Día 20 - Mensajes de Texto
"Soy Felix. Algo le pasó al celular y no prende,
compré este mientras para poder avisarles
cuando llegue a Paris. Estamos por despegar"
"Hola Felix, no se quien seas, pero lamento
que tu celular este descompuesto.
Te deseo buen viaje."
"¿Mamá?"
"Claramente no lo soy, Felix."
"Estamos por abordar, ¿podrías escribirle
a mi mamá para que no se preocupe? "
"¿Como yo voy a saber su
número si tú no lo sabes?"
"Debí confundirme en los últimos números,
siempre los olvido, tú número es xx xxxx 2635,
el de mamá es xx xxxx 3526."
"Escríbele tú en lugar de perder el tiempo conmigo."
Hyunjin espero un mensaje de respuesta, pero este no llegó.
"Felix, ¿le escribiste a tu mamá?"
Cerró el celular. No lo conocía, debió prever ese tipo de cosas, él no tenía nada que ver con aquel sujeto.
Siguió haciendo lo suyo, sin embargo, el remordimiento lo persiguió varios minutos hasta que tomó el celular y envió mensaje a la madre del mentado Felix.
Seguro era un mocoso hijo de mami asustado de viajar solo.
La mujer agradeció varias veces el mensaje y le pidió que en algún momento pasara a su casa para darle algo en agradecimiento.
Con la consciencia más tranquila, prosiguió su día en el trabajo de medio tiempo que tenía.
No recordó más el tema hasta que al día siguiente, al revisar sus mensajes, encontró uno de Felix.
"Muchas gracias por escribirle a mi mamá,
me quede preocupado al ver tus
mensajes, pero llame a casa y
me dijo que le habías escrito"
"Bueno al final no me costaba nada"
"Gracias, de verdad.
Te llevaré un recuerdo de regreso"
"Felix, ni siquiera sabes quién soy,
¿Por qué harías algo como eso?"
"Tienes razón, ¿Cómo te llamas?"
"No me refiero a eso, quiero decir,
soy un desconocido,
mi nombre no te dirá nada"
"Bueno, después me puedes decir más cosas de ti"
"¿Porque lo haría?"
"¿Porque no?"
"¿Que no estás en Paris? Deberías estar
tomando fotos en lugar de acosar a un extraño"
"Aún no me has dicho tu nombre"
"Me llamo Hyunjin, ¿contento?"
"¡Un gusto, Hyunjin! ¡Soy Lee Felix!"
"¡No estés dando tu nombre a desconocidos!"
"Cuéntame más cosas de ti
para que no seamos desconocidos :3 "
"¿Que no tienes amigos?"
Mando y repentinamente se sintió mal de ser tan basura cuando el chico solo quería platicar, tal vez se sentía solo en Paris.
"Me voy a preparar para ir al trabajo"
"Pensé que podrías ser un nuevo amigo..."
"¿En qué trabajas?"
"En una cafetería, tú debes de estar
en el hotel para estar escribiendo tanto"
"¡Si! ¿Cómo supiste?"
"No creo que nadie estuviera
pegado a su celular estando en Paris"
"¡¿Conoces parís?!"
"Solo por fotos, espero algún día ir"
No dijo más sobre su amor secreto por la ciudad de las luces.
"Aquí son las 11 pm, así que solo pude
ver los alrededores mientras
llegaba del aeropuerto"
"¿Fuiste solo?"
Se atrevió a preguntar, sin darse cuenta de que tenía verdadera curiosidad.
"Si, estaré aquí un semestre de intercambio"
"Oh, vaya..."
"¿Qué estudias?"
"Idiomas, vine a reforzar mi francés"
"¿Y tú? ¿Estudias?"
"Si. Arquitectura"
Mintió, había recibida tantas críticas por su amor al arte que no tenía ganas de tener esa plática con un desconocido.
"¡Oh! Entonces sí que debes de venir aquí,
debes de saber que la arquitectura de
la ciudad es hermosa"
"Si, lo sé"
- ¡¿Hyunjin?! ¡Ya son las 9, se te hará tarde! - La voz de su madre lo sorprendió, había pasado 40 min hablando con aquel chico cuando en un inicio se había negado a ello.
"Puedo enviarte algunas fotos, si quieres"
Vio el mensaje que había llegado mientras pensaba.
"Si"
"Debo de irme para arreglarme "
"Hablamos luego"
Mando después sin pensarlo.
"Cierto, lo siento, no quería entretenerte"
"¡Suerte con tu trabajo!"
Arreglándose lo más rápido que pudo, salió de su habitación para comer un poco antes de irse a trabajar, olvidando por las prisas la plática con Felix a los minutos de salir de casa.
A las 12 horas, después de haber estado en el trabajo el turno completo por ser sábado, le llegó un mensaje con varias fotos de las calles de París, pero la más hermosa de ellas, era la de la torre Eiffel imponente, a plena luz del día.
"Ya estuve tomando fotos, ¿contento?"
"Contento no, más bien extrañado,
¿ya se las enviaste a tu mamá?"
"Por supuesto, y a mis hermanas"
"Das mucha información
¿sabes? Eso es peligroso"
"No creo que seas alguien peligroso"
"Confiar en un desconocido
es peligroso simplemente"
"No eres un desconocido, eres Hyunjin"
"Es lo único que sabes de mi"
"Y que trabajas en un café"
"Y que estudias arquitectura"
Que repitiera su mentira, lo hizo sonreír, porque justamente con eso le daba la razón, pero no quiso arruinar las cosas de momento, extrañamente la inocencia de Felix era ciertamente estimulante para él que no solía convivir con mucha gente, justamente porque siempre se acercaban a él con dobles intenciones.
"Es lo único que sabes"
"¡Porque no me has dicho más! :3
anda, cuéntame más cosas de ti"
"No hay mucho que contar, estuve
trabajando todo el día en el café
para sacar dinero"
"¿Porque necesitas dinero?"
No quiso responder a eso. Su carrera de arte no había sido bien recibida por sus padres, por lo tanto, el apoyo que le daban no era en un 100% así que él buscaba la forma de tener lo necesario para conseguir sus materiales.
"¿Qué hora es allá? Se ve muy iluminado"
"Son las 11 de la mañana,
desayuné y salí a ver la ciudad."
"¿Cuándo entras a clases?"
Agradeció que no insistiera en el previo tema.
"La siguiente semana, quise venir antes
para conocer y no llegar tarde mi primer día"
Sintió celos repentinamente, parecía que el chico era de una familia acomodada y pensar que él tenía la vida resuelta cuando Hyunjin buscaba salir adelante por sí mismo, fue molesto.
"Vaya, que bien. Voy a cenar.
Suerte con tu paseo."
Mando y cerró la aplicación. No tenía ganas de saber de él momentáneamente. Hizo sus cosas y para sacar su frustración se mantuvo dibujando varias horas antes de ir a dormir.
Al día siguiente, por la mañana, inevitablemente vio que Felix había mandado mensajes.
"Provecho, come bien y duerme
pronto que has tenido un largo día"
Había mando luego de suyo.
Después había enviado varias fotos de edificios de la vieja ciudad y aun cuando realmente no sabía de arquitectura, le gustaron las imágenes.
El último mensaje había sido enviado una hora atrás.
"Mañana tomaré un tour para ver la ciudad por la noche,
dicen que es tan hermoso que por eso le llaman la
ciudad de las luces. Te enviare todas las fotos que pueda"
Inevitablemente, Hyunjin sonrió, sacando cualquier resentimiento que pudiera tener por aquel extraño pero tierno desconocido. No se conocían en lo absoluto y estaba tan preocupado por escribirle.
Volvió a considerar que no tenía amigos y por eso se había aferrado a él, sin embargo, era tan amable aun por texto que dudaba que con ese carácter no fuera el preferido de cualquier persona.
Luego de los mensajes, no supo que decir. Él no era como Felix, no era bueno con las palabras, esa era la razón por la que él dibujaba y pintaba, porque era la forma de expresarse, esta interacción era algo nuevo para él y de momento le hizo sentir abrumado, por lo que solo respondió.
"Gracias"
A pesar de ello, los mensajes del otro no cesaron en frecuencia, como si fueran realmente cercanos, Felix le mandaba mensajes durante todo el día, aun cuando sabía que Hyunjin solo respondía por lo mañana al despertar y por la noche al llegar del trabajo o de la escuela, si es que era entre semana.
Para ese momento ya habían hablado de sus edades (Felix dijo tener 20, por lo que le gana con 1 año, aunque en realidad son meses), de que él es hijo único y que Felix tiene 2 hermanas. Que el otro tiene por hobbie cocinar (ya hasta le prometió hacerle un brownie cuando vuelva) e incluso le prometió que lo invitaría a su próximo cumpleaños para que vea que no es mentira que sus festejos son temáticos aun cuando ya tiene la mayoría de edad.
No sé da cuenta que ha pasado ya dos meses mandándose mensajes con Felix y que ya no solo los recibe y da alguna respuesta ocasional, sino que responde a cada uno de ellos sin dejar uno solo sin respuesta, y que incluso él mismo se permite mandar algunos cuantos hablando en ocasiones de su día.
Es un día que esta por irse a dormir cuando repentinamente su teléfono suena y extrañado mira la pantalla viendo como el nombre de Felix aparece en el identificador de llamadas. Confundido, deja que suene un par de veces antes de responder.
- ¿Sí? – es lo único que puede preguntar, pues esta más nervioso de lo que podrías darse cuenta.
- ¿Hyunjin? Lo siento, lo siento de verdad, ¿te desperté?
El mayor se quede mudo por unos segundos, aun cuando imaginaba que Felix debe tener una voz agradable como su carácter, no esperaba que fuera así de dulce.
- No, estaba preparando mis cosas para mañana.
- Lo que pasa es que me equivoque, te iba mandar unas fotos para que las vieras mañana y se me fue el dedo y le di al botón de llamar, después al momento de intentar colgar, se me cayó el celular y se bloqueó, y cuando por fin pude desbloquearlo, escuche tu voz.
Ahora entendía porque Felix enviaba muchos mensajes, de verdad era una persona de muchas palabras.
- Esta bien, no te preocupes – dijo, y pensó que, dado que no era la situación habitual entre ellos, lo ideal sería que colgara ya, sin embargo, tenía ganas de seguir escuchando su voz – ¿ya cenaste? – fue lo único que se le ocurrió preguntar.
- Aquí son apenas las 3pm – le recordó con una ligera risita que sonrojo las mejillas de Hyunjin sin que se diera cuenta – Pero si, ya comí, justamente por eso te estaba enviando unas fotos, vi un perrito de la misma raza que Kkami.
La conversación siguió como si realmente hubiera sido planeada desde el inicio, como si desde siempre hubieran escuchado sus voces y supieran que era un verdadero placer percibir el sonido de esta por horas.
Ese día Hyunjin se terminó durmiendo a las 2 de la mañana y solo porque para esa hora estaban corriendo a Felix de la cafetería de la universidad.
A partir de ese momento, por la mañana leía los mensajes que Felix le había dejado durante la tarde y noche de Paris y por la noche, platicaban por teléfono para conversar de cualquier cosa, ya fuera del día de Felix detalle a detalle o para que él se quejara de los clientes del café. A veces charlaban un par de horas, conscientes de la diferencia horaria, otras sin embargo, por más que ambos deseaban terminar pronto la llamada les era impensable, prologando esta lo más posible, odiando que el tiempo pasara tan rápidamente.
El ritmo de vida de Hyunjin cambio en esos 2 meses que tenían hablando por teléfono. Cenar a las 7pm ya no era tan efectivo cuando se dormía casi 7 horas después, por lo que invirtió sus actividades, llegando a hacer tarea, para cenar a las 10 de la noche. Dormía por las tardes, siempre que podía para de esa forma lograr estar despierto el mayor tiempo posible para hablar con el menor.
Aun así, las horas de sueño no eran suficientes, por ello esa noche, cuando hablaban de la escuela no se dio cuenta que confesó la verdad, que estudiaba arte y no arquitectura y que le había mentido aquella vez porque no confiaba en él en ese momento.
Como si hubiera estado borracho, al día siguiente Hyunjin no recordaba nada de la conversación, sin embargo, el no tener los siempre esperados mensajes de Felix en su celular, lo hizo sospechar que algo andaba mal.
Escribió preguntando si él estaba bien o si algo andaba mal entre ellos, y el recibir solo un "no quiero hablar de ello en este momento" no ayudo en absoluto a su conflictuada mente.
Por la noche fue que Felix accedió hablar por teléfono, confesando lo traicionado que se sentía de que le hubiera mentido, y aun cuando le explico sus razones, el miedo a ser juzgado como siempre, el menor se sintió más ofendido de que lo considerara como alguien más y no como el chico con el que se había estado comunicando todos los días y todo el día por 4 meses.
Hyunjin le dijo que a partir de ese momento no volvería a mentir sin embargo Felix respondió que ya ni podía confiar en él y que como alguna vez tanto insistió, él no lo conocía, no sabía cómo era físicamente, no sabía dónde vivía y nunca había recibido una foto de tu parte.
Ofreció entonces enviarle una foto en ese momento, a lo que fue rechazado con el argumento de que, así como había mentido podía enviarle una foto falsa. El mayor estaba desesperado, no se daba cuenta de cuanto lo asustaba pensar que Felix saldría de su vida, por lo que se separó de su celular y pulso el botón que cambiaba la llamada, a videollamada.
- ¿Hyunjin? – preguntó confundido el chico al otro lado de la línea.
- Cambia a videollamada, quiero que me conozcas – dijo serio, con el corazón en la mano.
- Pero yo... - comentó inseguro.
- Por favor – insistió, y debió haber algo en su tono de voz, porque 2 segundos después pudo ver el rostro de Felix frente a él.
Nada lo tenía preparado ello, nada en todo el mundo pudo haberlo preparado para ver aquella belleza frente a él.
Simplemente se quedó mudo, Felix no solo era hermoso, era simple y sencillamente un ángel, no había una mejor palabra que describiera la apariencia de aquel chico.
Su piel era hermosamente blanca sin ser fantasmagórica, todo lo contrario, se encontraba adornada con una gran cantidad de pecas que resaltaban sus ojos, ojos que como pudo imaginar luego de haberlo escuchado sorber varias veces, se encontraban cristalinos por las lágrimas previamente derramadas, sus ojos eran tan hermosos y su cabello rubio enmarcaba tan bien su mirada, los rasgos delicados, la nariz perfecta...
Ni aunque lo hubiera querido, no hubiera podido decir ni una sola palabra y si hubiera estado de pie, podría haber jurado que habría caído de rodillas a sus pies ante la hermosura y pureza que veía en sus ojos, en su rostro, en su noble personalidad.
No recordó en ningún momento, que tanto se habían acercado a él por su apariencia que en algún punto había llegado a maldecirla y que, por ello mismo, no había considerado bajo ninguna circunstanciar enviar una foto a Felix de sí mismo, razón por la cual no era el único que miraba sorprendido, sino que el mismo rubio había olvidado el llanto al ver el rostro del mayor en la pantalla frente a sí.
El cabello negro, los ojos oscuros y enigmáticos, los labios rojos e hinchados, los malditos labios que en este momento lo estaban haciendo desear como nunca en su vida poder besar a alguien, a Hyunjin más concretamente. No solo era una persona reservada, pero de personalidad atrayente y gentil, Hyunjin era la máxima expresión de la belleza masculina y él no tenía palabras para dirigirse a él, menos cuando seguramente se veía patético con la nariz y los ojos rojos de llorar.
Fue el de cabellos negros quien rompió el silencio.
- Hola – saludo son una leve sonrisa en los labios, buscando no ser obvio.
- Hola... - respondió el saludo con timidez el rubio, despegando la mirada de sus labios, apenado.
- Este soy yo... - dijo de manera simple, como si hubiera quitado sus últimas barreras.
- Sí... - concordó el menor y bajo la mirada, apenado ahora de la forma tan intensa con la que había reaccionado. - Lamento haberme puesto así...
- No te disculpes, después de todo era tu momento de desconfiar – dijo con un poco más de seguridad al ver que no era el único nervioso – mira, este es mi cuarto – comentó antes de girar la cámara alrededor de donde se encontraba, mostrando la cama, la ventana, el escritorio y algunos de sus trabajas pegados en la pared.
- Esos dibujos... ¿tú los hiciste? – preguntó aún tímido, pero con interés el rubio, luego de limpiar su rostro y su nariz del previo llanto.
- Si, son parte de mis trabajos, ¿quieres verlos? – ofreció animado el mayor, acercándose a los dibujos.
Y así como habían comenzado las llamadas sencillas por un accidente, comenzaron los últimos dos meses del intercambio de Felix en Paris, con noches de videollamadas.
Con esa última barrera nula entre ellos, Hyunjin fue capaz de ser completamente abierto con él, porque podía ver en sus ojos interés, nada parecido a los años de prejuicios que había recibido, podía ver las sonrisas mucho antes de escuchar las risas irremediables, podía ver la preocupación en sus ojos, en el labio que mordía inseguro. No había forma de que viendo el hermoso rostro de Felix pudiera ocultarle cualquier cosa.
No se dieron cuenta que, a semanas del regreso del rubio a Corea, habían comenzado a hacer planes para verse, para salir juntos, para esperar por la siguiente película de moda, visitar el restaurante meses atrás recomendado.
Hyunjin no podía creer lo mucho que había cambiado en esos meses, no solo aprendiendo a confiar en él, sino en la gente de su trabajo, acercándose a compañeros en la escuela, era como si Felix le hubiera ayudado a volver a confiar en el mundo.
Y menos aún podía creer que en ese momento estuviera en el aeropuerto de Incheon junto a la familia y amigos de Felix esperando por verlo cruzar la puerta de las llegadas internacionales. No lo pudo creer, hasta que, en una nueva ola de personas, pudo ver el inigualable cabello rubio, no lo pudo creer hasta que sus miradas se cruzaron y el mundo se detuvo.
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