006
Tim era un muchacho simple-ay, aja-cuando veia a una persona considerada atractiva físicamente por los estándares de belleza social infectados en la mente de todo adolescente y adulto, sus nervios hacían acto de presencia aun si esa persona le atraia o no, era una persona linda y los lindos lo intimidaban, ¿ok? Ok
Agradecía que a Edward se le quitaran muchos puntos de belleza por la cantidad enferma de gel para el cabello que usaba, eso no era natural, parecia una escoba parlanchina.
Volviendo al caso, aquella chica que tenia tal vez su edad, rubia, palida y con unos ojos muy parecidos a los de su mejor amigo, no dejaba de mirarlo y era malditamente atractiva, asi que parecia que tenia hormigas en el culo por moverse de un lado al otro en su lugar en la fila de la heladería.
¿Qué deberia hacer?
¿Hablarle? ¿Pedirle su número? ¿Ver si no era una alienígena atrayendo víctimas hacia su inminente final para convertirlos en zombies verdes que en vez de "cerebros" dicen "esclabizacion"?
Pero claro, él era un chico simple, por lo que tomo la opción más oportuna que le pasaria a alguien como él.
Era una alien y él no se quedaría aqui a ver como gobierna la heladeria, en cuanto obtuvo su helado de chocolate y flan, casi salio corriendo a tropezones llevándose varias miradas extrañadas de las personas, excepto de quienes concurrian esa heladería, sabiendo de sobremano lo raro que era el chico.
Cuando estuvo ya lejos, se acerco jadeando cansado al parque, decidido a tomar su helado allí antes de que se derritiera y luego seguiría huyendo de la entrante dominación humana.
Mientras tomaba su helado ganando fuerzas que sólo el exceso de azucar daria, se replanteaba la idea de la chica alienígena, ¿se habrá precipitado? ¿Deberia llamar a Edward, a.k.a, su voz de la razón?
Dudo si hacer caso a su conciencia que aparecia cada tanto, bufo por lo bajo notando que se habia manchado su remera de chocolate y cuando estaba a punto de limpiarla con saliva, un golpe en su mano lo saco de su tarea.
Era la rubia alienígena de la heladería.
Trago seco viendo de un lado al otro, buscando una salida que no habia al tenerla tan de cerca.
Ella lo miraba con el ceño fruncido pero habia algo en sus ojos, sus facciones y mirada suave, que provocaban que no tuviera un ataque alli mismo. Seguia desconfiado, pero acepto la servilleta que le tendía para limpiarse, cosa que hizo sin apartar su mirada juzgadora de ella, la rubia volteo los ojos y le arrebato la servilleta viendo como se ensuciaba más en lugar de limpiarse, ella comenzó a limpiar con delicadeza la mancha.
──¿sabes? Pareces un niño
¿Era un cumplido o una ofensa? Sus escasas habilidades sociales no le dejaban distinguir lo obvio.
──¿gracias?
La dudosa alienígena esbozo una sonrisa amable y divertida, entendiendo un poco el por qué su hermano se habia acercado al joven.
Era especial.
──¿por qué huiste?──no era nada tonta, había oído el ritmo de su corazón acelerado cuando noto su presencia, por un momento penso que le daría un paro cardíaco hasta que salio corriendo del local.
──¿yo? ¿Huir? Pff, jamás haria algo como eso
Desvio su mirada extremadamente nervioso, no sólo por la cercania de la chica la cual era una extraña para él, sino que hubiera notado su épico escape que ahora resulto fallido, aparte de que la bella chica estuviera limpiando su remera como si de un niño se tratara, lo hacía aún más vergonzoso de lo que realmente era.
──lo que digas
Bien. Es momento de saber la verdad ahora que habia azucar en sus sistema que le daba la suficiente valentía para hacer el tonto, aun que eso lo hacía siempre.
──¿por qué me veías?──por más que tratara de que su voz saliera firme, fue todo lo opuesto, tartamudeo casi susurrando, estaba seguro de que si no fuera por el buen oido que tenía la rubia, esta ni en un millon de años habria escuchado su balbuceo lamentable.
──me das curiosidad──se asincero──eres exactamente como te describió mi hermano
──¿tu hermano?
Se le quedo viendo con la boca ligeramente abierta, tratando de saber a quien refería, era obvio de quien se trataba siendo que Edward era su único amigo pero en su cabeza eso no estaba claro por lo que se quedo en blaco por unos minutos.
──¿quien?──pregunto aun atontado.
──Edward
──Ooh, eres hermana de Eddie──asintio sin pensarlo demasiado y fue cuando la información llego finalmente a su cerebro que reacciono──¡eres hermana de Edward! ¡Espera! ¡¿Eduardo tiene hermanos y no me lo dijo?!
Lo último lo dijo con total indignación, llevándose uno mano al pecho para completar su sobreactuación.
──al parecer──hizo una mueca──soy Rosalie Hale, es un gusto, Tim, ¿no?
Se sentía acosado al ver que una extraña sabia su nombre, pero vivían en un pueblo pequeño en el que te enterabas hasta que jabon usa tu profesora menos favorita, dato perturbador a decir verdad, ademas, era la hermana de Edward, no habia de que preocuparse.
──no les veo parecido, tu eres bonita y Edward es....Edward
Rose rio a carcajada limpia, estaba cómoda con el chico, Tim no le estaba coqueteando ni mucho menos, era una chica bonita y se le hacia surrealista que alguien tan lindo estuviera aprentado con su mejor amigo.
──somos adoptados──le hizo saber divertida.
──eso tiene mucho sentido, aun que tienen ojos parecidos... ──la rubia se tenso pero se aflojo viendo que no seguiría con el tema──debi prestar más atención cuando mi tia me contaba los chismes frescos de Forks, ahora sé que todo este tiempo que le estuve diciendo adoptado a Edward, ¡era verdad!....¡es su culpa por no haberme dicho antes!
──eres muy distraído──noto.
──sólo un poquito──le resto importancia──como sea, quiero material para burlarme y chantajear a tu hermano, ¿estas dispuesta a darmelo?──arqueo una ceja en su dirección con un brillo juguetón aniñado en sus ojos.
Rose sintio un pecho tiron en su pecho, asi como un calorcito agradable que se alojó ahí.
──claro que si, ¿qué quieres saber?
──¿cuantos son?──ella lo miro confundida──a hermanos me refiero, ¿sólo tú y la escoba, o hay más?
Asintió; ── hay más, somos Edward, Emmett, Alice, mi mellizo Jasper y yo
──vaya que a sus padres les gusta adoptar, yo agatas soporto a mi primo y aun asi me cuesta no matarlo mientras duerme──comentó asombrado.
──son buenos padres──le sonrió.
──¿por qué tu llevas otro apellido, es el de tu madre?
Vaya que el mejor amigo de su hermano era curioso pero no le molestaba, era respetuoso aparte de que prestaba total atención a sus palabras, como a un niño al que le lees un cuento.
──no, no, Jasper y yo llevamos el Hale por nuestros padres biológicos──sonrió nostálgica, recordando a sus verdaderos padres, ya no recordaba el sonido de sus voces.
──oh yo...lo siento, no soy bueno con estos temas──bajo su cabeza pensativo──pero creo que es lindo tener algo que siempre estara contigo para recordarlos
Le sonrio con gentileza, con timidez puso su mano sobre su hombro tratando de reconfortarla viendo sus ojos llorosos en lágrimas retenidas. Rose correspondió su sonrisa limpiando con sus manos las lágrimas que jamás bajarian, observó una vez más detenidamente al humano y rio viendo su remera.
──¿qué? ¿Qué sucede?──le cuestionó consternado ante su repentina risa.
──creo que no hice un buen trabajo limpiando──a penas pudo contener una carcaja, la remera de Tim tenia una enorme mancha marron en el centro.
Tim siguio su mirada y le siguio la carcajada a pesar de que luego tendría lavar su prenda a mano, se alegraba de haber animado a la rubia.
Asi paso la tarde, Rose ahora entendía mucho mejor que antes a Edward, Tim era alguien único, alguien que te hacía sentir vivo, humano, aun si hablabas con él cinco o veinte minutos, reflejaba la inocencia propia de un niño que te permitía confiar plenamente en él, al igual que encariñarse como lo hizo.
Alice no estaba equivocada del todo, Tim y Edward se amaban, pero no era el amor que ella creía.
Eran mejores amigos, el hogar y la alegría del otro.
Lo noto cuando Edward hablaba del Nate o cuando Tim mismo le relataba anécdotas locas vividas con Edward.
Jasper era su compañero de vida pero Edward, Edward era su maldita alma gemela, su todo y no habia nadie que pudiera negarlo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top