USA –¿Oye, no se te antoja una rata?

ALEMANIA –¿Das? Qué cosas dices...

USA –Pues, ¿que no comías eso?

INGLATERRA –Hey! Shut up stupid yankee! Esos fueron tiempos difíciles, incluso para mi.

USA –Tranquilo, sólo estaba tratando de ser amable. Aunque, eso de las ratas es más cosa de China.

CHINA –Cállate-aru, la comida escasea en mi país, por sí no sabes -hace puchero- y es muy rica, para tu información-aru.

USA –¡hahaha! ¡Por eso se salen de tu país! Pero bueno, entonces Alemania -le pasa el brazo por los hombros- ¿No quieres un asado de piojos? ¡O ya se! Un pan de hace un año :D

ALEMANIA–...-rojo de rabia-¿Y tu no quieres una patada por el culo?

INGLATERRA–Ohhhh! Eso hasta a mi me llegó

CHINA –Si, dale su lección Alemani-aru

USA –¡Al menos yo no me comí a mis soldados y luego usaba su ropa!

INGLATERRA–Ya, tranquilos. No queremos otra guerra ¿verdad?

USA –Pues yo me quedé con ganas de matar nazis 7-7

ALEMANIA–¡Adelante! Después de que conquiste Europa lo haré contigo y te venderé en pequeños pedazos a los chinos.

USA –Sigue soñando, ¿crees que si no pudiste antes podrás ahora?

CHINA –esto se pone feo, has algo Inglaterra-aru

INGLATERRA–Estoy pensando...ya se.

Continuará(?

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Durante la Segunda Guerra Mundial, las trincheras eran un sentencia muerte, la peor y más cruel estrategia de ataque para los soldados alemanes e ingleses. La comida escaseaba y llegó al punto de que ya no llegaban provisiones y por eso se vieron obligados a consumir cualquier inmundicia que se pudieran encontrar. Fueron tiempos muy difíciles y muchos soldados murieron de hambre, deshidratación o frío.