Cap 44 ;; Pololos
- ¿Todo listo? -.
- ¡Listo! Bueno, avisa si viene el cabrón -.
El canadiense asintió felizmente, México estaba en el techo de la casa que compartían Chile y USA, listo para entrar por la chimenea, tal como Santa Claus.
Por suerte, el estadounidense no estaba, aunque Canadá tuviera la llave de la casa, era mas divertido entrar por la chimenea si que si.
Cayó en las cenizas que quedaban, cayó de trasero así que, luego de esto, no podría sentarse en un gran rato, cambiando de tema, se levantó rápidamente y fue a buscar al chileno, el cual, estaba en la cocina limpiando.
- ¡WEY! -.
Pegó un grito para llamar la atención del otro, lo cual ocurrió, el chileno fue corriendo asustado hacia donde estaba el mexicano y a penas lo vio, su cara cambió a una feliz, pero, nerviosa. Lo vio y se abalanzó para abrazarlo fuertemente, de verdad que lo extrañaba, aquel día no podía ser así de amoroso ya que estaba el de 50 estrellas durmiendo, pero, ahora podía hasta coger con el contrarío, es una forma de decír, aunque, si no fuera porque no esta de humor, lo haría.
- Ya ya, yo también te extrañe estrellado -.
Habló el de águila dándole palmadas en la espalda al contrario, por fin volvió a sentir el calor del chilenito, no hace mucho dejaron de verse, pero, aun así, cuando te gusta alguien, lo quieres ver todo el día, abrazarlo y nunca alejarse de él, el amor cambia a la personas.
- Weon ¿Que haci' aquí? -.
- E venido a salvarte mi princeso -.
Aquello sacó unas risillas de parte del chileno, le gustaba cuando el otro le decía "princeso" , se sentía especial. Bueno, ahora había que planear como sacar a Chile de ahí si era su casa, entonces, mas bien, el plan era sacar al estadounidense de aquella casa, bueno, el de alas ya pensó un poco como sacarlo, ahora solo había que esperar. Se separaron del abrazo y México le hizo mimitos en las mejillas las cuales, estaban algo moreteadas, ahora que lo recordaba, aun no decidieron si eran novios o no, pero, el mexicano le depositó un besito en los labios morados y algo rotos del chileno.
- Chile ¡Ya regresé! -.
Volvió el estadounidense después de casi media hora, se recorrió toda la casa en busca del de estrella, no estaba por ningún lado, aquello hizo hervir la sangre del otro, el mismo buscaba que USA lo trate así, cambiando de lugar, el mexicano y el chileno se encontraban escondidos en un armario, bueno, México ya estaba por salir para realizar su plan, mientras que, el chileno se quedaría en aquel armario por seguridad.
El mexicano silenciosamente se acercó al de lentes oscuros, cuando estuvo lo suficientemente cerca, desde atrás lo agarró del cuello y lo tiró al piso, se sentía como el de rápidos y furiosos, el estadounidense al sentir aquella falta de aire, con la fuerza que tenía, la cual iba disminuyendo, pudo safarse del agarre del otro, el mexicano al ver aquello, huso su plan B, se sacó sus tenis y le pego con uno de sus zapatos en la cara sacando un quejido de parte del otro
- Orale morro, vete de esta casa culo si no -.
El estadounidense ignoró aquello y le pego una patada en las piernas al otro haciéndolo caer, el de águila solo abrió los ojos bastante asustado, pero, de repente, vio una sombra detrás de aquella potencia, Chile, salió de su escondite y ahí estaba, con una sartén, con aquella "arma" le dio fuertisimo en la cabeza al otro desmayandolo.
- Eres un power ranger.. -.
Ellos dos, juntaron las cosas del americano y lo arrastraron hasta el auto del canadiense, el cual, estuvo allí a fuera todo este tiempo, esperando a que derroten a su hermano para llevárselo a la casa.
México curó las heridas del otro y dejando besitos en los labios del otro, lo animaban un poco al chilenito, bueno, ahora si, aquel hilo rojo del destino, estaba por fin en su destino, Chile con México y México con Chile.
- Supongo que no era tan malo tenerte como pololo.. -.
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