Nunca supo cómo comenzó aquello. Un día simplemente sentía que se ahogaba en una horrenda tos que con el tiempo fue empeorando hasta expulsar sangre con lo que creía eran extraños coágulos o al menos así fue hasta que se reencontró con él en las “Division Rap Battle”.

Escucho el último ataque de este antes de volver a toser, todo a su alrededor se volvía borroso mientras en su mano, cubierta y manchada de sangre, había un boton de crisantemo amarillo sin florecer. 

—Ah~ supongo que conocerte… si fue… un… —murmuró antes de volver a toser y ahora vomitar sangre con un bello crisantemo florecido. Había escuchado de eso, era la etapa final de una enfermedad conocida como “Hanahaki”, o también conocida como “Enfermedad del amor”, solo podía contagiarse si tenía un fuerte amor sin corresponder, y estaba claro que era él quien le provocaba aquello.  

El mayor ejemplo de un amor unilateral que rozaba al desprecio era la flor que ahora estaba en su mano y en el piso con sangre. Sonrío al notar que simplemente iba a morir en esa arena, con una hermosa flor que representaba su mayor y doloroso recuerdo del primer amor. 

Un amor mortífero que jamás iba a ser correspondido.