"Hermosa por herencia, inteligente por experiencia."

Esa fue la única descripción que Rei obtuvo de su séquito cuando les pidió describir a Otome, la actual gobernante de Egipto.

Después de la muerte de su predecesor, Asuka Mikado, Rei era el único que podía hacer a los Egipcios sus aliados, y no había mejor oportunidad que imitar a Mikado y acercarse a la hermosa faraona Otome VII NeaThea Tohouten, que se decía había seducido y asesinado como si nada a sus dos primeros esposos, y hermanos menores, seguido de Mikado, que se decía fue el padre del actual príncipe de Egipto, Daisu IX Philo Tohouten Arisugawa.

Claro, al igual que cualquier hombre con ego, Rei no creyó caer en las garras de la reina egipcia, supuesta reencarnación de su diosa Isis, Otome.

Que dilema fue cuando conoció a la famosa reina con hermosas gemas dignas de una regente egipcia, una elocuencia carente entre las mujeres de su nación y una sonrisa bastante atrayente...

Ahora podía entender que le vio Mikado como para llegar al punto de tener un hijo.