Acostumbrarse es difícil
*Luego de unas semanas me tuve que acostumbrar a la idea de que Valentin sea un perro de pelea, ya que aparte de que no podia hacer nada para detener a la dueña en su decisión, Valentin se veía muy emocionado con la idea. Por lo que en este preciso momento me encontraba acostado de lado encima de un montón de sabanas sucias; con unos molestosos y pequeños listones en el cabello de color azul, a la vez que observaba como la dueña lavaba la ropa a unos metros de mi.
Rode los ojos al ver a Valentin entrar junto a su entrenador, asignado hace unos días, con la cabeza en alto y dando grande zancadas hasta llegar junto a la dueña la cual le dio unas palmaditas cariñosas en la cabeza para luego ir directo a su cama y durmiéndose profundamente.
Últimamente cuando llega de los entrenamientos no hace más que dormir y comer, para luego despertar al día siguiente y repetir la rutina. El entrenador intercambio algunas palabras con la dueña y luego se marcho, como siempre lo hacia.
La dueña regreso a lo que hacia antes de la interrupción, por lo que cada vez que necesitaba tomar una de las sabanas tenia que levantarme para que ella pudiese tomar una de ellas, repetimos esa acción varias veces hasta que me aburrí y camine hasta donde se encontraba las sabanas ya limpias y tendidas, dentro de una pequeña habitación de servicio que siempre se mantenía tibio a diferencia del resto de la casa.
Me acosté en una esquina de la habitación entre dos canasta tejidas llenas, talvez de ropa limpia y me quede dormido en ese mismo lugar, despertándome por las quejas de mi estomago al sentir hambre. Camine a la cocina buscando a la dueña con la mirada pero al no encontrarla fui directo a su habitación, pero tampoco estaba ahi.
Camine hasta el lugar en donde se encontraba nuestros platos pero solo encontré agua y algunas migajas de comida dentro de ambos platos, mi estomago rugió demandando alimento, por lo que, hambriento me dirigí nuevamente a la cocina.
Olfateé el lugar en busca de la tan demandada comida encontrándola guardada dentro de una de las despensas, lo malo era que se encontraba muy arriba, busque con la mirada algo con lo que podia subirme, encontrando una de las sillas del comedor pero en el momento que iba a empujarla para poder estar mas cerca, apareció la dueña la cual estaba cargando con varias fundas acompañada de uno de sus primos.
-Danny tenias hambre ¿verdad?, te has comido todo *hablo la dueña observando ambos platos completamente vacíos. Consternado levanté la cabeza y mis ojos se toparon con la imagen de un Valentin acostado boca arriba satisfecho, gruñí por lo bajo sabiendo lo que había pasado, su estomago rugió nuevamente por lo que aprovechando que la dueña se encontraba guardando algunas cosas que sacaba de las fundas, se acerco hasta llegar a sus piernas levantando con sus rodillas y sosteniéndose con las manos de las piernas de está.
La criatura con un movimiento en su pierna logro que me bajara de sus piernas y continuo guardando las cosas, la perseguí hasta que ella volvió a mirarme.
-¿que sucede? *señalé en dirección a la mi plato de comida vacío* ¿todavía tienes hambre? *comencé a dar vueltas sobre mi mismo, en señal de afirmación*
*La dueña se levanto y camino en dirección en donde estaba la comida para apto seguido echar un poco dentro del plato, comencé a comer con gusto y cuando termine camine hacia Valentín empujándolo fuera de la cama y parándome encima de él, esté se despertó observándome extrañado*
-se puede saber que rayos haces!
-¡¿yo?! ¡eso debería decirlo yo!
-¿eh? ¿Qué dices?
-¡te comiste mi comida!
-¿era tuya? * lo observé con mala vibra y él al parecer noto la señal ya que se calmo un poco, cuando iba a seguir regañándolo, de un ágil movimiento lamio una de mis mejillas, cerca de mis labios y se alejo lo mas rápido que podia*
-¡Valentín! *con la cara roja comencé a perseguirlo por toda la casa*
*Hubiéramos seguido corriendo por toda la casa sino fuera que la dueña molesta de tanto alboroto nos regañara y de que por culpa de Valentín nos separaron, colocándonos en diferentes habitaciones.
Como estaba en la habitación de la dueña comencé a rodear la cama, aburrido de estar dentro sin nada que hacer, por lo que luego de hacer la misma acción como unas quince veces, me canse y termine acostado debajo de la cama, junto a un montón de ropa que había esparcida por el suelo y que la había juntado toda bajo la cama.
Me quede dormido en el mismo lugar hasta que escuche pasos en dirección a la habitación, levante la cabeza para ver quien era. De la puerta entro la dueña junto con uno de sus primos y detrás de el venia... ¡Ethan!
Al parecer no me veia ya que se quedo parado al lado de su dueño observando la habitación con curiosidad, sali de mi escondite todavia con algunas ropas encima de mi cuerpo y me lance hacía él, derrumbándolo enseguida*
-¡Ethan!
-¡Danny! ¡que susto me diste tonto!
-perdón, perdón ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no me dijiste que venias de visita?
-una pregunta a la vez, cachorro
-¡no me dijas así!... no soy un cachorro *hice un puchero al vez que me quitaba de encima de él y me sentaba a su lado* ¿pero me vas a decir?
-bueno veras...
-vamos, vamos afuera los dos *como el dueño de Ethan lo había interrunpido ambos lo observamos, estaba haciendo señas con su brazos como si espantaba una mosca, pero luego de analizar mejor la señal nos estaba indicando que salieramos al pasillo*
-¡no le hables así! *exclamó mi dueña dandole un pequeño golpe a su primo en la cabeza, luego se acerco a nosotros y nos dio un pequeño empujón para que comencemos a caminar, cosa que hicimos*
*Cuando estuvimos fuera de la habitación caminamos hasta la sala en donde Valentín se encontraba siendo atemorrizado por un cachorro de unos 6 años, de cabellos castaños y ojos del mismo color. Al verme me miro con miedo en sus ojos, observe a Ethan el cual tenía una expresión de frustración en el rostro pero antes de que hubiera podido preguntarle algo Valentín había comenzado a hablar primero*
-¡Danny espero que sea tu primo y no nuestro hijo! *al escuchar su pregunta mi rostro se torno de un rojo carmsesí y el de Ethan paso de ser de frustración a de diversión por que se encontraba riéndose a carcajadas de lo preguntado por Valentín*
-¡¿pero qué dices?! ¡¿no estaba embarazado?!, ¡además si lo estuviera ese cachorro es demasiado grande para que lo hubiera parido!
-¡¿qué?! ¡si no estaba aquí hace unas horas y cuando me despierto lo primero que veo es a esté cachorro encima de mí diciendome papi!
-¡pues no es mio! ¡¿por lo menos sabes como nacen los bebes?! *hubo un silencio de su parte que dúro unos minutos a la vez que su rostro se tornaba rojo y volteaba la mirada hacia otra parte*
-n-no... *iba a burlarme de él si no hubiera sido por Ethan que, luego de haberse cansado de tanto reir se puso un poco serio y con un movimiento de la cabeza llamo al pequeño que estaba santando encima de la cama de Valentín ajeno de todo lo que pasaba a su alrededor*
-jeje haber como le explico esto...*comenzó hablar, iba hacerle una pregunta pero nuevamente me interrumpio* primero no es mi hijo ni ningún familiar mio, a mis dueños se les metio la idea de querer participar nuevamente en las peleas y como no sirvo para luchar bueno... se compraron un cachorro.
-osea...
-¡osea que no es mi cachorro! *le grite algo sonrojado*
-jeje ustedes dos son un caso, bueno como decía se compraron un cachorro y como son tan competentes tengo que criarlo hasta que sea más grande para poder entrenar.
-por lo que es tu hijo *le mire divertido a lo que él giro la cabeza molesto por el comentario, ahora era nuestro de reirnos de él*
-¡no se rian! ¡y no es mi hijo!
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Hasta aquí hemos llegado, espero que le haya gustado este pequeño capitulo y me puedan perdonar por no publicar más seguido, pero intentare durante esta semana en actualizar todas las historias que faltan o por lo menos intentarlo.
Como saben si le gusto la historia, comenten y voten es gratis , me ayudarian bastante :)
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