Cuentan las más antiguas leyendas, que cuando un aquelarre se reunía, se desataba el caos mismo.

Las brujas eran mujeres poderosas y sabias temidas por la ignorancia y debilidad masculina de los idiotas, cazadas por el temor de los mismos hombres temerosos de ser desplazados en su ficticia pirámide de jerarquía social.

Aún así, las bellas mujeres aprendieron a sobrellevar la situación disfrazándose de todos los modos posibles para no ser asesinadas; sí, era sumamente injusto y estúpido... pero por ahora, era algo necesario.

O así eran las cosas hasta que se formó un nuevo aquelarre.

Las brujas hartas de la opresión del "macho dominante" simplemente siguieron a su nueva líder, Otome Tohoten y se unieron al nuevo y más fuerte aquelarre que ha existido, con hechiceras de alto grado, como Kadenokouji Ichijiku y Aohitsugi Nemu, siguiéndole como sus manos derechas e izquierda, nadie las detendría.

Porque es cierto, cuando un aquelarre se junta y sólo obtienes caos para los temerosos ignorantes varones.