- ONU no seas malo..Orale ayudame pinche puto -.

Discutía el mexicano en camino hacia donde estaba su amado, llamó a la ONU para ver, si podía detener al peruano, y, quizás, ponerle algún "castigo" por tal hecho, por suerte, ONU aceptó y dijo que, pronto estaría ahí y, que de mientras, México se encargue.

Así que, allí estaba, caminando hacia su perdición, ya que, algo malo iba a pasar, no sabia que, pero lo presentía, algo obvio visto que, el peruano tenía un arma, ¿Que mal podía hacer?

Cuando por fin llegó a aquel lugar, el cual, estaba completamente apartado de toda la gran ciudad, así que, no habría problemas en matar a alguien allí. Obviamente, no entraría por la puerta principal, pasó desapercibido por los ojos del peruano, algo extraño, ya que, aquel lugar, tenía grandes ventanas que daban hacia a fuera, pero bueno, el mexicano al menos no sufrió un disparo, se fue hacia atrás del lugar e entró por la puerta de atrás, la que, daba hacia la cocina, así que, gateó por toda la cocina mientras escuchaba la charla algo pacífica entre su marido y el otro.

- Ya weón, no hace falta esta wea..Ven, ven -.

Habló el chileno acercándose a su amigo para darle un abrazo, a lo cual, el contrario mientras se formaban lagrimas en sus ojitos, correspondió, de mientras, el mexicano se iba acercando a la vista del chileno, el cual, al ver a su marido, se le formo una sonrisa ya no tan nerviosa

- nanai nanai... -.

Hablaba mientras le acariciaba la espalda al otro, el mexicano se levantó del suelo silenciosamente y se quedó detrás del peruano, el cual, aun seguía abrazado a su amigo. Cuando se separaron del abrazo, Perú no tenía idea de lo que iba a pasar, México lo agarró de los brazos dejándolo inmóvil para que dispare, a esta acción, el peruano empezó a lanzar patadas al aire con lagrimas cayendo y, gritando. Ya, luego de varios minutos se rindió y dejó de patear y gritar, solo lloraba con la cabeza gacha.

Unos minutos mas tarde, llegó la ONU para llevarse al peruano y, soltar a las demás personas en aquel lugar, el peruano solo se mantuvo en silencio cada momento que  le hablaban, ni si quiera dijo algo cuando Chile le habló, solo lo miró y se fue con ONU.

- Me siento mal weón -.

- ¿Por qué? -.

- Es que, él era mi amigo, y, aunque 'taba medio weón, lo quería.. -.

- Ya, pero, pronto, será todo normal como antes y no va a estar medio loquito ¿Okey? -.

- Dale..-.

Ahora, solo quedaban los preparativos de la boda, fácil.