008

Los bomberos hacían los últimos esfuerzos para apagar las pequeñas llamas que habían quedado del incendio, la escuela estaba totalmente destruida, fue una suerte que nadie haya salido herido y que el establecimiento no hubiera explotado. Aun se respiraba una cantidad enorme del humo a su alrededor, así que la policía hizo un perímetro por toda la manzana hasta el humo se desvaneciera.

──¿nombre?

Iba a responder pero se le adelantaron.

──Timothy Nate──repondio Edward por él.

──¿edad?

──15 años, pronto 16──de nuevo Edward, el oficial le hizo una mueca pero siguió escribiendo en su libreta de dudoso contenido, desde su lugar podía ver unos rayones y unos dibujos deformes no aptos para todo público.

──¿padres? ¿Tutor?

──su tía Margot

──¿es mudo o qué?

Volvió a tratar de hablar, su amigo le hizo un gesto negando con la cabeza, con su ceño fruncido evidenciando la regañada que le daría en cuanto los dejarán ir. Bajo su cabeza cual perro regañado.

Con que asi se sentía ir al médico con tu mamá, nunca se le hizo difícil eso pero se sentía algo avergonzado cuando tenia que ver con las personas que "solucionaban" sus desastres, también conocidos como bomberos y policías, y una que otra vez un agente del F.B.I que pensaba que era terrorista por su capacidad de crear caos y destrucción hasta con una hoja de papel, por lo tanto, Eddie habia comenzado a hablar por él en estas situaciones. Se le había hecho medio extraño, se habia acostumbrado a ser autónomo, independiente, o como los chicos cool dirían, un lobo solitario. No se quejaba, le gustaba mucho esto, reducía su pánico social además de que lo exeptuaba de futuros problemas en los que se meteria si contestaba algo mal, por ejemplo, cuando el policía pregunto por su tutor legal él iba a decir el nombre de Edward y su ahora segundo contacto, Rosalie quien por cierto, también le miraba fijamente desde el otro extremo del estacionamiento estando con los brazos cruzados y el rostro fruncido en enojo al lado de un giganton con aires de oso polar que se le veía de lo más divertido por la situación.

Siguiendo con su pena e ignorando su futura obvia muerte a manos de la rubia con una manicura perfecta, no tenia vergüenza de su torpeza y por el hecho de que vive en el hospital y va de visita a su casa, era diferente ir a urgencias que llamar por teléfono a emergencias por, bueno, una emergencia y más si tenía que llamar unas cinco veces al dia mínimo.

¿Que clase de maniático invento el delivery y el tener que pedir ayuda por llamada? ¿No sabían lo incómodo que se sentía? Tenia que prepararse mentalmente por una hora para pedir una pizza, por eso prefería mejor cocinar a pedir comida.

Cuando inventaron los pedidos por mensaje fue el dia más feliz de su vida, o noche, porque cuando noto que se podia encargar por mensaje eran las once de la noche y casi estaba todo cerrado. Aun asi prefería cocinar a pedir.

¿De qué estaba hablando?

Ah si, la pena de llamar por teléfono al mismo lugar por más de una vez al dia, su tia le dijo que era una vergüenza que gente tan noble y buena como los bomberos y los policías tuvieran que desperdiciar su tiempo sólo porque él es demasiado idiota como para arreglarlo solo y demasiado estupido para ser torpe. Y desde entonces no tuvo el valor de llamarlos ni una sola vez, ni en aquella vez se quemo su departamento cuando no estaba en casa o la vez que le robaron sus cosas en la esquina de Avane, en su lugar compro extintores y una alarma contra incendios, también ahorro por meses para reponer todo lo que le robaron.

En fin, habia hecho perder el tiempo de los bomberos y oficiales debido a que sin querer queriendo habia prendido fuego la escuela, por lo que el señor policía le estaba registrando sus datos para mandar una multa a su tutora porque al ser menor de edad no podían encerrarlo y no había correccional aqui por lo que esto era lo más que podian hacer, estaba tranquilo ante ello a sabiendas que él era quien lo terminaría pagando antes de que su tia se enterara y aún si se enteraba, era el mismo resultado sólo que con reclamos de por medio del por qué tenían que mandarle cosas de él a ella agregandole unos cuantos insultos dirigidos hacía su persona.

En cuanto el oficial se marcho, Edward se puso frente suyo con los brazos cruzados pero con su mirada dorada suave.

──¿como sucedió? Y quiero la verdad

──queremos──corrigió Rosalie, poniendose a su lado.

──y eso me incluye a mi──dijo sonriente el grandote.

Sabia que todos se tragarian su cuento menos ellos. Y bueno, el mono albino estaba de colado, ¿quién era?

Ignoro la pequeña risa que solto su mejor amigo para suspirar.

──puede que haya tenido un ataque de pánico y por irme corriendo, por huir termine en la biblioteca donde estaban unos chicos con grasa en el pelo y con chaquetas cuero, Dios, ¿como no les hacía calor? Esas cosas son calientisimas, una vez yo--

──¡Tim! Concentrate

──si, cierto. Como decia, estaban estos tipos fumando y me choque contra uno de ellos, cuando me iban a golpear se les cayeron sus cigarros, y una cosa llego a la otra y todo se prendio fuego. Boom

──pero no explotó──refuto Emmett confundido.

──pero hubiera sido épico

Ambos asintieron sonrientes para horror del par de vampiros sensatos.

Edward y Rose se miraron brevemente para luego fijarse en el humano, preocupados por algo en concreto de todo su relato.

El ataque de pánico. Él estaba huyendo.

─Tim──llamo con ternura la unica mujer presente──¿por qué entraste en pánico?

──yo....

Dudo en decirlo, no es que no confiara en ellos, confiaba en Edward y comenzaba a confiar en Rose, ambos parecían confiar en el grandote y no se sentía incómodo con su presencia por lo que no tenia problemas en decirlo al frente suyo. El único problema que tenia era que no sabia como reaccionarian, ¿se decepcionarian de él? ¿Se enfadarian? ¿Se enojarian con ellos?

No. Ellos no harian eso. Bueno, las dos primeras, la última estaba más que confirmada.

──me encontré con unos compañeros con los que no me llevo particularmente bien

Bajo la cabeza, no se atrevía a verlos a los ojos, sentía la misma vergüenza que habia sentido cuando su tia le dio aquel sermón antes mencionado.

──ellos me hicieron una pequeña broma de vuelta a clase...

──Tim──la voz de Edward, su mejor amigo y con aquel que tenia una conexión innata, sonaba tan fria y ronca que le produjo un escalofrío para nada lindo──¿qué te hicieron?

El relamio sus labios resecos antes de soltar la bomba.

rompieron mi libro de recetas caseras y lo tiraron al inodoro

Lucho porque su voz no se quebrara pero no lo logro, las lágrimas lo acompañaron en un segundo sintiéndose un idiota, era un idiota.

Estaba llorando, y habia tenido un ataque de pánico por una tontería.

──¿por qué estabas huyendo?──volvió a preguntar Rosalie, forzando un tono suave, esforzándose con ayuda de su esposo a mantener la calma, la cordura.

Habian tres razones por las que los ojos de un vampiro se oscurecian.

Sed.

Lujuria.

E ira.

Ninguno de ellos tenia sed, se habian alimentado, nada les despertaba su instinto animal en estos momentos asi que era imposible sentir lujuria y por último, la razón de que los ojos los cinco vampiros cambiarán de color; ira.

─porque querian...querian llevarme a donde estaba el director dando la bienvenida a los de nuevo ingreso...querian que todos me vieran asi

Finalmente se rindio en tratar inútilmente de frenar el llanto, comenzando a llorar de forma desconsolada siendo rápidamente recibido entre los brazos de su mejor amigo al instante, sientiendo las caricias confortantes de su amiga en su cabello, susurandole un "todo estara bien"

El cobrizo miro hacia el enfrente, encontrandose con una mirada opaca como la suya, igual o tal vez más sumida en ira que él, dio un asentimiento en su dirección para luego voltear a su padre que poseía la misma mirada, y lo supo con sólo mirarlo; el accedió.

Jasper ya se había ido en cuanto volvió a voletar a verlo, Emmett fue a ayudarlo y Carlisle fue a supervisarlo.

Dio un largo suspiro, sintiéndose impotente por no poder ir, trato de calmarse centrándose en consolar y hacer sentir mejor a su mejor amigo, a su alma gemela.

todo estara bien, te lo prometo...

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