El día en que la perdió a ella, perdió todo.

Nadie comprendía el dolor de su corazón roto por la pérdida de la única mujer que había amado en su miserable existencia; por ella, Rei buscó el modo de terminar con la violencia en el mundo.

La conoció un día común y corriente en una cafetería, ella era una simple mesera con la que coqueteo de broma, jamás se esperó que le devolviera la broma e incluso entre esas mismas le contestara que le aceptaba la cita, que debía esperar a que terminara su turno y llevarla por un helado.

Ese mismo momento lo supo, ella era la mujer que quería a su lado para toda su vida.

Su noviazgo duró lo suficiente como para casarse prometiéndose un amor no eterno, pero sí verdadero y mutuo entre ambos, apenas disfrutaron de la vida de casados cuando nació su primogénito, Yamada Ichiro, y pasaron dos años para cuando nació su segundo hijo y comenzó el caos por una tercera guerra mundial.

Todo era un desastre, por un tiempo creyó que su matrimonio también pero su amada simplemente entendía que él estaba haciendo un esfuerzo por terminar todo del modo más pacifico posible tanto por su familia presente como por el tercero de sus hijos que venía en camino y tuvo la desgracia de nacer en medio de la guerra.

Realmente intentó protegerlos, hizo hasta lo imposible por llegar a tiempo cuando escuchó de un colega que había pasado algo por su casa... encontró cadáveres y varios heridos de gravedad, entre esos mismos muertos, a su esposa.

En ese momento, todo se quebró para él. Lloró en silencio la muerte de la mujer que más amo en su vida y que, conociéndola, murió tratando de salvar a sus hijos.

En ese momento, recordó a Otome, ella tenía el mismo deseo de su amada... un mundo donde las armas ya no fueran la muestra de poder, un mundo donde las palabras fueran las armas reales...

Claro, eso debía hacer. Un artefacto para cumplir el sueño que tenía su adorada esposa y una vez lo hiciera, cumpliría el deseo de su amada de un mundo sin conflicto... del modo que fuera. Tal vez, de ese modo, sanaría su corazón roto.