En el edificio de la policía, los detectives tanto de la ciudad de Frost como los que había llegado de otros pueblos estaban reunidos para dar sus últimos informes.

—¡Ya no podemos permitir que ese asesino se siga saliendo con las suya. La población está asustada y el gobierno cada vez nos presionan más!—comentó en voz alta realmente enojado el detective Cardona—. ¿Tienen alguna pista o algún descubrimiento  nuevo?—preguntó aún molesto.

Los detectives poco a poco fueron dando sus reportes, sin embargo ninguno tenía algún dato importante, excepto el oficial Fernández, él había descubierto dos  patrones o formas de asesinar en  todos los cuerpos que habían encontrado.

—Estoy seguro que el asesino tiene un cómplice y que este es zurdo, lo sé por los cortes transversales en algunos de los cuerpos. Mientras uno es más delicado y prudente en los cortes y extracciones de huesos el otro es mucho más extremo—informó entregándole los exámenes forense al detective Cardona—. Si mi teoría no me falla, el objetivo de estos asesinos es la colección completa de los huesos de un ser humano y segun el registro que llevamos de los huesos solo les faltaría 30. Eso quiere decir que habrán treinta asesinatos más, debemos estar alerta para que eso no suceda, no debemos permitir que ellos logre su objetivo macabro—finalizó Fernández seriamente.

Cardona lo felicitó por la información, ya que era de gran importancia, y aunque había pasado dos semana sin ningún asesinato o desapareción, sabían que solo era cuestión de tiempo que ellos volvieran atacar y ellos estarían está vez atentos para capturarlos. Fernández sabía que ese asesino se trataba de su nieto, del cual no había pedido localizar años atrás. Después del asesinato de su hija Laura, se dedicó a buscar a Ian y a su nieto, pero no tuvo resultados algunos, parecía que la tierra se los hubiese tragado. Y ahora con estos sucesos tenía la certeza que el asesino era su nieto, sin embargo una duda lo invadía ¿Seria capaz de arrestarlo sabiendo que llevaba su sangre? Ese lazo familiar no podía hacerlo a un lado tan fácilmente.