que mandó todo a la mierda en su adorable y pecoso rostro. La mente de Nightmare iba a velocidad, y no sólo porque estaba excitado por la manipulación sucia e imprudente de Hate encima de él, sino porque apesar de no estar plenamente consciente de sus intenciones además de saber que no iban de la mano con la legalidad, había mucha cantidad de dinero involucrada, aún si no supiera de qué artimañas se valió ese hijo de perra para ganarlo. Lo admitía sin vergüenza, ¿su reputación acaso se ensuciaría con una pequeña aventura con la mafia? Su relación estaba llena de deseos carnales sólo para satisfacer el cuerpo y piel del otro en calenturas lujuriosas y egoístas, los negocios entraban en concordancia con su pequeño juego de la misma manera de los intercambios en dónde es un "ganar-ganar": Él daría su territorio a cambio de dinero fácil. Él recibiría a sus cazadores y familia dentro de su local con falsa amabilidad y servicios, todo con sonrisas fáciles mientras la tetra entre ellos seguía andando tras bambalinas, porque según Kirai, sus dos queridos peones harían el sucio trabajo por él, sin embargo, en aquél momento no se habían dado de cuenta lo que en verdad estaban buscando lo que Hate quería que le entregaran, por ello, la estancia de ellos duró más de lo esperado en la cafetería Moonlight.

-¿A las afueras de Shinguku, en alguna zona rural cercana a la civilización?

Kirai mostró los colmillos, aumentando esa confianza y aire arrogante a su alrededor, haciendo que Nightmare quisiera sólo amordazarlo y darle fuerte lo que merecía una perra tan rebelde como Hate.

-Para de cuestionarme, Joku. ¿O no quieres resolver esto como verdaderos caballeros?





Este capítulo fué corto, y quizás no quedaron satisfechos. Pero necesitaba hacer esya intervención entre ellos y sacar ciertas cositas a la luz. La mafia funciona así, queridos. Todo es un trabajo planeado desde las sombras por los jugadores del gran tablero a blanco y negro.

¿Fly habrá actuado hipócritamente? ¿Será que Nightmare tendrá consciencia sobre la estancia de los guardianes del bosque? ¿Hate ya sabía antes que Fatal y Error que encontrarían a los licántropos, y que de alguna manera los guiaría a ellos?

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