೬𐇵☕Café #38: Carajillo☕ຼ້ೂ
— ¿Y bien? Emanas pésimas vibras.— Dijo Álvaro en cuanto atrevesé el umbral.
— ¿Ahora eres adivino? ¿Trabajas en una maldita carpa de color morado y lees es una bola de cristal sobre un cojín rojo? ¿Tienes unas cartas para practicar tarot y estafas gente inventándote un futuro en tu cabeza? ¿Lees almas? ¿Percibes auras? ¿Vendes rosarios?
— Wow wow, hablas demasiado, respira por favor... ¿Estás bien? — Preguntó él colocando su mano sobre mi hombro.
— Pensé que mi compromiso terminaría anoche, por primera vez discutí fuerte con Steve. — Confesé.— Estoy tan estresada... ¡No quiero trabajar hoy!— Exclamé.
— Siéntate por favor.— Tomó mi mano y me llevó a la mesa junto a la ventana.— ¿Qué vas a beber hoy?
— Necesito algo fuerte... Algo como un Carajillo.
Café Carajillo☕: Expreso y un shot de Brandy.
— ¿A esta hora de la mañana?
Solamente lo miré frunciendo el ceño.
— Es cierto, eres capaz de cualquier cosa si se trata de café, enseguida lo traeré.— Respondió dirigiéndose al mostrador.
La verdad es que estaba más estresada que nunca, la discusión con Steve no había terminado bien y no logré pegar un ojo en toda la maldita noche. Justo cuando sentí que conciliaría el sueño, sonó la alarma de mi despertador, lo que menos deseaba era ir a trabajar. Estaba segura que ni siquiera beber café podría mejorar mi día... Si te preguntas porqué tanto drama por una simple discusión, debes saber que no lo fue, todo terminó en que quizás acabaría con el matrimonio.
Flashback:
— Tenemos que hablar Kate.— Dijo Steve en cuanto me senté en el sofá.
— Eso es obvio... Comienza tú.— Respondí seria.
— ¿¡Por qué rayos no me escuchas!? No te aplasto... Solo no quiero que te ilusiones con algo tan tonto como eso... No trinufarás, es un mundo muy difícil y sofisticado. ¿Qué te hace pensar que podrás ser alguien y ganarte la vida con esa tontería? Te pedí que pusieras...
— Los pies en la tierra.— Le interrumpí. — Estoy harta Steve.— Susurré mientras las lágrimas inundaban mis ojos, no podía creer que quien mencionaba esas horribles palabras era mi prometido.
— ¿De qué estás harta? ¿¡Podrías decirme de qué rayos estás harta!? Te he dado todo lo que he podido he incluso lo que no, cualquier cosa que quieras te la entrego, jamás te he dado motivos para desconfiar de mi fidelidad hacia tí. ¿¡Alguna maldita vez te he puesto los cuernos!?
— ¡No se trata de eso!— Grité con voz gutural.
— ¿¡Entonces de qué!?— Se levantó.
— Se trata de que al mirarme me ves como un ser inferior.
— ¡Te he puesto en un trono que quizás ni merezcas!
— No importa cuánto te lo explique... No eres capaz de entender. Tu alma está hueca.— Me levanté.
— ¡No te atrevas a decir algo como eso!
— ¡¿Por qué me subestimas?! ¿¡Por qué no puedes simplemente apoyarme y ya está!? ¿¡Por qué llamas estúpido a mi sueño!? ¿¡Por qué crees que soy incapaz!?
— ¡Pon esos pies en la tierra Kate!
— ¡Lo ves! ¡No eres capaz de escucharme! ¡Me quiebra cada palabra que dices! ¡Me estoy desmoronando por dentro y ni si quiera te importa! Ni siquiera lo ves...— Susurré la última parte mientras limpiaba de mi rostro las lágrimas. En mis labios sentí un inmenso sabor a sal.
— ¡Estás pensando en tí! ¡¿Por qué tienes que ser tan egoísta?!
— ¿Egoísta?— Pregunté abriendo los ojos como platos.— ¡¿A quién llamas egoísta?!— Grité lanzándolo fuerte al sofá. — Hago todo por mantener esta relación a flote, a veces hago cosas que detesto solo porque a ti te gustan, y he olvidado gran parte de mis anhelos por ti. ¡No me llames egoísta!
— ¡Deja de decir estupideces!
— ¡Deja de ser tan idiota! ¿Te digo algo?— Hice una pausa.— ¡No estoy segura de si quiero casarme contigo!
Me dirigí hacia la puerta mientras él intentaba detenerme.
— No... Kate... Por favor...
— ¡Suéltame!— Lo empujé.
— ¡No te atrevas a atravesar esa maldita puerta! ¡Espe...!— Gritó.
— ¡Ban!— El ruido del portaso interrumpió sus palabras.
Fin del Flashback.
— Aquí tienes...— Álvaro trajo mi pedido y se sentó a mi lado.
— Gracias.— Respondí para luego beberlo de un tirón.
— ¿Me cuentas qué sucede?— Preguntó frunciendo el ceño.
Mientras le explicaba a Álvaro lo sucedido, no pude evitar sollozar.
Pero en ese momento no solo la discusión me aflijía, dicen que cuando uno llora, no solamente lo hace por lo que está sucediendo, sino por todas las cosas que le han sucedido.
En ese preciso momento en que lloras, recuerdas cada cosa que te lastima, y por eso estallas. Lastimosamente no todas las personas piensan de esa manera, y a veces, cuando ven que lloramos demasiado por una estupidez pequeña, no comprenden que en realidad el llanto proviene de muchos lugares.
Todo me atormentaba, las personas que más feliz me habían hecho durante más de un mes, eran también las que más triste me habían hecho. Álvaro, Steve y Fanny.
— ¿Y qué harás?— Preguntó él.
— No sé que es lo quiero...
— Si no estás segura de querer casarte con él... No lo hagas. ¡Pero es tu decisión!— Exclamó nervioso.— No quiero entrometerme. Deberías tomarte el día de hoy para pensar, y estar sola...
— No quiero estar sola...— Susurré.— Quiero estar contigo.— Me lancé a su torso y enterré mi nariz en su pecho.
A pesar de las lágrimas, en cuanto sentí su aroma a café dibujé una sonrisa en mi rostro y cerré los ojos.
— ¿Qué quieres hacer?— Preguntó él envolviendo mi cuerpo entre sus brazos.
— Solo quiero quedarme aquí.— Musité.
— Pero... Debo trabajar Kate.— Respondió él.— Lo que más deseo ahora mismo es dejar toda esta basura y quedarme contigo...
— Tienes razón.— Respondí cortante y me alejé de él.— No sé qué tenía en la cabeza... Me iré a casa y llamaré a mi jefa.
— Espera... En serio me gustaría...
— No pasa nada. — Le interrumpí.— Siempre te estoy causando problemas. No te preocupes por mí, estaré bien.
Le entregué la paga a Álvaro y secándome las lágrimas abandoné la cafetería, mientras en mi corazón se debatían dos deseos:
1- Estar sola en casa para poder pensar sin interrupciones.
2- Que Álvaro me detuviera y me pidiera quedarnos juntos.
La segunda idea era muy egoísta, sabía sobre su plazo de 40 días, no podía ausentarse ninguno... Y aún así solo pensaba en que dejara todo.
Pídeme que me quede... Dime que dejarás todo para quedarte a mi lado...
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