Epílogo

Fury fumaba un habano mientras observaba el atardecer rojo cual la sangre.

—Supongo que te divirtió ver como Hulk vencía a Omni-Man —decía Fury.

—Por supuesto —exclamó Ares, sin su casco—. Cualquier victoria de los mortales de nuestro mundo sobre esos sucios aliens me hace felíz.

—Hulk es un peligro —dijo Fury, volteando hacia Ares—, incluso para ustedes.

—La bestia no representa peligro alguno para El Olimpo —aseguró Ares—. Admito que sí es un peligro para la humanidad, pero no es inmediato.

—Mientras ustedes están allá arriba, sentados en su monte, yo estoy buscando formas de proteger este mundo.

—Este mundo —vocifero Ares—, esta bajo la protección de los dioses Olímpicos.

—Hicieron un muy buen trabajo contra los kryptonianos —espeto Fury.

—Nuestra campeona, Diana, se encargó de la amenaza. Y sí el monstruo decide arrasar con la humanidad, ella se encargará.

—¿Y sí no es suficiente?

—Yo mismo me encargaré. Así que deja de preocuparte, y deja de depositar tu fe en sucios aliens.

—Entonces deberías trabajar junto con S.H.I.E.L.D.

—Soy el dios de la guerra y tú un simple mortal con el rango de general. Tal vez puedas controlar a un alien, pero jamás controlaras a un dios.

Ares se convirtió en un halcón y salió volando del lugar. Fury volteó nuevamente hacia el ocaso y le dio una larga calada a su habano.

—Por ahora, Ares. Por ahora.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top