Entré en la cafetería lista para contarle a Álvaro sobre mi decisión.

En aquel momento me encontraba con la mente nublada.

¿Qué gano con acabar el compromiso? Me quedaré sola... Álvaro está con Fanny.

— ¡Kate!— Exclamó Álvaro en cuanto sus ojos me encontraron.

— Tengo algo que decirte.— Dije algo seria.

— ¡Yo también!... Pero empieza tú, por favor...

— Bueno... Yo... Vine a invitarte para que tú y Fanny sean nuestros testigos mañana, cuando firmemos el acta de matrimonio.— Expresé dibujando una pequeña sonrisa.

— ¿Qué?— Susurró.

— Ven, sentémonos.— Le tomé la mano y nos sentamos en la mesa cercana a la entrada.

— ¿Vas a casarte con él?— Preguntó frunciendo el ceño.— ¿Enserio?

— Tomé la decisión... Hablamos ayer en la noche y nos pedimos disculpas, mi sueño siempre fue casarme con Steve. Una discusión no puede terminar una relación tan firme como la nuestra. ¿Pero qué hay de ti? ¿Qué querías decirme?

Álvaro tragó saliva y miró hacia el suelo.

— Dame un momento para traer tu pedido. ¿Qué vas a ordenar?— Se encontraba serio.

— Un latte de canela, por favor.

Café Latte de Canela☕: Mezcla de espresso, leche, extracto de vainilla y canela, luego canela en polvo encima para decorar.

No entendía la expresión amarga de Álvaro, y la verdad es que me molestaba, prefería al mesero que sonreía y se le formaban hoyuelos en la mejillas.

De repente recibí una llamada de Fanny.

— ¿Hola?

— ¡Kate!— Exclamó ella entre sollozos.

— ¿¡Por qué lloras!?— Reaccioné asustada.— ¿Son esas estúpidas chicas de nuevo? Te pedí que las denunciaras en el despacho del rector...

— Lo hice... Ellas ya no son un problema... No es por eso que estoy llorando...

— ¿Entonces qué pasa? ¿Por qué no vienes a la cafetería antes de ir a la universidad? Aún tienes tiempo...

— ¡No!— Exclamó.

— ¿Qué sucede?

— Álvaro terminó conmigo.— Quedé impactada tras escuchar su respuesta.

— ¿Cómo?

— Ni siquiera me dió un motivo, simplemente dijo que sería lo mejor para mí, porque él no era una buena persona... No lo entiendo.

— ¿Quieres que vaya a tu casa?

— No... Ahora no... Solo quiero estar sola, pero quería que lo supieras... En cuanto me sienta lista para hablar te llamaré.— Su voz temblaba.

No pude evitar sentirme mal por lo sucedido.

— No dejes de hacerlo, estaré aquí. — Respondí.

Fanny colgó la llamada y Álvaro trajo mi pedido.

— Aquí tienes.

— ¿Lo que debías contarme... Era que terminaste con Fanny verdad? ¿Por qué?.— Pregunté dándole un sorbo al café.

— Si... — Respondió.— Espera un segundo.

Álvaro entró en la cocina y al regresar trajo una guitarra en sus manos.

— ¿Qué haces?— Pregunté al verlo de pie frente a mí, listo para tocar.

— Hay algo que debo decirte... Y por favor no me interrumpas... Es algo que no puedo callar por un segundo más.

De repente comenzó a tocar y cantar Bajo la mesa, de la banda Morat. (Les recomiendo escuchar la canción mientras leen esta parte)

— 🎶Toqué tus pies debajo de la mesa
Quise que pareciera un accidente
Pero tus ojos tienen la destreza de leer mi mente
De leer mi mente
No suelo hablar delante de la gente
Y no sé si fue la última cerveza
O si contigo todo es diferente y perdí la cabeza
Cómo puedo hablarte sin hablarte y decir todo
Debí ensayarlo, pero ya ni modo
Yo sé que tú, tú sientes algo por mí
Por qué negar este amor
Si lo confirman tus besos
Yo sé que tú no estás aquí por error
Si estoy muriendo por ti, que me revivan tus besos
Porque si tú no te vas conmigo, no te vas conmigo
No te sorprendas si nunca, nunca jamás te olvido
No te vas conmigo, no te vas conmigo
A menos de que me encuentres, yo seguiré perdido
Como se perdieron las estrellas en la madrugada
Como mi corazón en tu mirada
Como se pierden dos palabras
Cuando pienso que te digo que te quiero
Y no me sale nada
Y sé que esto no es casualidad, lo sé
Eso que se siente y no se ve
Solamente pasa si el amor es de verdad
Y la verdad es que te pasa a ti también
Yo sé que te pasa a ti también
No me niegues que se siente bien
Otra vez te lo diré
Yo sé que tú sientes algo por mí
¿Por qué negar este amor
Si lo confirman tus besos?
Yo sé que tú no estás aquí por error
Si estoy muriendo por ti
Que me revivan tus besos
Porque si tú no te vas conmigo
No te vas conmigo
No te sorprendas si nunca
Nunca jamás te olvido
No te vas conmigo, no te vas conmigo
A menos de que me encuentres
Yo seguiré perdido
Toqué tus pies debajo de la mesa
Tú sabes bien que no fue un accidente🎶

Todos en la cafetería observaban sonrientes y algunos aplaudían al compás de la canción.

Estaba completamente impactada... Pero sobre todo feliz.

Una inmensa ola de felicidad me atacó, y lo peor es que tuve que aplastar esa ola dentro de mi alma.

Mientras todos aplaudían en el momento en que Álvaro culminó con su canción, me levanté bruscamente.

— No entiendo... — Suspiré frunciendo el ceño.

— Te amo Kate Winner.— Respondió sin más.

Todos en la cafetería comenzaron a exclamar, en menos de 5 minutos el lugar había pasado de ser un templo silencioso de paz, a ser un escandaloso concierto de Chayanne.

— Tu mirada café me dice que también me quieres... Dejé todo por ti, por estar a tu lado... ¿Serás capaz tú también de dejarlo todo por mí?— Preguntó él acercándose.

Me acarició el rostro con sus manos mientras clavaba mi mirada en sus pupilas de miel.

— Esto está mal Álvaro... Fanny es mi mejor amiga...

— No es culpa nuestra... Me siento el peor hombre del mundo, intenté estar con ella porque creí que sería lo mejor... Pero siempre te amé a ti, desde el momento en que cruzamos las primeras miradas, mi corazón fue tuyo. Tú le pertenecías a alguien más y aunque en el fondo siempre sentí que tú también me querías, Fanny era una buena chica, y decidí intentarlo con ella... Juro que intenté amarla, y me siento mal por haberla usado para olvidarte... ¿Pero qué puedo hacer si te amo? No puedo olvidarme de ti... Me volviste loco...

Con el alma herida, el corazón quebrado y el rostro lleno de lágrimas, respondí lo que creí que sería mejor.

— Yo no te amo. Estás equivocado.

Todos en la cafetería se asombraron y comenzaron a murmurar.

— El hecho de que haya sido amable contigo no quiere decir que te ame... Y aquellos besos fueron por pura confusión. Mañana me casaré... Te pido que no interfieras. Lo siento... Pero no te amo.

Nada en el mundo me había dolido tanto como decirle aquello, fue peor que cualquier daga clavada... Nunca creí que un ser humano podría experimentar un dolor así.

— Yo...— Intentó comentar algo.

— Aquí tienes el pago.— Dije cortantemente dejando el dinero sobre la mesa.

— Tú me amas.— Impuso él agarrando mi rostro. Las lágrimas inundaron sus ojos.— No permitiré que te engañes ni me engañes así... ¿Por qué haces esto?

— No te das cuenta...— Susurré con voz temblorosa.— Es lo mejor para todos... No me hagas esto... No dejes todo peor de lo que está.

— ¿No lo entiendes?— Preguntó uniendo nuestras frentes. — Necesito que estés cerca para poder seguir de pie. No eres un maldito capricho... Eres una necesidad.

— Lo siento... Pero no estoy mintiendo, no te amo.— Respondí alejándonos.

— Kate...— Susurró.

Comencé a correr hacia la puerta mientras sentía que unas garras me rasgaban las entrañas, fue la primera vez que sentí dientes en el alma.

Aunque moría por mirar atrás y correr a besarlo, abrazarlo y decirle que mentía, que lo amaba con cada hueso de mi cuerpo, no lo hice, y me dirigí a la editorial sintiendo la falta de oxígeno... Y de sentido.

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