[CAPÍTULO SIN EDITAR]

A la mañana siguiente todos desayunan juntos, a pesar de quedar muy pegadoss unos con otros, hacen el esfuerzo para compartir la mesa. Los niños mayores de Clint son, en muchos aspectos y ante la sorpresa de todos, muy parecidos a Wanda y Pietro.

─Pa, ¿podemos acampar esta noche? ─pregunta el pequeño hijo de Clint.

─No sé si les guste la idea a nuestros invitados ─contesta el arquero.

─Por mí está bien ─murmura Pietro.

El resto asiente, menos Laura y Natasha, quienes optan por quedarse con el bebé en la casa.

El resto del día y parte de la tarde preparan todos para acampar, aunque sólo sean un par de casas de campaña, algunos alimentos y bombones para asar en la fogata, agua y cobijas. Después de comer, salen en la camioneta de Clint hacia un lugar varios kilómetros lejos de la casa, cerca de un tranquilo lago donde se establecen, Clint y Steve se alejan en busca de unos cuantos troncos mientras Pietro, las chicas y los niños acomodan todo.

─Oye ─la pequeña se acerca a Elizabeth quien se encuentra metiendo algunas cobijas dentro de una casa de campaña ─, Pietro dijo que tú tienes poderes como su hermana.

La chica busca al sokoviano con la mirada y este le sonríe.

─¿Eso es verdad? ─ahora también el pequeño niño se atreve a preguntar ─. Mamá también dijo que viviste en la casa cuando mis hermanos aún no nacían y yo era un bebé.

─Bueno, ambas cosas son ciertas ─afirma la chica apenada, los niños la miran con emoción.

─¿Puedes mostrarnos tus poderes? ─le pregunta la pequeña Lila.

─Por favor ─secunda Cooper.

─No creo que sea muy conveniente, aún estoy aprendiendo a vivir con ellos y no quiero lastimarlos.

Ellos se muestran desilusionados, pero asienten con la cabeza.

─También Wanda dijo que eras novia del Capitán América ─de nuevo habla Lila, la chica se gira hacia la mencionada quien se sonroja ante la risa burlona de su gemelo.

─¿Qué tanto les dijo ese par acerca de mí? ─les cuestiona fingiendo indignación.

─Sólo eso ─murmura Cooper y luego recuerda algo más─, y que salvaste a Pietro. Eres una heroína ─el niño la ve con admiración.

La chica no sabe qué responder ante tal afirmación, se limita a asentir y continuar con su labor. 

Cerca de una hora después, ya con la oscuridad de la noche envolviéndolos, se encuentran asando y cenando lo que han llevado. Clint se dedica a contar varias historias y leyendas, algunas de terror y otras cuántas que ha escuchado a lo largo de sus viajes por el mundo, cuando solía ser un espía. Steve intercala también historias de las misiones que tuvo en los 40's, los niños lo escuchan atentos y asombrados por lo que él les cuenta.

Clint logra ver espectáculo de luciérnagas a una distancia un poco considerable de donde están, acompañado de sus hijos y los gemelos se alejan a verlas.

─¿No tienes frío? ─le cuestiona Steve a Elizabeth.

─No mucho, Steve. A menos que estés buscando un pretexto para abrazarme ─se mofa, él se sonroja inmediatamente y suelta una dulce risa nerviosa ─. No necesitas un pretexto para hacerlo.

El Capitán sonríe y pasa su brazo por los hombros de su novia, atrayéndola un poco hacia su cuerpo.

─Cuando acampaba con Clint casi siempre terminaba dándome instrucciones de supervivencia, a veces me asustaba la autoridad que imponía, ¿quién lo iba a imaginar tan relajado con sus hijos? ─le cuenta ella.

─Supongo que es el efecto de este estilo de vida. Hasta el aire que se respira es diferente, y no me refiero precisamente a la contaminación, aquí hay paz ─murmura estrechando más a su chica contra él.

─La paz puede encontrarse en cualquier lado.

─Últimamente la encuentro a tu lado ─responde Steve.

Elizabeth le sonríe con ternura y acaricia la mejilla de su novio, están cerca de unir sus labios cuando escuchan que los niños se acercan.

─Opino que fue culpa de Pietro ─bromea Clint.

─Sí, fue tu culpa ─Lila mira con recelo al sokoviano, ante la mirada divertida de Steve y Elizabeth.

─¡Cierto! Si no hubiera corrido tan rápido las luciérnagas no se hubieran ido ─dice Cooper.

─No pensé que huirían de mí ─se defiende el acusado.

Wanda los mira con una sonrisa, antes de que una idea llegue a su mente. Con suaves movimientos, una pequeña bola escarlata se forma entre sus manos, los niños dirigen su atención hacia ella con curiosidad, la chica eleva aquella esfera hasta la punta de los árboles donde la hace "estallar", por lo que comienzan a caer delicados destellos de energía, que se desvanecen conforme tocan el suelo.

─¡Es tan bonito! ─exclama Lila sin dejan de mirar el espectáculo.

Cooper está en completo silencio, asombrado por lo que ve. Clint le dedica una mirada de agradecimiento a Wanda.

─Vamos, Elizabeth, inténtalo ─la anima Pietro.

─Es fácil, todo está en tu cabeza, no tengas miedo ─la apoya Wanda con una sonrisa.

Steve le levanta y le ofrece la mano a su novia para que ella haga lo mismo, una vez de pie, Elizabeth se aleja un poco y también crea una esfera, aunque más pequeña, se forma en sus manos, sólo que esta es de su característico color celeste, trata de repetir los movimientos de Wanda hasta que estalla la pequeña bolita, inmediatamente miles de destellos de color azul caen como si fueran fuegos artificiales. 

Wanda lanza una esfera de energía aún más pequeña, para que esta se mezcle con la que Elizabeth ha arrojado y caiga una pequeña lluvia de destellos celestes y escarlatas. 

─Sus poderes son asombrosos ─logra decir Cooper sin apartar la mirada de aquel espectáculo privado.

Pietro se acerca a abrazar a su hermana, Steve hace lo mismo con Elizabeth y los hijos de Clint corren con su padre. Algunos minutos después todo ha terminado.

Las chicas compartirán una tienda y los chicos otra, aunque sólo entran Pietro y Cooper. Dejando a Clint y Steve charlando alrededor de la fogata.

─Gracias por la visita, les han dado un maravilloso fin de semana a mi familia ─le dice Ojo de Halcón.

─Gracias a ustedes por recibirnos ─responde el Capitán.

Se quedan en un silencio por varios minutos, Clint se limita a observar la fogata como si fuera la cosa más importante del mundo, o al menos lo hace hasta que Steve vuelve a hablar.

─Clint, quería hablar acerca de Elizabeth ─murmura él, el arquero lo mira con curiosidad señalando que prosiga ─. Sé que fuiste y eres una persona muy importante para ella, estuviste con ella en momentos importantes a lo largo de su vida. Eres su figura paternal.

─Gracias, aunque me está asustando el rumbo que esto está tomando dentro de mi cabeza.

─No es lo que imaginas, aún no ─afirma Steve nervioso ─. Quiero decir, yo soy de una época donde salir con una chica con formalidad significaba tener el permiso de sus padres, mostrar ese respecto a la familia ya que ellos estuvieron antes que tú.

─¿Me estás pidiendo permiso para salir con Elizabeth? ─Barton lo mira incrédulo y se controla para no reír.

─No precisamente, sólo quiero que sepas que siempre estaré para ella ─se apresura a aclarar.

─Estoy feliz respecto a su relación, Elizabeth es una linda chica y una maravillosa mujer, fue quien despertó mi instinto paternal y el instinto maternal de Laura, ambos la queremos. No dudo en que la haces y la harás muy feliz, pero si quieres que tome el papel de padre de Elizabeth, puedo amenazarte diciéndote que nunca he fallado con mis flechas ─lo mira fingiendo seriedad.

─Está bien, no será necesario el uso de las fechas ─Steve ríe.

***

Las pequeñas vacaciones transcurren con rapidez, en un abrir y cerrar de ojos el fin de semana terminan y el grupo de Vengadores debe volver a la base.

Sam por fin puede rendir cuentas de su viaje por Europa, además de contarles sus aventuras en el viejo continente, habla de los sistemas de seguridad y un par de personas sospechosas que pudo observar, pero que Elizabeth y Steve deciden pasar por alto.

─Por los datos que nos han arrojado las cámaras de seguridad podemos deducir que Bucky se encuentra en esta zona ─Elizabeth señala en la pantalla del Ipad un círculo que engloba parte de Rumania, Serbia y Bulgaria.

─Creo que es un gran territorio ─admite Sam observando la imagen.

─Pero se ha reducido considerablemente a tres países, ya no tienen todo el mundo para buscarlo ─explica ella.

─En eso tienes razón, ahora debemos idear cómo dar con él, Cap ─dice Sam, pero Steve sigue hundido en sus pensamientos. El moreno intercambia una mirada con la chica quien está igual de confundida ─. ¿Cap?

─¿Eh? ¿Qué decías, Sam? Perdón ─se disculpa sacudiendo un poco su cabeza para despejar sus ideas.

─¿En qué piensas, Cap? ─le cuestiona su amigo.

─En que cada vez estamos más cerca. Pensé que había perdido toda conexión con mi pasado y que mi mejor amigo murió al caer del tren, pero no, estamos en la misma época, aunque en diferentes condiciones. No agradezco a HYDRA por el daño que ha ocasionado, pero, eso no quita el hecho de que mi mejor amigo está vivo.

Elizabeth le sonríe con ternura para luego entrelazar su mano con la de Steve.

─¿Qué sugieres hacer? ─cuestiona la chica con voz suave.

─Por ahora creo que es conveniente esperar, al menos un par de meses, volver a Europa tan pronto luego de lo acontecido en Sokovia no es una gran idea, y más si aparecen tres Vengadores sin una razón aparente, no quiero levantar sospechas ─murmura.

─Por mí está bien, ya saben, amo recibir vacaciones con todos los gastos pagados ─bromea Sam y la pareja ríe─. Ahora los dejo, par de tortolos.

Falcon sale de la habitación de la chica, dejándolos solos. Elizabeth suelta la mano de Steve para acercarse a su computadora y Ipad, y guardar los datos, él la observa detalle. No puede creer lo afortunado que es de tenerla, de que el destino la haya puesto en su camino y del soporte que se ha convertido para él.

─¿Qué pasa? ─cuestiona la chica al sentir la penetrante mirada de su novio sobre ella.

─Nada, sólo... no, nada ─el chico nervioso de Brooklyn vuelve, no sabe qué decir ante la joven.

─Steve, vamos, dime qué pasa ─lo anima terminando por cerrar la laptop y acercándose al Vengador, quien tartamudea un poco antes de poder hablar.

─Yo, pensaba, en lo afortunado que soy al tenerte ─dice con rapidez y al mismo tiempo va disminuyendo el volumen de su voz al decir cada palabra.

─¿De verdad? ─él asiente y la chica se acerca más para pasar su mano por la mejilla de su novio ─. Entonces pensamos en lo mismo, también me siento así respecto a ti ─afirma.

El Capitán sonríe con amplitud antes de besar a su chica con suma delicadeza, le encanta la sensación de estrecharla entre sus manos, es como un pequeño y frágil tesoro que lo cautiva, pero sabe que ellas es una mujer valiente y admirable que le ha robado el corazón.

─¿Vamos con los chicos? Wanda me dijo que verán películas con Visión para que entienda parte de la cultura actual, te puede servir ─se burla ella.

Steve la mira con fingida molestia para luego salir de la habitación tomado de la mano con su novia. Al llegar a la sala se encuentran con los gemelos, Visión y Sam sentados viendo Intensamente. La chica corre a sentarse en medio de los gemelos para adueñarse del bote de palomitas, mientras Steve se sienta al lado de Sam.

La tarde transcurre y ven un par de películas más, Visión hace las preguntas necesarias que Sam y Elizabeth son los encargados de responder, ya que Pietro le responde con sarcasmo y Wanda no se da a entender. Steve está un poco menos confundido que Visión, pero aun así prefiere callar y escuchar. 

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