Capítulo 9. Peligro / Pesadillas.
POV Sean
Es realmente identica a su madre, ¡lástima que tenga los ojos del idiota de Patrick!
Arrojo la fotografía que tenía en mis manos y me dispongo a ver las otras. He pedido que vigilen muy bien a mi Princesa.
Me han dicho que hace poco más de un mes que se fue de la ciudad y los impertinentes de mis hombres no habían dado con ella y comenzaba a frustrar. Pero aún tenía su número de telefono y decidí llamarla.
POV Samantha
Hoy Alexander y yo habíamos pasado casi toda la tarde viendo películas y comiendo frituras acompañadas de algunas gaseosas. Mi diminuta barriga se hacía presente con el pasar de las semanas. Ya tenía casi 2 meses según la doctora con la cual comencé a asistir días después de hacerme los test.
Para mi mala suerte las náuseas eran muy constantes aunque el pequeño ser dentro de mi se comportó bien hoy, al parecer ahora le gusta la comida chatarra.
Desde que nos mudamos Alexander y yo comenzamos a trabajar desde casa a petición de mi padre ya que no quería que nos expusiermos tanto saliendo a la oficina. Trabajamos para él, es dueño de una importante cadena hotelera llamada Vi Athna. Y por si fuera poca nuestra paga él nos ayudó a comprar la casa y nos deposita una fuerte cantidad en mi cuenta. Le he dicho que no es necesario pero con mi padre nunca se puede.
Además de que soy su niña mimada dice que soy muy buena en mi trabajo.
Cada centavo me lo he ganado. Yo trabajo como encargada del área de marketing y Alexander es el encargado de finanzas. Debo admitir que ambos somos muy buenos a pesar de nuestra corta edad.
Estamos a media película cuando suena un teléfono y por el tono sé que es el mío así que voy por el a la cocina donde lo había dejado después de hacer algunas botanas.
¿Qué? El bebé exige comida.
Número desconocido.
Puede ser alguien de la empresa...
Respondo.
-Aquí Samantha Thunder, en que puedo ayudarle?
-Princesa, cómo te encuentras en este maravilloso día?
-¿CÓMO TE ATREVES A VOLVER A LLAMAR? CREÍ QUE LA ÚLTIMA VEZ TE HABÍA QUEDADO MUY CLARO QUE NO QUERÍA SABER DE TI
-Tranquilizate por favor, sólo quería saber cómo estás.
-Estoy bien, ahora deja de molestar
-Tienes el cabello de tu madre, y esa sonrisa que mi hizo perder la cabeza cuando la conocí. Además tienes su espíritu y forma de ser. Ésta es una de tus mejores fotografías.
-¿Cómo sabes de mi? ¿de qué fotografía hablas?- pregunté preocupada.
-Tengo que saber toda acerca de mi princesa.
-Primero, no soy tú princesa. Segundo, eres un maldito acosador.
-Sólo quiero asegurarme de que seas felíz. Me han dicho de tu reciente compromiso. Felicidades. Aunque ahora que el peligro se acerca no creo que lo disfrutes mucho.
-Gracias- digo antes de cortar la llamadas sin importar que fuese maleducado.
¿Ha dicho peligro?
Al darme la vuelta para volver a la sala Tristan está en el umbral de la cocima. Me observa con el seño fruncido.
-¿Quién ha sido?- pregunta aún con el seño fruncido.
-Sean Ring, él de nuevo.- miro como su mandíbula se tensa al mencionar su nombre.
-¿Qué te ha dicho?
-Nada importante- digo mientras saco un botellin de limonada del refrigerador.
-Mikaela- se acerca a mi.
-Sabes que odio que me llamen así. No Mika, no Mikaela. Soy Samantha o Sam.- hago un puchero.
-Está bien Samantha, que te ha dicho?
-¿Te he dicho que mi nombre suena tan lindo saliendo de tu boca?
-Samantha Thunder, que chica más coqueta- me toma de la cintura y me besa rápidamente.
Después de unos minutos nos separamos por falta de aire y seguimos con la película. No sé en que momento me he dormido.
Bueno supongo que estoy soñando porque todo lo que veo a mi alrededor es muy extraño.
Estoy en un lugar completamente oscuro, escucho un sollozo y por un momento creo que es Alexander pero unos segundos después la luz se enciende y revela la imágen más horrible que he visto en mi vida. Mi madre está frente a mi, tirada en el piso cubierta de golpes. Intento acercarme a ella pero alguien tira de mi, un par de manos me toman fuertemente, tanto que me lastiman
-¡Mamá!- mi madre me mira e intenta arrastrarse hasta mi. Un par de manos la toman, sí las mismas que me sostenían hace un momento.
-No hagas esto más difícil Lillian. Sabes que la traición se paga muy cara. Es tu turno de pagar.
-So.. sólo déjame ser felíz Sean. Ya es parte del pasado.
-¡Jamás! Pasado o presente me traicionaste. No te dejare ser felíz nunca y mucho menos con él- apunta a la nada.
-¡Déjala!- me mira y un escalofrío recorre mi cuerpo.
-Princesa si no dejas de meterte en mis asuntos le haré más daño a mami.
-Ella... ella no tiene la culpa de nada. No la involucres en esto.- solloza mi madre.
-¡Cállate!- clava el cuchillo en su pierna y mi mamá chilla.
Él se levanta lentamente y camina hacia mi.
-¡Corre Sammy, corre!- el hombre se vuelve a ella y le clava el cuchillo de nuevo, ahora en el abdomen. Salgo corriendo de ahí mientras miles de lágrimas recorren mis mejillas.
-¡Te encontraré princesa!- escucho su horrible voz a lo lejos.
Después de unos minutos llego a un lugar con muchas personas y pido ayuda. Minutos después llega la policía y paramédicos. Pero mamá ya está muerta. Le habían disparado fos veces en el abdomen. Tenía cientos de golpes por todo su cuerpo y los ojos hinchados de tanto llorar.
Mamá se había ido... Y ese tipo venía por mi.
Horas después lo habían capturado y gracias a mi lo encarcelaron. Veinte años de prisión aunque podían ser menos si tenía buena conducta y pagando una fuerte cantidad de dinero como fianza.
¿Quién me regresaría a mamá? Ya no tendría a mamá para regañarme cuando robaba galletas antes de la cena, o cuando me quedaba despierta viendo películas de princesas. Ya no estaría ahí cuando tenga un mal día en la escuela, ya no estaría en mis cumpleaños.Ya no la tenía. Todo gracias a mi.
Desperté llorando y me senté. Alexander me escuchó y despertó de golpe.
-¡Sam! ¿Sam qué ha pasado?- pregunta mientras me abraza.
-¡Él, él de nuevo!- me escondo en su pecho y el acaricia mi cabello para tranquilizarme.
Nos recostamos y sigo llorando. Horas después y me quedo dormida en su pecho.
Por la mañana
-Samantha, despierta-alguien intenta despertarme pero simplemente gruño.
-Saaaaaam, vamos rubia.
-¿Uh?- Abro lentamente los ojos ¡y la veo! ¡Mi mejor amiga está aquí! Esperen ¿Cómo?
- ¡Peyton!
-La misma, querida.- nos abrazamos fuertemente.
-¿Qué haces aquí? Es decir, nunca dijiste que vendrías.
-Lex me llamó y me dijo lo que pasó y sabía que me necesitarias, además era tiempo de verte ¡y ver la pequeña barriga que en unos meses me volverá tía!- me sonrojo.
Sí, mi mejor amiga se llama Peyton, es una castaña con ojos color gris muy hermosos. Somos amigas desde los 3 años, ella también perdió a su madre y me entiende perfectamente cuando estoy mal. Es totalmente increíble ya sabrán más de ella.
-¡Oh Pey! Serás tía y yo.. seré mamá.- una lágrima cae por mi mejilla y ella la seca.
-Ella estaría orgullosa. Estoy segura de que la haría muy felíz ser abuela.-sonríe.
-Lo sé Pey. Te quiero tanto ¿te lo dije ya?
-Cada día nena- me guiña un ojo.
-¿Qué hora es?- me pongo mis sandalias y camino a la puerta.
-10:35.- la miro esperando que sea una broma.
-¿Dónde está Alexander?
-Abajo, preparando el desayuno.
-Odio que desayune sin mi.- hago un puchero.
-Pues entonces vamos y no dejemos que tu sexy prometido desayune solo.
Reímos y bajamos. Justo cuando bajo las escaleras mi guapo prometido está dejando la comida en la mesa.
-La mesa está servida.- sonríe tiernamente.
-¡Yummy! El bebé tiene hambre.- sus ojos se iluminan y me abraza. Se pone de rodillas y besa mi pequeña barriga.
-¿Para mi no hay beso?- hago un puchero.
-Siempre los hay- se pone de pie y me da un tierno beso.
Alguien carraspea y ambos reímos.
-¡A desayunar! El bebé muere de hambre.
Todos nos sentamos a desayunar y charlar.
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N/A
Gracias por leer.
Los quiero Fantasmitas JAJAJA.
Ghostxgirl
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