2. Dos alterados y un herido
Los días continúan su curso, entre entrenamientos, búsquedas y experimentos por parte de Tony y Bruce, quienes últimamente se confinan en secreto al laboratorio. Así, se cumple el primer mes de la llegada de Elizabeth a la Torre Vengadores, tiempo en el cual ella ha formado una buena relación con los habitantes y trabajadores de la misma, además de que se ha adecuado al trabajo con Maria Hill.
Por otro lado, Steve ha decidido "mudarse" de nuevo a la Torre, pues últimamente las misiones de búsqueda se han hecho más seguidas y el tiempo que pasa en el complejo es mayor, así que opta por vivir ahí al menos de forma temporal. Aunque a veces, los fines de semana vuelve a su departamento y otros días visita a su amigo Sam, quien actualmente tiene la misión secreta de encontrar a Bucky, que sigue siendo un fugitivo y que se mantiene sin mostrar alguna señal de vida.
—Steve, creo que Barnes no quiere ser encontrado —susurra el moreno con una taza de café en su mano, Steve ha llegado muy temprano —, las pistas parecen ser claras al inicio, pero luego de empezar a seguirlas, él vuelve a borrarse totalmente del mapa —explica con cansancio.
—Bucky teme ser encontrado, sabe que muchas personas lo buscan en espera de vengar los crímenes que cometió como el Soldado del Invierno —murmura y él bebe de su taza con café.
—Eso es obvio. Igual creo que necesito un poco más de ayuda, ya sabes, puedo moverme en algunos círculos y obtener información, pero contigo como el Capitán América, no eres muy discreto para mis planes de búsqueda y bueno, a veces más personas pueden pensar mejor que una —agrega encogiéndose de hombros.
—No podemos llamar a cualquiera, Sam. Yo te considero mi amigo y una persona de mi entera confianza, pero ¿quién más podría tener aquella discreción? No podemos ofrecer la información que tenemos respecto a Bucky a cualquier persona —susurra con seriedad.
—¿Qué te parece Natasha? Ella es muy buena para rastrear personas y tiene una excelente formación —sugiere Sam manteniéndose fiel a su idea de buscar refuerzos.
—Ante todo debes recordar que Natasha es una espía. Ella es mi amiga, pero sé que le tiene cierto resentimiento a Bucky —responde.
—Bueno, volviéndonos hacia tu círculo de amigos y quiero aclarar que es muy pequeño —empieza a decir mientras deja su taza sobre la mesa —. Thor no porque es un dios y pronto se irá, además no es muy discreto que digamos. Banner es un buen elemento, pero creo que su carácter tímido y a veces un tanto explosivo, tampoco puede ser bueno. Clint es amigo de Natasha y él parece tener sus negocios a parte, y a Stark ni lo sugiero.
—Está bien esta misión con nosotros dos a cargo —insiste el ojiazul.
—¿Pensaste en Elizabeth? Para el par de ocasiones que he tratado con ella, me agrada mucho y me da confianza, además, tiene un buen entrenamiento como agente —sugiere Sam.
Steve no responde de inmediato, no sabe exactamente la razón. Su trato hacia Elizabeth es muy respetuoso y de carácter laboral, las pocas veces que ha charlado con ella es porque la ha encontrado en el elevador o son pláticas que se dan mientras comen con el resto. Sin embargo, hay algo dentro de ella que le hace querer confiar.
—¿Crees que ella esté interesada? —pregunta Steve y Sam asiente, un tanto sorprendido, pues esperaba que su amigo empezara con negativas.
—Bueno, creo que podríamos exponerle ligeramente el tema y confiar que, de no aceptar, guardará el secreto —explica con cierta emoción, sinceramente necesita alguien más para compartir las ideas y que no sólo sea Steve quien lo escucha.
—Elizabeth parece confiable —murmura Steve muy bajo, aunque su compañero logra escucharlo.
—Tiene algo que me hace querer confiarle mi vida, es agradable —agrega.
—Usualmente desconfío de las personas, pero ella me hace sentir esa misma confianza, es como si ya la conociera de años o algo así —confiesa con cierta timidez, pues nunca se había expresado así de alguien en general.
—Puedes intentarlo, dile un poco de la misión y si ella acepta, será lo mejor que me puede pasar. ¡Ya hay demasiada testosterona aquí! Y eso apesta. Claramente necesitamos un punto de vista muy diferente y qué mejor que ella —dice Sam con ilusión.
—Bien, hablaré con ella —declara el ojiazul luego de meditarlo un poco —. Le contaré un poco sobre Bucky, esperaré su reacción y luego te llamaré —dice y su amigo asiente.
Luego de charlar un poco más, aunque ahora referente a los avances de Sam en la investigación del paradero de Bucky, Steve va hacia su edificio por algunos artículos y luego vuelve al complejo. Mientras va en su motocicleta, empieza a pensar en qué le dirá a la joven y no puede evitar imaginar las decenas de escenarios sobre la reacción de ella, cosa que le atormenta un poco.
Además, también empieza a darle vueltas a su asunto sobre su extraña confianza hacia Elizabeth. Siente que ya la conociera desde antes, quizá eso tenga que ver con su amistad con Peggy y el tiempo que dedicó a su cuidado, siendo su confidente. Sí, probablemente sea eso y así lo intenta mentalizar.
[...]
Por otro lado, dentro del centro de control en la Torre Vengadores, Maria y Elizabeth se encuentran en búsqueda del cetro de Loki, monitoreando radares e interceptando señales sospechosas, es entonces, cuando uno de las alarmas empieza a pitar.
—Se ha detectado actividad —murmura Maria mientras se apresura hacia la pantalla con luz intermitente.
—Es en Europa —responde Elizabeth y aprieta algunas teclas —, específicamente en Sokovia —agrega al ver la pantalla.
Maria asiente en respuesta y ahora es ella quien envía aquella información hacia la tableta que tiene en la mano.
—¿Enviarás al equipo? —cuestiona la chica.
—No habíamos tenido una lectura similar en mucho tiempo, esta es una buena señal y no creo que se pueda desaprovechar —declara con seriedad —. Hablaré con Rogers y Stark, pero es casi seguro que ellos irán.
Elizabeth asiente y comienza a seguirla, pues de pronto la agente Hill ha comenzado a caminar hacia la sala de juntas.
—¿Quieres formar parte de la misión? Creo que estás lista —susurra la azabache mientras caminan.
—Por el momento prefiero esperar, aún me siento un poco insegura con mi nulo trabajo en misiones de este tipo. Creo que por ahora soy más útil aquí —responde ella.
—Por mi está bien, mi trabajo se reduce un poco y tienes carácter.
De camino se encuentran a Natasha, quien volvía de entrenar a un grupo de nuevos agentes, por lo que le explican brevemente sobre la reunión y ella se les une.
—JARVIS, ¿puedes llamar al resto? Necesito que vengan con urgencia, por favor —dice Hill a la inteligencia artificial.
—Enseguida, agente Hill —responde la voz robótica.
Elizabeth sonríe, aunque ya se ha acostumbrado a "hablar" con JARVIS, los primeros días eran un tanto confusos al hacer preguntas al aire y recibir una respuesta concisa. Ahora, ella sabe que la I.A. (Inteligencia Artificial) está por todos lados y puede acudir a su auxilio en cualquier momento.
Un par de minutos después de la solicitud hacia JARVIS, Steve Rogers entra a la sala de juntas saludando a todas. Clint y Thor llegan juntos, seguidos de Banner y varios minutos después, llega Tony. Una vez que todos están presentes, Elizabeth empieza a caminar hacia la salida.
—¿A dónde vas, Elizabeth? —le cuestiona Tony mirándola de reojo.
—Afuera, es reunión de Vengadores —responde ella con una pequeña sonrisa.
—Estás trabajando a la par de Maria y también trabajas con nosotros, creo que nadie tiene problemas en que te quedes —aclara el genio y con un gesto con su mano, le indica que tome asiento a su lado, quedando justamente entre él y Steve.
—Bien, ahora que estamos todos, deben saber que nuestros radares detectaron actividad muy poderosa. Creemos que se trata del centro de Loki —explica Maria obteniendo las miradas de los presentes y luego despliega un holograma donde se observan los demás detalles—, la ubicación es en Europa y el punto se ubica dentro de Sokovia.
—Iremos de inmediato —afirma Thor, encontrar el cetro de su hermano es demasiado importante y no desea perder esta pista.
—Debemos preparar un plan, partiremos por la noche —responde Steve mirando las coordenadas dentro del mapa, obteniendo un vago asentimiento por parte del dios.
—Bien, ¿todos de acuerdo? Sí —dice Stark agudizando su voz —. Ahora, ¿quién quiere pizza?
Es claro que Thor y luego Clint alzan la mano, sin embargo, también obtiene una mirada de seriedad por parte de Steve y Natasha.
—¿Qué? No pienso ir con el estómago vacío —declara Tony con una sonrisa arrogante y burlona —. La pediré y les avisaré cuando esté aquí.
Diciendo estos, todos comienzan a salir de la sala, Elizabeth se levanta para seguir a Hill pero Steve la detiene llamándola.
—¿Necesitas algo, Steve? —pregunta la joven con amabilidad.
—Me gustaría que habláramos sobre algo —susurra con timidez, de nuevo se siente como un joven inseguro a pesar de que objetivo sea totalmente serio y por su misión de encontrar a Bucky.
—Claro, Steve. ¿Qué pasa? —la mirada amable de Elizabeth lo intimida un poco.
—Es algo un tanto delicado, me gustaría hablarlo luego de la misión —explica —, pero quería avisarte desde ahora, quizá tengas otras cosas que hacer.
—Bueno, mientras Stark no me solicite para ayudarle, no tengo ningún problema. María es más relajada y sé que a ella no le importará que me ausente algunos minutos —responde con simplicidad.
—Entonces te veo a mi regreso —declara antes de salir de la sala.
Para Elizabeth no pasa desapercibida su actitud nerviosa, sin embargo, prefiere guardarse sus conclusiones y esperar a lo que el Capitán tenga por decirle.
[...]
Unas horas más tarde, luego de comer lo que Stark pidió y recibir el plan por parte de Steve, los Vengadores junto a un pelotón de agentes, parten a bordo del quinjet. JARVIS monitorea todo, brindando detalles en tiempo real a las chicas que se encuentran dentro de la Torre. Es entonces, cuando un extraño sentimiento la invade dentro de su pecho, es como un mal presentimiento, lo cual no le gusta para nada. No desea externárselo a Hill, así que intenta mantenerse ocupada bajo las órdenes de la agente.
—Les han dado la bienvenida —susurra Maria al darse cuenta del ataque que ellos reciben —, creo que el plan inicial de ir y rescatar el cetro, será retrasado un poco, al menos hasta que logren entrar —explica.
Elizabeth se acerca hacia una de las pantallas, que muestra las grabaciones del auto donde van Natasha y Clint, puede ver la cantidad de agentes y de protección alrededor de aquella base, su mal presentimiento incrementa.
Pasan pocos minutos antes de que Thor externe sus sospechas acerca de que este es el verdadero paradero del cetro, pues la seguridad alrededor es impresionante.
—Hay un alterado en el campo —notifica Steve evidenciando su voz agitada.
—¡Hirieron a Clint! —exclama Natasha con preocupación.
De inmediato, el mal presentimiento de Elizabeth se hace más claro. El bienestar de Barton la aflige y se pone nerviosa, rasgo que no pasa desapercibido para al agente Hill.
—Clint estará bien —afirma la azabache apartando su vista brevemente de la pantalla para dedicarle una sonrisa reconfortante a la joven.
Elizabeth asiente visiblemente angustiada, aunque luego se mentaliza a su papel dentro de esta misión y se da cuenta de la gran cantidad de información que llega a la Torre.
—Es Stark —susurra ella mientras observa la gran cantidad de diagramas que aparecer con rapidez.
—Gracias, JARVIS —dice Maria a la IA.
—Es un placer, Agente Hill —responde —. Agente Miller, quiero informarle que el Agente Barton ya está en el quinjet en compañía de Thor. La agente Romanoff y el doctor Banner llegarán en unos minutos.
—Gracias de nuevo —dice la nombrada sintiéndose un poco más tranquila.
—Hay un segundo alterado, una mujer. No ataquen —escuchan decir a Steve y luego de unos minutos vuelve a hablar —. Tengo a Strucker.
—Sí y yo encontré algo más grande —escuchan decir en tono bajo a Stark —. Thor, tengo el cetro en la mira —declara.
Varios minutos después, luego de que el resto de los agentes de encargaran de las personas de Strucker, Tony les comunica que ya van de vuelta a la Torre.
—El señor Stark me ha pedido traer a la doctora Cho para atender al agente Barton, ella se instalará en el laboratorio del doctor Banner —explica la inteligencia artificial.
—JARVIS, ¿Barton está bien? —le pregunta Elizabeth mientras se dirige al laboratorio de Banner para dejar el espacio disponible.
—Mis sensores indican que tendrá un buen pronóstico, creo que no hay nada de qué preocuparse —responde.
Cuando Elizabeth vuelve al centro de mando, Maria camina de un lado a otro mientras recaba información y la clasifica.
—Necesitamos investigar quiénes son esos alterados, todo lo que podamos saber sobre ellos —murmura Hill a la chica, quien de inmediato pone manos a la obra en su petición.
Con la ayuda de JARVIS, revisando entre archivos de información pública y algunos más de sitios interceptados, Elizabeth reúne todo lo necesario para presentárselo a Maria Hill y al resto de los Vengadores.
[...]
Varias horas después, pero antes de que el equipo vuelva, la doctora Cho llega acompañada de su equipo y una extraña máquina que rápidamente es llevada hacia el laboratorio asignado. Elizabeth se apresura a ofrecer su apoyo en un intento de mantenerse ocupada hasta el regreso de los Vengadores.
Dentro del quinjet, Tony deja a su copiloto, JARVIS, a cargo de la nave para ir a charlar con Steve y Thor.
—Se siente bien, ¿no? —pregunta el genio con una pequeña sonrisa de satisfacción —. No han dejado de buscarlo desde que SHIELD colapsó. No quiero decir que las peleas no hayan sido entretenidas, pero...
—No, pero esto, al fin cierra el círculo —responde Thor con evidente tranquilidad.
—En cuento averigüemos para qué más lo usaron y no sólo hablo de armas, ¿desde cuándo Strucker mejora a los humanos? —pregunta el Capitán.
—Banner y yo lo examinaremos antes de que viajes a Asgard —dice Tony de forma repentina luego de mirar el cetro —. ¿No hay problema? Sólo hasta la fiesta de despedida, te quedarás, ¿no?
—Sí, sí, por supuesto. Toda victoria de honra con un festejo —declara Thor.
—Sí, ¿quién no ama un festejo? —cuestiona Stark un tanto perdido —. ¿Cap?
—Espero dar fin con esto a los chitauri y a HYDRA, así que, sí, a festejar —responde con una pequeña sonrisa.
Puede ser que Tony se encuentre ansioso ante la posibilidad de poder cumplir sus propósitos respecto al cetro de Loki, pero justo ahora se le está presentando la oportunidad de molestar a Steve y no lo va a desaprovechar.
—Podría conseguirte una cita —le dice al ojiazul, quien le observa confundido.
—No gracias. Suficiente tengo con las que Natasha intenta conseguirme, es mejor dejarlo así —responde y se voltea dispuesto a ir hacia Clint.
—Podrías invitar a Elizabeth —insiste Tony y sonríe al ver que el rubio detiene su huida —. Ella es linda.
—Tienes novia, Stark —le responde Steve, siendo observado por Thor quien está más que complacido por observar su "discusión".
—Pero tú no, Cap, puedes aprovechar —insiste con descaro.
—Olvídalo, iré a ver cómo sigue Barton —anuncia el rubio con seriedad y se aleja, dejando a Tony con una mirada burlona y a Thor con una sonrisa divertida.
Varios minutos después llegan por fin a Nueva York, dirigiéndose a la Torre Vengadores donde la doctora Cho ya ha instalado todo y los espera junto a su equipo, Maria Hill y Elizabeth.
—El quinjet estará aquí en 2 minutos —informa JARVIS ante la solicitud de Hill.
El laboratorio está listo y la Dra. Cho se ha instalado. Elizabeth pasea su mirada curiosa sobre la máquina de regeneración, pero no se atreve a preguntar.
Es claro que se apresuran a bajar a Clint, quien está en una camilla con una solución conectada a su vena, en un intento de compensar la sangre perdida por su herida. Natasha va a su lado, además del equipo de la doctora Cho y ella misma.
Por instinto, Elizabeth desea seguirlas para averiguar el estado del arquero, pero la voz de Maria Hill pidiéndole que la acompañe, la detiene y la hace seguirla. Mientras entran a la nave, Thor pasa junto a ella con el cetro entre sus manos, por lo que de forma inesperada, Elizabeth experimenta una sensación de rechazo y nerviosismo ante aquel arma, sin embargo, nadie parece notarlo.
—El laboratorio está listo, jefe —dice la agente Hill dirigiéndose a Stark.
—Ah, de hecho, él es el jefe —le contradice Tony mientras señala a Stark, quien se encuentra guardando algunas cosas —. Yo sólo pago por todo y diseño todo por aquí para que se vean cool —declara provocando una sonrisa en Elizabeth.
—¿Qué sabes de Strucker? —pregunta Steve una vez que se incorpora y se acerca a las agentes, en un intento de ignorar las previas declaraciones de Stark.
—La OTAN lo tiene —responde Maria.
—¿Los dos alterados?
—Wanda y Pietro Maximoff, gemelos —afirma mientras le entrega la tableta donde aparecen los nombrados y empiezan a caminar, por lo que la chica debe seguirlos —. Huérfanos a los 10, cuando un misil derrumbó su apartamento. Sokovia tiene una historia violenta, no es especial, pero, está en medio de lugares importantes.
—¿Habilidades? —cuestiona de nuevo Steve.
—Él tiene un súper metabolismo y homeostasis térmica mejorada, lo de ella es la interconexión neuroeléctrica, telequinesis, manipulación menta —explica la agente Hill.
Steve la mira confundido, sin entender una sola palabra, ella sonríe.
—Él es veloz y ella es muy rara —traduce Elizabeth, obteniendo un asentimiento por parte de Steve y un suspiro de Maria.
—Bien y atacarán otra vez —declara el ojiazul apretando el botón del elevador, que se abre para ellos.
—Concuerdo —murmura Elizabeth mientras le entrega una carpeta a Maria Hill —. Aquí dice que se ofrecieron para estos experimentos. Están locos —susurra.
—Claro —Steve declara y le hace señas a la joven para que ingrese dentro del elevador, cosa que ella hace ante la nada discreta mirada de Maria Hill que se mantiene un tanto sorprendida por la extraña interacción entre ese par —. ¿Qué clase de monstruo decide aceptar que se experimenten con él para proteger a su nación? —pregunta el ojiazul luego de presionar el botón que lo conducirá hacia las habitaciones, obteniendo una mirada seria por parte del par de féminas.
—No estamos en guerra, Capitán —responde Hill desde fuera del elevador.
—Ellos sí —afirma Steve y las puertas se cierran.
En el elevador sólo van la joven agente y el ojiazul, que por primera vez no se siente incómodo de la cercanía y soledad al lado de alguna mujer, pero es que la confianza que experimenta hacia ella es innegable e inexplicable. Nota que la chica va en silencio con la mirada fija en las portezuelas del elevador, probablemente inmersa en sus propios pensamientos.
—Elizabeth —la llama Steve luego de aclarar discretamente su garganta para obtener su atención, cosa que claramente recibe —, me parece adecuado ir a mi habitación para que charlemos, necesito privacidad y ahí tengo algunas cosas que necesito mostrarle —explica, un tanto apenado por cómo ella pueda tomar esta "proposición", teme que lo malinterprete.
Sin embargo, el asentimiento indudable y la sonrisa tranquila de la chica le da confianza, ella sabe que Steve no hace esa sugerencia con una mala intención y no duda en aceptar.
—Es un tema delicado y muy personal, el equipo no sabe al respecto y lo que te voy a confiar, independientemente si aceptas o no ayudarme, espero que quede entre nosotros —pide con sinceridad.
—No te preocupes, Steve, prometo que nadie sabrá lo que sea que tengas que decirme —concluye al mismo tiempo que las puertas del elevador se abren.
Steve sonríe levemente y asiente, al mismo tiempo que hace un gesto con las manos para que Elizabeth sea la primera en salir de elevador, obteniendo una sonrisa de agradecimiento. Ambos caminan en dirección a la habitación del ojiazul.
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