Cap 56 ;; Parece de película

Pasó 1 hora, después 3, y así 6, varias horas sin que el de estrella regresara, el mexicano se preocupó demasiado, sabia que Chile no iba a hacer lo mismo otra vez, y, si no era eso ¿Que era?

Como buen marido, salió a buscarlo, por varios minutos, por largas horas, buscando a su amado, y, nunca logró encontrarlo.


- Los dos sabemos que no servirá-

- ¡CIERRA LA BOCA! -.

Gritó el peruano sin dejar terminar al de estrella, algo asustado, Chile intentaba dialogar con el loco de Perú luego de, mentirle con que vayan a desayunar juntos a un lugar, en aquel café, fue donde, perdió completamente la cordura al escuchar ese "No puedo" de parte del chileno al decirle que le gustaba, en ese momento, sacó un arma de su poncho sacando varios gritos de las personas allí presentes, niños, países, hijos de países, etc. Todos, con las manos en alto y acostados boca abajo al suelo, menos Chile, que, estaba parado y intentando dialogar con calma.

- ¿Por qué? ¡¿Por qué no me amas?! -.

Gritó otra vez el de poncho apuntando al chileno

- Tú ya sabes por qué.. -.

Habló calmado el de estrella, haciendo que, hierva mas la sangre del peruano.


- Vato, ¿No has visto a un chico..eh, mas o menos alto, con cara de medio gei y con cola de pejelagarto? -.

- No, lo lamento. -.

El mexicano ya cansado de andar buscando al chileno, empezó a preguntar si alguien lo había visto, en este punto ya estaba que lloraba, cada hora que pasaba sin encontrar a su amado, se imaginaba algo malo que le estaría pasando, haciendo que, mas ganas de llorar le den.


- Weón, ya la cagué una vez, no voy a cagarla otra vez cuando me voy a casar, y, mucho menos contigo, México y tú se llevan bien, no puedo po' -.

- Ja, tu amado el otro día me pegó pe', así que, nos llevamos super bien, además..¡Yo también quiero tener mi cuento de hadas, pero, contigo! -.

Discutían aquellos dos, el peruano con sarcasmo en algunas oraciones, y, el chileno tratando de suavizar la situación, mientras que, los rehenes allí, solo observaban y quizá, reían ante aquella situación.

De repente, al mexicano, se le ocurrió algo, ¡Por fin!, decidió llamar a su chile, esperó y esperó, y, recibió respuesta, hubiera hecho eso antes ¿No?

- ¡Bebecito! ¿Donde 'tas? ¡Te e estado buscando por horas cabrón! -.

- Bueno, TU BEBECITO, no está disponible ahora ¿Sabías? -.

Respondió el peruano con malicia

- Ah, pinche puto ¿Donde está mi beibi? -.

- Ugh, ¿Enserio Chile? ¿Elegiste a este estúpido en vez de a mí? -.

Dijo el peruano apartando el teléfono y mirando al chileno, el cual, estaba con cara de no tener una pizca de miedo, lo cual, era verdad, ya había estado en una situación similar, así que, no le daba demasiado miedo, por otro lado, el mexicano, se sentía como en una película, obvio que, si se lo tomaba seriamente.

- Bueno putito, a ver, dime unas tantitas pistas al menos, porque, se nota que no me vas a decir nada -.

- Bueno..Es un lugar público, donde, se desayuna, el lugar está medio lejitos de tu casa, así que, espero no te canses gordo -.

Y así, el peruano cortó la llamada, y, otra vez, empezó a discutir con el chileno.

Ahora solo quedaba que México descubra cual lugar es, lo cuál, era fácil y, ya sabia de que lugar hablaba el peruanito.

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