7

Alexis:

—Alexis...—Repite mi nombre y asiente.—Soy Emmet.—Observa a su perro.—Y él es Beta.

El animal ladro y hago un gesto de saludo.

—¿Quieres sentarte?—Me pregunta y asiento.—¿Puedo? —Extiende la mano hacia mí.

Muevo la cabeza ligeramente y el me guía hacia las sillas de madera y junto al fuego.

—Debes tener hambre. —Camina alejándose y entra a otra habitación, la que debe ser la cocina porque trae consigo pan y ... ¿Queso?

Mi estómago suena cuando los trae a la mesa y los coloca frente a mí.

—Come todo lo que desees.

Él se sienta frente a mí y continúa sacándole filo a la cuchilla, lo que me hace recordar...

—¿Mis cosas? —Pregunto y sus ojos me observan. —Vine con ...

—Lo siento, solo te traje conmigo, no me dio tiempo.

Mierda.

—Tengo que volver por ellas.

—¡Hey no! Claro que no. —Me detiene. —Acabas de despertar y no creo que debas salir ahora.

—Es que...

Mi daga...

—¿Sabes exactamente donde me encontraste?

—Tengo un vago recuerdo, pero no... no te llevare hasta que estés lo bastante recuperada.

—¿Me detendrás? —Frunzo el ceño.

El suspira y se pone de pie.

—Te estoy hablan... ¿Qué es ese olor?

—Agua de hiervas y medicina, te hará bien tomar un baño con ellas.

Abro mucho los ojos.

—Soy médico, Alexis.



(***)



Estoy en una tina circular de madera, bastante grande que hasta puedo separar mis piernas, el baño está decorado con velas que se encuentran apagadas por ser de día y aunque además de la tina y el retrete a unos metros, hay una silla de madera sobre la cual se encuentra la toalla.

Golpean la puerta del baño y me cubro los pechos antes de permitir que pase, Emmet ingresa a la habitación con un balde lleno de agua medicinal, ya no lleva un chaleco encima del camisón, solo el camisón entre abierto y trato de no mirar el torso.

—Es el ultimo.

Me hago a un lado permitiendo que llene todo y sin quitar las manos de mis pechos, Emmet limpia su frente y antes de que se vaya, menciono:

—¿Lo construiste tú? —Pregunto refiriéndome a la bañera. —Ni siquiera en el pala....—Rápidamente cambio mis palabras. —En casa tenemos una así.

Y arreglaría muchos problemas.

—Sí, con estas manos. —Las extiende y sube las mangas, mostrándome la musculatura.

Eso explica muchas cosas.

—Tomate tu tiempo. —Me dice antes de retirarse.

Sumerjo mi cabeza, ignorando que no dejo de verle los brazos.



(***)



Emmet me arroja lo que parecen ser trapos a simple vista, pero termina siendo un vestido color verde, logro atraparlos, pese a que con una mano me cubro el cuerpo.

—Esto...

—Es lo que pude traer.

—Mi ves...

—Descuida, el vestido y la túnica lo lleve al pueblo, no soy bueno quitando ese nivel de suciedad.

La respuesta me hace sonreír a medias.

—Hoy paso por ella si gustas acompañarme, debo ir a atender algunos pacientes.

Olvidaba, dijo que es médico.

El abandona la habitación y me apresuro en cambiarme, cuando ya estoy lista, salgo de la habitación y lo encuentro en la sala dándole de pedazos de carne al perro, este ultimo los atrapa en el aire.

—¿Estas li...

Se detiene al verme y sonríe.

—Parece que sí. —Menciona el.



(***)



Mis botas no han sido un completo desastre y agradezco a nana donde sea que se encuentre, escalamos una montaña y el perro se adelanta, lo que hace reír a él.

—Ya estamos cerca. —Asegura y me quedo atrás tomando bocados de respiración.

No quiero perderlo de vista así que me vuelvo a apresurar, pero cuando doy un paso más mi pie resbala.

Mierda

—¿Estas bien?

Logra sujetarme a tiempo.

—Sí, gracias. —Digo frustrada.

Me da el pase de camine adelante y me suelta la mano..

No puedo ignorar los celos que siento porque a él se le hace tan fácil y elijo creer que solo es porque aún no me recupero del todo, sin embargo, después de tantas escapadas parece que no he explorado lo mínimo que debí explorar, la superficie de Arcaría no es como esta, donde sea que este

—Llegamos. —Anuncia y mi vista va al frente.

El terreno desde ahí se vuelve plano y camino más cómoda mientras más nos adentramos.

El pueblo es bastante grande y me llama la atención que hay muchas casas que se dedican a trabajos de cerámica, arcilla y...

También se ocupan de pulir arme.

Me detengo, mirando a mis costados.

—¿Alexis? —Me llama, el perro se detiene a su lado.

—¿Dónde estamos, Emmet?

El sonríe y hace una señal con el mentón hacia adelante, camina y sigo sus pasos apresurados, hasta que detrás de la vegetación alta, lo veo.

El enorme castillo de...

Emmet se encarga de terminar con mis dudas.—Te encuentras en Lavinia, el reino de los artesanos y herreros.

Genial, he acabado en las tierras de mi prometido.

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