capítulo 18

Halime escucho atenta a Haci agha, su cara fue de enojo al saber que Hatice se casaría con un paşa que vivía lejos.

—También ha dicho que en tres meses se realizarán ambas bodas, que nuestra valide se hará cargó de todo—Halime rodó los ojos y asintió.










Halime llegó a Topkapi con sus mejores ropas, sus hijas la esperaban en los aposentos de Handan, la cuál no tenía un buen semblante.

—Valide —dijo ella—Kösem—dijo viendo a la favorita de Ahmed y ignoró a Mahfiruz.—mis hermosas hijas—las abrazo.

Hatice negó al verla y le susurró algo que nadie alcanzó a escuchar, Dilruba le sonrió con alegría, de las dos ella era la única que estaba dispuesta a proteger a Mustafa.

La ceremonia se llevo con algarabía y lujos, Halime estaba feliz ahora con la alianza pactada con Davud paşa, vio a sus hijas subir a sus carruajes y luego las vio partir.













1605.

Halime dejaba su bordado de lado, días habían pasado desde que Ahmed ordenó que encerraran a Mustafa, días en que no lo veía.

—Halime hatun—dijo Atike quién llegaba agitada a los aposentos de está.

—¿Que pasa?

—Handan sultan ha fallecido—Halime abrió sus ojos grandemente, desde la boda de sus hijas no había vuelto a ver a Handan.

—Mi mayor rival ha muerto.

—Nunca lo fue, siempre fue Safiye, aún estando encerrada sigue haciendo de las suyas.—dijo Atike.

—Y ahora no sólo será ella—susurró













1617.

Halime miró a Safiye por última vez, Ahmed había ordenado que Mustafa y ella se vieran, luego de años, Hatice se había ido junto a su esposo y había perdido toda comunicación con su madre, mientras que Dilruba se quedo con ella.

Al llegar a Topkapi Kösem la recibió, Mahfiruz años antes había llegado al palacio de lágrimas clamando por sus hijos.

—Kösem —hizo una pequeña reverencia.

—Halime, bienvenida, Dilruba, Ahmed está con Mustafa en el jardín, nos espera ahí —dijo con una sonrisa.

Halime la siguió en silencio, Kösem no le agradaba del todo, pero después de todo ella había abogado por Halime para que viera a Mustafa.

Al llegar al jardín Halime miró a todos lo Şehzades que estaban ahí, a lo lejos logró ver a un joven parecido a Mehmet, miró a Ahmed y a Kösem esperando a que le dieran permiso de ir con su hijo y así fue. Halime corrió hacía los brazos de su hijo quien confundido la miro.

—Soy yo hijo—susurró en el abrazo—soy tu madre mi León

—¿Mamá?—dijo el y Halime asintió.

—Halime, Mustafa regresará contigo, pero al mínimo error a la que encerrare será a ti—dijo Ahmed y ella hizo una reverencia. Junto a Mustafa y a Dilruba se sentó en el último toldo en espera a que Ahmed comenzará a comer.

—Mi pequeño, ¿te encuentras bien?—dijo Halime, Mustafa se encontrada ido.

—Ha pasado años encerrado, deja que asimile todo—dijo Dilruba y Halime asintió.















—Halime, Kösem sultan está aquí—dijo Atike y Halime la miró extrañada.

—Dile que pase—miró a Dilruba y le ordenó que se fuera. Kösem ingreso con el semblante triste y la mirada perdida. Halime la miró raro y la invitó a sentarse.

Halime no esperaba esa propuesta y menos esperaba desaprovecharla.

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