En busca de un compañero
*Me desperté luego de tener una de las mejores noches, no siempre la dueña compraba comida humana para mi, y cuando lo hacia era lo mejor que había.
Observé a mi alrededor comprobando qué no había nadie en la casa a excepción de mí, me estiré sobre mi "cama" y comenzando a caminar por todo el lugar, el primer lugar al que visité fue la cocina.
Al llegar a ella me senté en el umbral de la puerta viendo fijamente a la nevera qué era el doble del tamaño de una normal, y algo más extraña ya qué está no poseía manilla para poder abrirla y solo poseía una abertura por la cual entraban la mano y está abría, como si tuviera algún botón o algo parecido.
Mi estómago gruñó, indicando qué tenía hambre y buscando algo de comer comencé a caminar por toda la cocina hasta encontrarme con mí plato lleno hasta arriba de aquella pasta de carne.
Con la vista busqué otra cosa y casi lloro de felicidad al ver una funda llena de galletas que estaba sobre la meseta qué en si era alta, pero al ver el plato nuevamente que se encontraba lleno hasta el tope supe inmediatamente que la dueña no llegaría en unas largas horas y comer mi única "comida real" era casi un suicidio.
Decide en comer parte de aquella pasta y cuando me diera nuevamente hambre comer aquellas galletas, al terminar salí de la cocina cambiando en esta ocasión a la sala en donde había una gran ventana encima de uno de los muebles.
Me senté enfrente del cristal observando todo el exterior, podía ver algunas mascotas callejeras o simplemente se habían escapado o se habían perdido, caminar de un lado a otro.
Algunas criaturas caminar apresurarás de un lado a otro mientras llevaban consigo papeles o carpetas arrugadas de color blancas, negras o beige.
Me aburrí de estar encerrado y ver como los demás salían de sus casas, salté del mueble y entre saltos y risitas caminaba a la habitación de mi dueña.
Al llegar hacía ella salté encima de su cama y como un niño de 7 años comencé a saltar sobre está, haciendo qué las sábanas cayeran parcialmente sobre el suelo junto con las almohadas.
Regresé al suelo y mordiendo una de las almohadas comencé a mover mi cabeza de un lado a otro y mientras lo hacia recordaba al perro de mi abuelo qué habíamos cuidado una vez y al regresar de un paseo al parque encontramos la casa patas arribas, le enseñaría a no dejarme sólo nuevamente o por mucho tiempo y ¡no dejarme aburrido!
Me quedé en la habitación tirando todas las cosas al suelo, mordiéndolas moviéndolas o llevándolas a otras habitaciones de la casa, hasta qué me regresó el hambre y con una de las sábanas de la habitación de mi dueña entre mis dientes camine hacia la cocina.
Al llegar mire el empaque de galletas qué estaban sobre la meseta, sabiendo qué no lograría agarrarlas estando en cuatros patas busque una de las sillas y la coloque al lado de la meseta.
Con todo el equilibrio que pude reunir me levante en mis piernas apoyándome de la silla y agarrando el empaque, por pasar todo el tiempo sobre mis rodillas me había acostumbrado a caminar de éste modo al punto de poder correr largos tiempos y no sentir dolor o molestias en las rodillas o en las palmas, también poder podría echar una carrera con un perro y podría seguirle el paso o por lo menos por un tiempo.
Me senté en el suelo en forma india con la funda entre mis piernas, y abriéndola con los dientes comencé a comerlas una por una.
Camine a la sala con el empaque entre mis dientes y con la sábana enrollada a mi cuerpo ya qué está se había enredado a mi hace un tiempo atrás.
Ya en la sala me acosté en mi "cama" acostándome con la sábana y comiendo las galletas con una de mis manos, hasta qué el sonido de la perilla de la puerta ser abierta llamo mi atención.
Deje caer la funda al suelo y mirar en dirección a la puerta viendo como de ella entraba mi dueña con algunos paquetes en sus manos.
Al ver el desorden qué gobernaba la casa puso los plaquetas en la mesa flotante qué se encontraba a unos pasos de mi, mientras miraba en mi dirección con una mirada no muy bonita*.
-¡Danny!
*Oh oh, creo qué ahora si estoy en problemas. La dueña camino hacía la habitación y regreso a la sala para entrar a la cocina, regresando nuevamente a donde me encontraba "escondido" entre la sábana.
Desdé su posición me observó con esos grandes y temibles ojos de color negro profundo igual que una cueva sin fondo, movía la punta del pie de arriba hacia abajo en un movimiento insistente y sus brazos cruzados en forma de X en su pecho ".
-¡¿se puede saber que hacías en el tiempo qué me ausenté?!, ¡tengo que limpiar todo esto antes qué lleguen, y no más golosinas para ti! *dijo llevándose el empaque de galletas de regreso a la cocina mientras le hacia ojitos de cordero pero claro qué no funciono por qué cuando intente levantarme me amenazo con dejarme atado a la mesa o en le baño por todo el día.*
*No me quedó de otras que quedarme acostado en mi lugar viendo como la dueña recogía o intentaba hacerlo, todo mi desorden.
Pero cuando iba a recoger las sabanas del suelo tocaron a la puerta, levanté la cabeza en esa dirección mientras la dueña se apuraba en envolver todas las sábanas y tirarla adentro de la habitación para posteriormente cerrarla con llave.
Caminó hacia la puerta mientras yo me levantaba por completo de la cama y me sentaba en mis rodillas mientras la sábana qué llevaba encima caía sobre mi cabeza y hombros, cubriéndome parcialmente en ella.
De la puerta entro la misma criatura que había venido lo reconocía por que llevaba la misma cinta de color en la ropa, era acompañado por lo qué yo creía era su "amigo".
Me quedé algo sorprendido al ver una correa en la mano de la segunda criatura eso quería decir qué llevaban una mascota con ellos y mi duda fue respondida al ver un chico unos centímetros más alto qué yo, con algunos músculos marcados.
Por lo qué veía llevaba el cabello corto y de color negro junto con unos ojos de color avellana, llevaba un collar con puntas típico de los perros de pelea y su correa era grueso como si una normal no funcionaría con él.
Las criaturas se adentraron a la casa sin dejar de hablar entre ellos, hasta qué se detuvieron en el medio de la sala y el qué llevaba al chico por la correa se detuvo un poco más cerca pero no como para poder verlo completamente*.
-así qué éste es Víctor.
-si es uno de nuestros mejores campeones, ganó el último campeonato y obtuvo uno de los mejores puntos.
-eso pude ver en las noticias, deben estar orgullosos de él.
-eso sin duda.
-por esa razón queremos a tu mascota para tener campeones más jóvenes y por lo vimos la última vez que estuvimos aquí se ve que es muy ágil y rabioso.
-lo qué necesitamos.
-por mi parte está bien, con la condición de no lastimarlo.
-no se preocupe, Víctor no le hará ningún daño a su mascota ¿no es cierto Víctor? *el joven volteó la mirada cuando escucho su nombre y asintió hacia su dueño*.
*La criatura que llevaba a la mascota se acercó más hacía mí pero sin soltar de la correa al joven, los demás simplemente se agruparon en un lado de la habitación pero con un buen punto de vista para poder observar todo desde su posición y no tener que moverse.
No me moví de mi sitio cuando la mascota de aquellas criaturas se acercó lo suficiente hacía mí, teniendo una idea en mente de lo que éste quería le mostré los dientes indicando qué no se acercara más.
Pero éste no hizo caso a mi advertencia y siguió con su cometido, me levanté sin previo aviso y caminando hacía atrás me aleje de él, pero éste camino a paso lentos hacia mi dirección nuevamente.
Cuando estuvo frente a mí sólo me observo y camino alrededor mío pero yo lo seguía de cerca girandome de apoco junto con él, mostrándole los dientes o gruñendo si se quería pasar de la raya.
Cuando estuvo de frente a mi rostro nuevamente me agache escondiendo mi retaguardia mientras le gruñía y le daba pequeños mordiscos cada ves que se acercaba.
Éste al parecer se aburrió por qué comenzó a devolverme los gruñidos y las mordidas qué comparadas a las mías éstas si eran aterradoras, en una ocasión logró morderme el hombro pero no lo suficiente para sangrar.
Asustado comencé a retroceder de frente a él, agachando para tener mas control en el asunto o por lo menos poder responder rápido si éste se atrevía hacer algún movimiento.
Pero al notar mi actitud pasiva en el momento, esté término en lanzarse sobre mí a presionando mi cuerpo con el suyo y darme pequeñas mordidas en el cuello y en hombros.
Recordé un documental qué mi dueña había visto hace unos meses atrás en el cual decían qué la presa al verse en problemas o se siente amenazada se vuelve el doble de peligrosa para el depredador ya qué su vida dependía de lo qué está realizara.
Imaginé que era un pequeño ratón siendo aprisionado por un enorme gato el cual se lamía los bigotes, aprovechando qué la mascota de aquellas criaturas había bajado la guardia al pensar qué me tenía a su voluntad.
Cuando su rostro estuvo cerca del mío logre morderle una de las orejas haciendo qué mi depredador lanzara un grito de doler mientras yo le seguía mordiéndole la oreja.
En un intento de soltarme se levanto y utilizando su altura en mi contra logro hacer que dejara de morderle; regresé a mi posición inicial agachado al suelo en posición de ataque con mis dientes a la vista manchados con un poco de sangre de la oreja de éste.
La mascota de las criaturas se enfado por mi acto ya qué se lanzó nuevamente sobre mi pero en esta ocasión no logro tirarme ya qué al instante que se acerco le hice una advertencia de morderle en esta ocasión el brazo.
Si era lo qué creía si lograba herirlo en alguna de sus extremidades éste tendría unos largos días de reposo lo cual llevaría a no poder luchar y perder mas qué una pelea, y mi advertencia funciono ya qué cuando hice mi amagó de morderle el brazo este se alejo instintivamente de mi alcancé.
Mire a mi alrededor buscando un lugar al cuál escapar, viendo la puerta de entrada semi abierta corrí hacía ella esquivando las manos tanto de mi dueña como de aquellas criaturas.
Al llegar al pasillo corrí en cualquier dirección, escuchando la voz de mi dueña llamarme a mis espaldas pero yo seguí corriendo al escuchar las voces tanto de aquellas criaturas como la de su mascota.
Aceleré el paso y cuando estuve en el nivel inferior mire de lado a lado viendo a la distancia la entrada a un pasillo que se encontraba levemente iluminado.
Entré en aquél pasillo justo en el momento qué mi dueña llegó al lugar en donde me encontraba anteriormente, me adentré más al fondo de aquel pasillo viendo como las criaturas no se sorprendían de mi presencia y seguían su vida normal.
Pase por callejones, puestos de ventas y por algunas casas cuando mi resistencia física llego a su fin, mire por todo el lugar buscando algo para poder esconderme y la desesperación comenzó a adueñarse de mi al ver a la lejanía a las criaturas que me perseguían.
La mano de alguien me tomo por el hombro tirando de mi hasta lograr qué cayera dentro de algún cuarto oscuro, la voz de mi dueña pasó de largo junto a sus compañeros.
Me tranquilice por un momento hasta qué recordé el lugar en donde me encontraba, por estar corriendo sin mirar hacia donde me dirigida mis piernas me llevaron al plantel bajo, comencé a temblar al pensar que una de aquellas criaturas lograra atraparme y hacer cualquier cosa conmigo*.
-vaya, vaya ¿pero qué tenemos aquí?
*La voz de alguien logró hacer que mi cuerpo temblara más de lo qué hacía, pero el cuarto en donde me encontraba se iluminó de repente logrando ver el dueño de aquella voz.
Era un chico de cabellos rojos y ojos de un azul profundo, de tez blanca algo bronceada era diferente la otra mascota ya qué a diferencia de él, el chico frente a mis ojos no llevaba collar y sus músculos no eran tan exagerados.
Me quedé quieto y a la vez temblando en mi lugar viendo como la persona al frente de mí me observaba de arriba a bajo como queriendo no perderse ningún detalle.
Camino hasta llegar adelante de mi rostro y con una de sus manos agarro el collar viéndolo detalladamente, regresó a verme y sonrió en un intento tal vez de tranquilizar mi acelerado corazón*.
-relajate no te haré nada *dijo caminando al lugar en donde se encoraban minutos antes* mi nombre es Valentín ¿y el tuyo?
-D-Danny ¿q-qué quieres de mi?
-¿yo?, pues nada sólo pensaba que necesitabas una mano ahí afuera.
-pues gracias me salvaste el pellejo.
-¿enserio? ¿Y de qué te salve realmente?
-p-pues...
-¿te escapaste?
-no veras...
-¿mordiste a tu dueño?
-no...
-entonces no te salve de nada grave.
-¡si lo era! Además ¡¿quien te crees para decir cuán grave son mis problemas?!
-soy Vaslentín *dijo en tono burlón, sentándose en forma india mientras jugaba con algunos de sus mechones* ¿crees qué por salir corriendo de esa forma no volverán a intentar cruzarte?
-¿eh?
-tontito lo intentaran todas las veces hasta que te rindas, ¿por qué simplemente no te dejas hacer y terminas con tu sufrimiento?
-...
-vamos tampoco estoy diciendo que te rebajes a ser una zorrita.
-no te entiendo y por favor deja ese tema me pone de mal humor, ¿por cierto y tu collar?
-¿mi collar, quieres decir aquella cosa que tienes en tu cuello? *asentí* pues veras me escapé antes de que cualquiera de estas cosas me tomara como su perrito y bueno eh vivido de este modo desde entonces.
-¿nunca te adoptaron?
-no.
-entonces... ¡¿Entonces porqué quieres qué me deje hacer si ni siquiera has pasado por ello?!
-nadie ha dicho qué no pase por aquello. *dijo guiñando un ojo con su típica sonrisa burlona a la cuál ya destetaba* si quieres puedes quedarte el tiempo que quieras.
-gracias *susurré cuando éste ya se había alejado*.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Esperó que le haya gustado, creó que esta es la historia con las capítulos mas largo qué eh escrito hasta ahora 😅
En fin si te gusto no olvides en comentar y votar es completamente gratis!!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top