Cap 32 ;; Querer

- Wey, tenemos hambre, orale parale en Oxxo así compramos algo para comer -.

Dijo el mexicano, llevaban 3 horas en aquel auto, jugando y todo, pero, el hambre siempre llega, entonces, México protestaba por su comida.

Luego de una hora al menos, empezó Venezuela

- ¡Queremos comida! -.

Después Argentina

- ¡Comida! ¡Ahora! -.

Y por ultimo, Chile

- ¡Tenemos hambre! -.

Parecían niños pequeños, molestosos y llorones, claro, estos no lloraron para conseguir lo que querian, aun no lo hacían.

Luego de varias horas, por fin llegaron a un OXXO, como Rusia no paró, México abrió la puerta y se aventó, por suerte, el auto no iba tan rápido y no se hizo ningún rasguño.

- ¿What the fuck? -.

Habló el canadiense al escuchar caer al mexicano, le dijo al ruso que parará y fue a ver al mexicano, al igual que los otros, se bajaron y le hicieron caso al de escudo entrando al OXXO. Compraron comida, bebidas, algunos fueron al baño y en esos que fueron al baño, fueron Argentina y Chile.

-Che, ¿Que intentas hacer? -.

Preguntó el argentino mientras se lavaba las manos, realmente quería saber porque vino.

- ¿A que te refieres? -.

- Hiciste sufrir a México, le haces daño cada que lo ilusionas, no te estoy retando ni nada, pero, con la mejor de las ondas  te la digo, ¿Por que sos así con él? -.

El chileno se quedó callado, se lavó las manos rápidamente y salió del baño sin decir nada ni dirigirle la mirada al albiceleste.

El mexicano al ver al de estrella salir del baño, se le creó una sonrisa de oreja a oreja, se acercó a él, le sonrió y dijo

- ¿A poco no fue buena idea tirarme del auto? Ira todo lo que conseguí, papitas, un gansito, helados los cuales se van a derretir pero bueno, caramelos, Coca Cola, Pepsi, ¡de todo! -.

El chileno río por el entusiasmo del otro, se veía tan feliz, mas que nunca

《《Me voy a dejar querer》》

Pensó el chileno y así fue, agarró la mano del mexicano entrelazando sus dedos con los del otro, así fue como sus hilos rojos del destino, se enredaron.

Estuvieron la mitad del viaje así, agarrados de la mano como cuando cruzabas la calle agarrado de tu madre, pues así lo tenía el chileno agarrado al mexicano, eso hacia que se vuelva loco por dentro, su corazón latío mas rápido y se puso rojo tomate.

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