El chileno y el mexicano estaban ya en su cabaña, recostados en la cama uno al lado del otro, aliviados ya que todos les dijeron que habían ido a desayunar, México hablaba con Chile, reían y hacían bromas, de repente, tocaron el tema de amor,

- ¿Y a ti te gusta algún weon? -.

- ¿A ti? -.

- Em..Sip ¿Entonces? ¿Tú? -.

- Yo si..Pero el wey tiene a alguien y me parte el corazón -.

Mandó una indirecta directa hacia el chileno, el otro obviamente sabia a que se refería, este sonrió y tomó la mano del otro recibiendo una mirada confundida, el mexicano no sabia que estaba pasando en aquel momento, estaba nervioso como siempre cuando el otro le tocaba la mano o simplemente le hablaba.

- ¿Sabes quien me gusta? -.

- No..La verdad que n-.

No pudo terminar ya que un beso de parte del de estrella lo callo, por fin sintió aquellos labios que tanto deseaba, tenían un toque de picante ya que el chileno había comido empanadas anteriormente, tenían un toque suave, eran tan bonitos, obviamente el mexicano correspondió, el chileno le mordió el labio suavemente para no lastimarlo haciendo que el contrario abra la boca para meter su lengua de lagarto, sus lenguas se entrelazaban, el de estrella se subió sobre el mexicano (como ya antes dicho, estaba recostado), se separaron del beso a falta de aire dejando un hilo de saliva entre ellos, el de estrella se dirigió al cuello del mexicano mordiendolo y dejando chupones allí, el otro solo soltaba algunos quejidos

- Te amo.. -.

Dijo el chileno mirando al mexicano a los ojos color miel del otro

- Yo también -.

Y así, siguieron en lo suyo, por fin estaba con su amado, por fin...¿No?