- Pucha weon, esto me pasa por andarme metiendo en wea' -.

Dijo con un suspiro el chileno, esta vez no se salvaría.

- ¡Oh! Amor mío ¿Que haces aquí? -.

Llegó derrepente el mexicano acercándose a la celda del chileno llamando la atención de los policías allí presentes

- Shh, sigueme la corriente orale -.

Le dijo rápidamente un susurro al de estrella, el cual, estaba algo confundido por la situación

- Oh....Oh Sisi, Amor mío me an encarcelado por algo que no eh hecho -.

- ¡¿Como os atreveís?! -.

Dijo el parecido a Italia con una mano en el pecho indignado, lo había visto en una novela, funcionaria, eso esperaba él.

- Señor, ¿se puede retirar? -.

Dijo los oficiales algo molestos por la actuación de este, sabían muy bien lo que trataban de hacer y impedirían aquello.

- ¡¿Como que señor?! ¡Soy mas joven que tú! -.

Esta vez si se ofendió, en verdad se veía como un hombre de 32 años, pero su actitud era la de un chico de 16, todo un jovencito el mexicano.

Luego de unas horas, dejaron libre al chileno, el de águila puso alguna que otra mentira para dejar libre a su amigo, quizás tendría algunas cosas malas en su expediente policial pero, ahora lo único que importaba, era sacar al chileno de allí, la culpa lo estaba matando.

- Eres un bipolar -.

Dijo mirando al mexicano extrañado de su arrepentimiento tan rápido

- Solo me sentí culpable de hacerte llorar bebote -.

Respondió el de águila pegándole en el hombro de juego al de estrellita