Cap 33 ;; Raro

- ¡Por fin llegamos! -.

Gritó Venezuela bajandose del auto rápidamente haciendo que se entierre en la nieve, eso hizo que varios se rieran, no sabían que iban a venir a un lugar con nieve, esto seria divertido.

Cada uno fue bajando tranquilamente para no enterrarse como el venezolano, iban a dormir dos por cada cabaña ya que, el presupuesto no alcanzaba para alquilar una cabaña mas grande en la que entraran todos, por eso mismo, cada uno agarró a un compañero para dormir, claro que Chile agarró rápidamente al mexicano, el otro nunca se esperó eso de él, pero, estaba feliz por aquella elección.

Ya era casi noche cuando llegaron, así que, todos llegaron a dormir a sus camas, el mexicano a penas entró a la cabaña, se tiró a la cama literalmente, por suerte, había una chimenea donde se podían calentar si les daba frío. Chile solo miró al otro y sonrío, le daba ternura que se hubiese tirado a la cama, se acercó al ya nombrado y lo abrazó por atrás ósea, que se tiró encima del otro, el de abajo se alarmó ya que sintió algo en su trasero, se tapó la cara con sus manos para no dejar ver su notable cara de tomate.

- ¿Puedo dormir contigo? -.

Esa pregunta hizo que el mexicano se sorprendiera aun mas, no sabe si entrarían los dos en aquella cama, pero, le daba igual, sus mejillas estaban realmente hirviendo, ya se imaginaba lo que iba a pasar, estaba algo nervioso.

- ¿Por que? -.

- Es que no llega el calor hasta allá entonces mi cama va a estar to' fría -.

- Bueno, ente' ente' -.

Dijo el mexicano haciéndole lugar al chileno para que se acostase, el otro se acostó con gusto y suspiró, el mexicano cerró los ojos y se calmó, pero, sintió que alguien lo tocaba y como él suponía, era el chileno, abrió los ojos y se encontró con el de estrella encima de él, abrió los ojos como plato y preguntó

《Hoy se comporta raro chilito》》

- ¿Que haces? -.

- Te quería despertar po' no te durmai' sacowea -.

Sonrió, le encantó ver al mexicano así, sabia lo que causaría eso, se quedó así por unos minutos, luego abrazó al ya nombrado y sentía como el corazón sel otro estaba latiendo a mil.

- Boludo soy todo un cupido, lo tube que hacer  por las malas pero lo hice -.

Habló solo el albiceleste mirando desde su cabaña a los dos tortolos de México y Chile.

- Wey, se me durmió la pierna y el brazo, ¿Puedes salir un tantito plox?  no es como si no me gustara.. -.

Lo último lo murmuró para que el otro no lo escuchara, ya habían estado así por lo menos 30 minutos, le gustaba estar asi, le gustaba sentir el calor del otro de esa manera, por fin podía abrazar al chileno de esa forma.

Luego de despertar a su pierna y a su brazo, se volvieron a abrazar y, así descansaron los dos, pegados uno al otro, quizás a la  mañana siguiente al chileno le dolerá la espalda pero no importaba, importaba aquel abrazo.

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