Genderbend

Un labial rojo hecho de los pétalos de una rosa carmín como algo viejo, la ropa interior que su "prometido" le había comprado como supuesto regalo para su noche de bodas como algo nuevo, el hermoso vestido de novia que su madre usó en su momento como algo prestado y sus propios ojos azules como lo último en la lista de su progenitora para amuletos de buena suerte en su matrimonio.

La ostentosa vida que Ramuda iba a tomar en cuanto terminara de acomodar su velo no era algo que deseara, sus padres decidieron que debía casarse con un hombre que le llevaba más de la mitad de edad después de que este les ofreciera un gran dote por su mano.

Aún cuando intentó oponerse, en conjunto a su hermano mellizo sobre separarlos de aquel modo, simplemente no pudo cambiar su propio destino y aceptó desposarse con un hombre que en su vida entera había visto, pero aseguraba haberse enamorado de ella por su increíble e inigualable belleza, incluso durante sus votos escuchó entre los susurros de los invitados era comparada con la difunta anterior condesa Yamada. Fue la misma novia la que solicitó que su familia no asistiera a su boda, no podía aceptar que sus hermanos la vieran de forma tan sumisa y le era obvio que sus padres no lo harían por no poder cumplir sus propias expectativas para lucirse ante la nueva sociedad en la que su única hija iba a vivir.

Ojos zafiros centelleantes en melancolía, como "algo azul"; un hermoso y único vestido blanco como "algo prestado"; una desgarrada y fina ropa interior como "algo nuevo"; un labial rojo comparable a la mancha de sangre en su cama y muslos; como algo viejo... es todo lo que Ramuda recuerda de la noche de su propia boda donde según su propio esposo "toda su feminidad sería mostrada".

Casi era posible verla llorar en los jardines de la mansión donde debía vivir ahora, marchitándose como una delicada rosa en otoño suponiendo una falsa felicidad por la espera de una hija que probablemente tendría su mismo destino.

Por el simple hecho de ser mujer, perecer de forma desdichada sin voz o voto.

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Aproveche nuevamente a mi RamudaFem del drabble de época victoriana, solo porque ya estaba harta de pegarme la cabeza contra la pared buscando un tema... así que ya (?) 

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