Cap.2 Delgada
—Ciaro...–aquel funk troll, cuyos cabellos ahora eran movidos por los vientos de la madrugada, se asomo por la ventana con una taza de cafe en sus mano, con un rostro serio, siendo cubierto por sus sabanas blancas, en aquella sala en la que estaba, solo habitaba el silencio y como alguien movia aquella esfera de ule en el suelo,claramente estaba llamando a su compañera por su nombre.
—Si?.–cuestiono una funk troll de colores naranjas y lazo rojo detras de su cabeza,quien estaba perdida en el suelo, mirando al techo mientras que en su mano derecha había una pelota roja con la cual jugaba,se veía sería, bastante abrumada por sus sentimientos.
—A noche...me di cuenta de que hablas dormida...–volteo a verla.
—George, todos en esta casa sabemos que habló dormida.–desinteresada respondió a su comentario.
—si, pero lo que dijiste a media noche dudo que sea oura casualidad...–dirigio su mirada sobre su amiga.–no dejas de mencionar el nombre de nuestra reina.
Suspiro ante esa declaración mientras cerraba sus rosados ojos, sin embargo tampoco se oculto o puso escusa, ella sabía lo que pasaba y como se sentía, manteniéndose en control durante todo momento y en esta ocasión, recuerdos de la chica de la Cual alguna vez cuido de joven habían regresado, para ser honesta, Ciaro Leburgess había recordado a Esencia desde el momento que escucho su llanto el día que le quitaron a uno de sus hijos y no podía quitarse la idea y esa tortuosa duda de la cabeza...y ahora su vida junto a sus compañero de cuarto era la menor de sus preocupaciones, las entrañas le temblaban al pensar el duelo tan doloros que ella y su marido estarían sufriendo desde hace semanas.
—... Esencia...–finalmente se atrevió a pronunciar, sin temor de no incluir el "Reina".–...ella no está bien ahora mismo, no?...
El funk troll respiro pesado y miro nuevamente a la ventana.
—escuche que los cocineros reales estan intentando con tal de que coma...desde que el príncipe Cooper desapareció... Ha estado tan delgada.
(...)
Finalmente el día en Vibe City había llegado, no la habían pasado de lo mejor la noche pasada y Quincy tuvo bastantes problemas al tratar de dormir nuevamente tras esa nefasta pesadilla de la cual Esencia lo rescato.
Apenas pudieron dormir unas cuantas horas gracias al apoyo y cariño que nesecitaban para ese momento, Esencia fue quien desperto primero, debido al sonar de la puerta de entrada en su habitación.
Se levantó sin muchas ganas, incluso le dolia mucho el cuerpo debido a que no había comido nada desde horas antes a quedarse dormida, su estómago la masacraba por dentro como si estuviera rogando de rodillas que finalmente se llenara, pero no lo haría aun...de alguna forma u otra lograría calmar esas ansias y nesecidades.
Esencia sabía que estaba en un eterno espiral de agonía, dolia mucho y llegó a la conclusión de que no comer seria una perfecta manera de calmar el dolor emocional...El dolor de estomago era mas suave que el dolor en el Corazón, estaba bastante segura de eso.
De todas maneras, ella era una reina,la reina del funk... Y si algo aprendió ella durante todos estos años, es que ser reina conlleva a una sola cosa:debía ser perfecta, incluso si sentía como su piel se partia a la mitad al presionar tanto con sus huesos.
Solto un leve quejido de dolor al tratar de moverse, sus piernas ni resistían mucho por culpa de sus debiles huesos, cosa que casi despierta a su marido, quien seguía acostado, pero se acerco a él dandole suaves caricias en su rostro y besando su mejilla con delicadeza.
—aun es temprano mi amor...–afirmo cubriendole con las sabanas y fue a abrir la puerta, cubriendose con una manta y entre cerró sus ojos al recibir la luz, era una de sus subornidanas funky,quien venía con unas galletas y un poco de te, por su forzosa sonrisa, se notaba que estaba nerviosa.
—O-oh, e-espero no estar interrumpiendo nada importante.–se aparto con cuidado.
—No, no, no te disculpes Emira... Recien despierto...–afirmo corriendose unos cuantos cabellos de su rostro.
—eh, bueno... Buenas mañanas Mi reina, l-le traje algo para comer...–ofreció aquella bandeja con bocadillos.–se que aun es temprano pero estoy segura de que le va a endulzar la mañana, son sus favoritas.
—oh,si...Gracias...–le sonrio con orgullo.–es un bonito gesto, se que estan deliciosas.
—en unas dos horas estará el desayuno, le gustaría de una vez que le dijera a los cocineros que le gustari.–aquella ayudante y su pregunta fueron interrumpidos por la reina, quien se encontraba negando.
—N-no, no, descuida, no hace falta, ya puedes retirarte...–afirmo tratando de mantener la calma.
—de acuerdo, con permiso, me ire...–hizo su reverencia y se retiro de la entrada, con ello haciendo que la reina cerrara la puerta.
Justo cuando eso paso, ella miró con sus decaídos ojos azules oscuros aquellos bocadillos de una manera bastante negativa y hasta con algo de repudio, sin pensarlo dos veces lo tiro todo dentro de aquel cubo de basura que había en su habitación, solo tomó su té helado y se dirigió rápidamente a aquella cuna que se encontraba en una esquina de la habitación, donde estaba su bebé aun en su huevo, cubierto con una manta, con mucho cuidado ella lo tomo, besando el cascarón de este con mucha delicadeza.
Su lindo Darnell, el único que le había quedado y que gracias a sus ancestrales monarcas del funk en el pasado, seguía sano y salvo, camino con él hacia el balcón y dejo su cuerpo descansar ahí mientras mimaba ansu pequeño.
—Hey corazón, soy yo, Mami, ¿no esta hermosa la mañana hoy?.–pregunto dulcemente.–se que esta basada alto, pero no temas mi amor...te cuidare bastante...–aquella sonrisa se fue apagando lentamente.–no permitire que.... Que...–le costó terminar su frase...tan solo mencionarlo le hacía recordar ese dia,ignorando por completo el horrible dolor que sentía en su estómago, una parte de ella a gritos le pedía que comiera algo, sino iba a haber un momento donde ni abrir los ojos podría.
¿No abrir los ojos?, eso era fantástico...
Dejo la taza de su té helado y se dejo caer sobre el barandal, con su mirada perdida entre sus pensamientos,pero las lágrimas no tardaron en caer por sus mejillas, nuevamente sus entrañas empezaron a rugir, pero eso ya no le importaba,si tuviera la oportunidad de tirarse desde la altura en la que estaba, lo hubiera hecho, pero había algo que la detenía de hacerlo... Y ese era aquel funk troll con quien se había casado.
Si ella finalmente se atrevía a dar un solo bocado a los platillos que le servían, era porque Quincy le decía, era porque la pena y la culpa que le daba verlo así le gritaba a su mente a que lo hiciera y de ahí se atrevía a llenarse, aunque tuviera que ponerse voluntad para hacerlo, pero aun asi llegaba a comer bastante poco, apenas daba bocados, incluso cuando no la miraba nadie, dejaba su comida de lado.
Su estómago le grito "come ya! " Otra vez, pero no hizo caso,parecía que se le estaban acabando las ideas para llenarse con algo que no fuera su propio dolor.
—ya silencio estomago...–murmuró molesta aquella monarca mientras aun sostenia a su hijo entre sus brazos, acariciado sus peligos azules.–mi corazón también esta vacío y no hace tanto escandalo como tu...
Finalmente desperto él, sacudiendose rápidamente en su cama mientras se estiraba y acomodaba su cabellera, Quincy había logrado dormir tranquilo lo que le quedaba de aquella noche, pero poco sabía que hoy las cosas no serían diferentes, se levantó quitándose sus sabanas, se vio algo aturdido por la luz que entraba por aquel balcón... Pero al reconocer su linda silueta, sonrio e hizo un esfuerzo por levantarse de su cama e ir con ellos, rodeandole con sus brazos y descansando su cabeza sobre la de la reina, podía sentir los rugidos de su estómago al abrazarla por ahí, cosa que le indico que ella no había comido nada, el rey de cabellera rosada y morada no era tonto, había notado que últimamente se le tenía que rogar que comiera, se veía cada vez mas palida y débil y le aterra a pensar en el día donde ese vacío se la iba a tragar y no la haría despertar, por eso mismo Quincy le dijo a toda su realeza culinaria que cuando pudieran le ofrecieran cosas que ellos preparan, hasta incluso le pedía que por las mañanas le trajeran bocadillos pero de reojo y con nudos en la garganta, solo observaba como a escondidas ella lo lanzaba a la basura o lo dejaba de lado, ahí fue donde los recuerdos llegaron a su mente.
—p-por favor no te hagas esto... T-t haces mucho daño...–sus palabras eran bajas y rellenas de dolor, en su rostro no cabía la mayor definición de "angustia"
—...–en aquella habitación, la reina hecha un desastre, con maquillaje y cabello desecho, desvio la mirada nuevamente, estaban de nuevo en la habitación donde habían guardado la cama de su bebé perdido, no se animo a decir nada ni a responder, sus destruidos ojos azules estaban posados sobre aquella manta infantil que le solia pertenecer a él.
—Esencia por favor...
Estas muy débil, no ouedes quedarte vacía de esa manera...No desayunaste hoy...–le afirmo apretando su mano con nesecidad, como si esa fuera la única manera que tuviera para calmarse.
Aquella reina se asusto y lo volteo a ver nerviosa, trago con dificultad sintiendo el aire arder y estorbar en su garanta,¿cómo fue que se había enterado?.
—...e-encontré tu desayuno en el basurero y en el almuerzo apenas te comiste tu ensalada... No has comido nada desde ayer en la tarde, estas muy debil... Por favor, no hagas esto, estas jugando a un juego muy peligroso...—llevo su mano a su mejilla, limpiandole sus lágrimas.
—...n-no quiero nada de eso...eso no me va a ayudar a sentir mejor, solo me hace ver como una troll asquerosa y horrible...comer no me va a liberar del dolor del que estoy sintiendo...–se aparto de sus caricias, dejando ir nuevos sollozos.
—p-pero te estas haciendo daño, p-por favor...–la histeria en la voz era desesperanzadora,se aferro a ella, mirandola, amenazando con llorar el también.–E-esencia, nesecitas aceptar que se ha ido,tienes que comer algo, no puedes seguir asi...
—¿Que mas da si me pasa algo?...cuando una reina muere,otra viene y la reemplaza, a nadie le molesta perder una reina.–Respondió la funk troll azulada con una voz casi muerta.
—A-a mi me import-ta...–sollozando respondió Quincy, luchando por expresarse, se arrodilló ante ella, buscando consuelo y sin dejarla ir, como si estuviera por perderla para siempre.–y-ya perdí a mi hijo,n-no puedo perderte a ti... Por favor, no sigas, no te obligó a que comas pero por favor vamos a cenar...me duele verte asi...no quiero que nada malo te pase y ver que te haces daño me duele mucho...
Ahi fue donde segundos después sintió como sus brazos celestes lo cubrirían por completo dándole caricias, este levantó su mirada hacia su amada.
—¿t-te duele tu corazón?...
—c-como no tienes idea...
Suspiro con pesadez y cerró sus ojos preparándose para lo que estaba por decir...le aterraba la idea... Pero fueron esos momentos donde lo poco de razonamiento y cordura que le quedaba estaba funcionado en su cabeza.—...E-esta bien...
—¿como están mis dos amores?.–pregunto Quincy con dulzura pero de inmediato se preocupo al ver la muy diminuta respuesta que obtuvo de su amada, había correspondido, pero no con la misma emoción.
—bien, gracias... Solo estoy aqui con Darnell,pasar un tiempo con él y... Y asegurarme de que no le pase nada malo a él...–respondió la reina con su mirada apagada.
Ese comentario fue una apuñalada a su corazón, desde que perdieron a Cooper, Darnell había sido su mayor interés, cada que alguien se acercaba, incluso si fueran sus subordinados mas cercanos, ambos entraban en pánico y hasta gritaban con euforia "NO LO TOQUEN!.",era trauma, estaba seguro, no soportaba la idea de que su único bebé también muriera o le sucediera, estaban atento a ellos todo el tiempo...y no había momento del día donde con melancolía miraba como su esposa estaba con Darnell, entre sus manos o sobre la cama... Pero desde ese día que se llevaron a su otro niño, Esencia jamas lo puso sobre su cabeza otra vez y cada que se lo sugerían o mencionaban, el pánico la atracaba...aun podía recordarlo..
—Hey...–se recosto a su lado, acariciando el cascarón de su niño.–...escucha,mientras este aquí nadie le va a hacer daño, me aseguraré de que nunca nadie se atreva a ponerle ni un solo dedo ensima,estará bien, lo cuidaremos como se lo merece y nos aseguraremos de que salga de su cascarón para conocerlo finalmente...–le sonrio a su niño.–nuestro bebé...
—ahora mismo mis motivaciones son verlo finalmente llorar al salir de su cascarón y buscar el cariño de su papá y mamá...y hacerlo saber que ya tiene un corazón que le pertenecerá eternamente...–sonrio débilmente.
—dos... Corazones que le pertenecen eternamente...–le corrigió dulcemente, acercándose para besarla en su mejilla.
—Quincy~...–Esencia suspiro relajada... Hasta que nuevamente escucho a su estómago atormentandole y rogando por comida, pero antes de mostrar quejas, las campanas se escucharon, se sentía de verdad aliviada, ya era la hora del desayuno...una manera perfecta de escapar del posible interrogatorio que su esposo le haría.
—bueno,es hora de prepararnos...–con cuidado sostuvo su huevo y ayudó a su mujer a levantarse,sonreía cálidamente.–pronto van a llamarnos para desayunar...le dije a Yummily que preparara panqueques...
—esta bien... ¿Puedo yo usar la ducha primero?.–pregunto corriendose los cabellos del rostro.
—como quieras mi amor...
(...)
Había finalizado su desayuno y Quincy se tuvo que ir debido a obligaciones reales a las cuales tuvo que atender, Esencia también tenía que encargarse de una cuantas cosas, pero algo la detuvo de hacerlo, ahora mismo se sentía horrible, con mucha dificultad y pánico estaba caminando hacia el baño de su habitación y nego la ayuda de sus subordinados y hasta les dio la prohibición de ir a decirle a su esposo, se encontraba temblando, llorando y con dificultad al respirar, ella no quería comer, tenía planeado castigarse esa mañana nuevamente, pero lo que le sirvieron había sido tan delicioso que no se nego, cuando había terminado, entendió que se había comido todo, se estaba dando felicidad...y por lo que ella tenia entendido... Ella no merecía ser feliz.
Entró a su baño y cerro la puerta con violencia, con dificultad se tambaleó hasta el fregadero, mirándose al espejo con un rostro de terror, lágrimas estaban ya cayendo.
"por que hiciste eso?"
"tu no debiste hacerlo?"
"estas arruinadolo todo"
La reina del funk tapo su boca, empezando a sollozar y a llorar,se sentía asquerosa, el odio hacia ella aumentaba, solo deseaba buscar una manera de morir... O mas bien una manera de escupir esa tremenda culpa que le provocaba las ganas de morir.
Hasta que..."esa idea" llego a su cabeza... En el peor momento. Aun deseaba estar delgada, pero no comer era demasiado difícil a veces...
—...las reinas son perfectas Esencia...tienes que encontrar la manera de ser perfecta...–se dijo a si misma.
Y asi, Esencia se quito su corona y la dejo de lado, acercándose al inodoro, metió sus dedos a su boca y los empezó a mover con violencia hasta lograr lo que quería...
...Vomitar...
No Importaba si le dolia.
Queria tener el control.
Quería sentirse perfecta.
Queria ser una reina perfecta.
Un alma perfecta.
Y como sabemos... Las reinas, aunque estuvieran destruidas, eran delgadas
CONTINUARÁ.
FINALMENTE ACTUALICE CABRONES!, WOOOHOOO!
ahora a esperar a que tenga tiempo de sacar nuevo capitulo x'd
En un mes hago mis exámenes wey, tenganme piedad :'p tsl vez el próximo finde les traiga otro capítulo.
Espero les guste!! Este cap estuvo re difícil de hacer... Sobre todo que tuve que entrar a horribles paginas pro Ana y pro mia para saber como escribir las cosas,pero valio la pena.
However... El siguiente capitulo si estara feo, les advierto.
Eso sería todo y gracias por leer <3
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