End of end

Bien dicen que el hubiera no existe, Mark y Yuta son prueba de ello, pero sinceramente, ¿Qué fuera de nosotros sin ese pensamiento? Cuando alguien piensa en el hubiera, pasan dos cosas. Primero, se dan cuenta que no existe, que no hay nada que hacer, que no hay solución porque los actos ya pasaron, sean malos y o buenos, hechos propios o simplemente destino Entonces la segunda cosa que se piensa es la forma de cambiar. En ese momento, aunque no puedes remediar el pasado puedes arreglar el presente, es un sentimiento que crece para hacer mejor las cosas. Cambias, mejoras, e intentas solucionar el error.

Eso pasó con Mark y Yuta. Muchos se preguntaban si realmente era amor, puede que las palabras sean obvias pero había algo que era él golpe de duda. Mark se enamoró profundamente de Yuta cuando tenía quince años. A esa edad tus padres te preparan para ser una persona mejor, alguien con estudios, te empiezan a decir que la hija de sus amigos puede ser una buena esposa para tí. A esa edad Mark ya lloraba todas noches en su habitación las primeras veces por no tener el valor para decir que era Gay e inclusive tenia una pareja, la segunda vez fue porque no tuvo el valor y perdió a quien más amaba. Seguido de ahí Mark aprendió a tener ese sentimiento guardado y salir a delante más nunca olvidó a su primer amor. ¿Quien realmente hace eso? El amor es algo de lo más puro que hay, y ellos estaban concientes de eso.

Mark empacaba sus últimas maletas con prisa mientras tenía a Dejun en el face time.

— Amor olvidas tu afeitadora.

Mark rio mientras miraba a Dejun rodar los ojos con una sonrisa. — Ustedes saben que este es el mundo real ¿No? No tienen que desbordar cursilería frente a mí solo porque sí. Yo también tengo pareja.

— ¿Celoso? — Yuta pregunta llegando con una sonrisa, dejando la afeitadora en manos de Mark. — Mi amor, solo es mi amor,solos o con las personas mirándonos.

— Sueñas, yo también tengo mi amorcito, no estoy celoso. Pero es que parecen pareja de película cursi, me hostigan.

La pareja rio, Yuta aprovecho su momento para abrazar a Mark dejando besos en su mejilla así disfrutando de las exposiciones bien marcadas de Dejun mostrando su desagrado.

— Llegaré en unas horas.

Y así fue, en menos de diez horas Mark ya estaba siendo abrazado por su gran amigo Dejun quien lo había extrañado mucho.

— Mírate, destellas. ¿Estás feliz Mark?

— Lo estoy. — Mark sonrió. Y sí, lo estaba.

Yuta su primer gran amor era nuevamente su novio, estaba con él, se amaban de día y de noche, seguía siendo ese mismo chico cursi y encantador. El siguiente paso estaba a nada de darse, por fin cumplirían sus sueños de estar juntos, de comenzar una vida prácticamente dependiendo del otro.

Mark estaba feliz, ansioso, le encantaba la idea de estar a lado de Yuta, de compartir sus logros, de esas cursilerías de envejecer juntos.

— Estoy feliz por tí, Mark. Me es imposible no sentirme orgulloso de presenciar tu historia, aún recuerdo cuando salían tener sus citas a escondidas. Nunca hubiera apostado por ustedes después de siete años pero me hacen sentir que el destino existe y que ustedes lograron demostrarlo.

Mark no podría sentirse más feliz de escuchar aquellas palabras. — Hablas como si fuera demasiado.

— Lo es, jodidamente lo es. Ustedes son el uno para el otro.

— ¿Recuerdas cuando eras un pequeño?

— Un pequeño enamorado. Lo era.

— Pero aún lo eres.

Su día con Xiaojun había sido increíble, era su mejor amigo después de todo, Jaemin se unió unas horas después junto con Johnny. Incluso el coreano había dicho que esto parecía como una despedida de soltero para Mark.

Era casi la media noche cuando llegó a su antiguo hogar, sinceramente no esperaba verlo pero tampoco le sorprendió cuando Donghyuk apareció sentado en la sala. — Mark.

— Hola Hyuk.

— Perdón por estar aquí, aún tengo muchas cosas para empacar y quedé agotado que me quedé dormido en el sofá. Me iré a ahora.

— Dios, no te preocupes, es muy tarde para que te vayas.

No quería que fuera incómodo con Donghyuk, pero este se acercó hasta él y tocar sus cabellos con tranquilidad. — Aún te amo Mark pero te conozco tanto, tienes un gran brillo en tus ojos, pareces otro, incluso teñiste tu cabello, me alegro de que seas feliz.

— También te vez diferente.

Donghyuk sonrió negando, no sabía que decirle pero no estaba mintiendo, Donghyuk aún mantenía esos ojos tristes pero había cierto brillo que le hacía mostrar una gran diferencia.

— Han pasado casi dos meses Mark, incluso nosotros logramos cambiar en tan poco tiempo. Quizá solamente solo somos nosotros mismos. Quizá nos hacíamos daño.

Solo sonrió, ocultó lo ansioso que estaba, Donghyuk lo conocía y él conocía a Donghyuk, quizá no estaban para ser un felices por siempre juntos, pero podría creer que tendría algún tipo de conexión con él. Quería pedirle ser amigos pero realmente no podría imaginarse a sí mismo estar cómodamente con él entablando una amistad.

— Estoy algo cansado, me iré a dormir.

— Genial, comeré algo y entonces también iré a dormir.

Mark tomó una ducha, cerró la puerta de su habitación y prendió la cámara llamando a su novio.

— Mi amor, ¿Qué tal tu día?

Mark sonrió mirando la pantalla, por primera vez después de mucho tiempo estaba de nuevo con una notable distancia aunque ahora con la conciencia de que por fin se pertenecían el uno con el otro.

— Salí con Johnny, Dejun y Jaemin.

— Y por eso, nosotros nos mudaremos, realmente amas a tus amigos, incluso me siento algo celoso de ellos pero no dejaría que yo fuera el culpable de su separación.

— Oye. — Replicó con una sonrisa. — Tú tienes a Jaehyun y yo no digo nada.

— Jaehyun está perdidamente enamorado de Johnny, amor. Puedes dejarlo de lado.

— Pero es tu mejor amigo.

— No hablemos de Jaehyun, sinceramente creo que está completamente loco, te extraño. Deseo verte, estar contigo y abrazarte por toda la noche.

Mark también lo extrañaba, amaba demasiado a Yuta, con una locura que se preguntaba si no había ningún asunto psicológico aparte del amor que le tenía. Yuta era su todo, su primera vez, su gran amor.

— Nos veremos más pronto.

— Eso es facil de decirlo. La última vez fueron solo siete años.

Siete años. Largos siete años, Mark se recordaba a si mismo viviendo esos siete años, pasaron tantas cosas, se enamoró, creció, dejó atrás eso de ser un niño, tuvo una larga y feliz vida.

Los dos habían logrado sobrevivir sin el otro, pero era tan satisfactorio que por fin estaban juntos.

Al siguiente día Mark había despertado solo, Donghyuk ya no estaba pero su cursi ex novio dejó una carta.

Hola Mark, te dejé un desayuno, creo que de esta manera es la única forma en la que puedo comunicarme contigo sin que me veas como un patético lleno de lágrimas. La verdad es que aún te amo Mark, te amo como la primera vez, como esa ocasión en la que decidiste bailar a mi lado. Te he extrañado estos días pero no te preocupes, he dejado de luchar por tí, entiendo que ya hubo alguien más antes y después de mi. Te juro que lo entiendo y lo voy a superar, solo dame algo de tiempo, espero un día verte, que me veas, ambos felices llenos de amor, quizá no mutuo pero felices, lo sabes, no. Tanto que no me duela si estás en brazos de alguien más , solo que nos veamos y podamos saludarlos, que podamos recordar los viejos tiempos. Simplemente eso. Estaré ansioso de que ocurra, te amo Mark y espero que seas muy feliz. Hasta que nos volvamos a encontrar.

Yuta pisaba corea y en su compañía estaba su gran amigo Jaehyun, ambos habían llegado el mismo dia, juntos, y por desgracia Mark y Johnny estaban algo ocupados por lo cual tendrían que esperar bastante para reecontrarse. Jaehyun tenía un buen brillo emocionado en sus ojos, había tenido bastante tiempo para recapacitar sobre sus decisiones. Jaehyun podría parecer no tomarse las cosas en serio pero por primera vez lo estaba haciendo, sus sentimientos sobrepasaban lo que creía coherente en el mismo. Estaba ansioso y contento de hacerlo, iba a dar un largo paso sin regreso, y lo mejor es que quería hacerlo.

Y Yuta, no había persona alguna que pudiera borrarle la larga sonrisa que estaba plasmada en su rostro. — ¿Cómo se siente estar en corea de nuevo? Con quién amas, a mí claro. En dónde viviste por un largo tiempo y te enamoraste tan perdidamente. Mírate ahora, corriendo por el amor.

— Idiota me tratas como la mierda.

— Si te hace sentir mejor, te amo más que a la mierda.

Así era su día a día, y no podía pedir mucho más. Tenía un gran amigo que le confiaría incluso su vida, tenía el amor de su vida, era feliz, por fin lo era.

— ¿Ves a ese tipo de cabello negro, piel morena y que molesta a ese chino?
Jaehyun señaló disimuladamente mientras almorzában algo en la plaza más cercana al aeropuerto.

— Como sabes que es chino.

— ¿Lo ves o no?

Yuta asintió mirando a dónde apuntaba. — ¿Ese no es Haechan de nct?

— ¿Eres idiota acaso? Haechan de nct, di otra tontería, ni siquiera se parecen. Ese, ese chico, es él, Lee Donghyuk el pobre tipo que dejaste solo y soltero por un pequeño capricho de un año.

El ex novio de Mark.

Yuta no tuvo que preguntar más, no dejó de mirar a Donghyuk, era bonito no iba a negarlo, desde que se encontró con Mark se preguntaba como sería él. Si tenían alguna similitud pero solo encontró lo encajoso que se miraba con el tipo que Jaehyun decía ser chino.

— ¿De verdad, como sabes que es chino?

— Los ojos, los de los chinos son algo más caídos, no se cómo explicarlo, lo miré en un vídeo.

— Con el grado de tu vista no podrías alcanzar a verlo.

Para Mark, Johnny era como su hermano mayor y como su mejor confidente y así como él decía estar feliz Mark también podía ver la gran sonrisa que tenía su pequeño hermano. Esos pasos ansiosos y sus manos sudorosas sosteniendo el ramo de rosas que llevaba para Jaehyun.

Así que ambos después de un largo camino de varios años entre caídas y tropezones, por fin habían llegado al climax de su historia. Ninguno de los dos, incluso de los cuatro, nadie sabía que pasaría en el futuro, si sería felices, si eran los indicados, nada estaba escrito en el libro de sus vidas aún. Pero estaban dispuestos a salir para intentarlo. — Prométeme que no habrá secretos entre nosotros, cualquier cosa que ocurra, estaremos el uno para él otro.

Johnny asintió. — Los dos, incluso si uno o ambos terminan con el corazón roto.

— Así será.

Mark asintió mirando a Yuta estando a lado de Jaehyun. Ambos estaban listos para afrontarlo.

Jaehyun abrazó a Johnny, gimió con felicidad y cargó a Johnny como una cursi película de romance, dejó besos en las mejillas de su hermano.

Y luego el abrazó a Yuta.

Cuarto años después.

Mark miraba a la pequeña niña correr con sus pies apresurados hasta llegar a sus brazos.

— ¿Cómo estás pequeña?

Ella sonrió. — De maravilla, te extrañé mucho, papá realmente no me quería dejar verte. Enséñame más inglés por favor.

— ¿Más? Creí que tú papá dijo que aún no era el momento.

Ella negó. — Por favor. A mí me gusta.

Mark asintió acariciando esos rebeldes cabellos castaños de la niña, se sentía bien ese pequeño instinto. — Love. — Ella ladeó la cabeza y Mark sonrió explicando. — Love: significa amor. ¿Sabes que es el amor?

Ella asistió sonriendo. — Lo que siento por tí y papá. Eso es fácil.

Era jodidamente adorable, Mark sonrió acariciando los pequeños cabellos de la bonita niña.

— ¿Por mí y papá y estás segura?

— Sipi, a los dos los amo de aquí hasta allá arriba en el cielo.

— Eres muy linda, creo que también muy inteligente, le diré a tu papá que te lleve a esas clases de inglés.

— ¡Gracias!

Dejó que la pequeña dejara un abrazo y un beso en su mejilla.

— Minnie.

— Papi.

Miró a los pasos acercarse, Mark regresó la sonrisa al otro en un instante.

— Mark, está listo, oficialmente estás divorciado de tus ocupaciones laborales. Y bueno, lamento que mi pequeña te haya molestado un poco, puedes irte.

— Yo no molesté al señor Mark.

— Está bien, la pequeña Minnie solo tenía curiosidad sobre el inglés, cada que la veo me pide que le enseñe un par de palabras, es bastante inteligente.

El tiempo que había pasado era mucho para un pequeño Mark de catorce años, ¿Qué le diría si lo pudiera ver? Ese pequeño era un chiquillo aterrado, tenía miedo hasta de sus pensamientos, ahora bueno. Ya era un hombre, uno cursi enamorado. Era cualquier cosa que un padre espera, tenía una el amor de su vida, un bonito hogar hecho por ambos, los dos tenían trabajos estables y seguros, una economía sin restricciones.

Mark llegaba a su hogar, Yuta estaba recibiendolo con el almuerzo listo, ambos tenían planeado dormir hasta el amanecer, de ahí tendrían sus vacaciones, ya estaba todo listo, para empezar irían a osaka a visitar la tumba de la mamá de Yuta, su pequeño hijo peludo iría con ellos. Al principio tenían planeado dejarlo con Johnny y Jaehyun pero precisamente Jaehyun había decidido llevarse "luna de miel" a Johnny en Dubai. Después de todo era el mes del amor y ellos no podían negarle eso a sus mejores amigos. No fue difícil tener la idea de llevarlo de vacaciones, después de todo, esos tres componentes eran una familia.
Tenían el permiso del veterinario, los boletos, hospedaje, todo estaba listo. Después de visitar a su suegra tenían planeado recorrer todo osaka como hace varios años Yuta le había prometido. Después, habiendo pasado más de diez años, por fin ellos tendrían lo que siempre se prometieron.

— ¿Estás feliz?

— Demasiado. — Se podía sentir el brillo en sus ojos, los dos por fin tendrían ese final feliz que deseaban, bueno, final de esta historia si, pero en sus vidas había mucho más que enfrentar. Después de todo, había mucho amor y eran muy jóvenes. Todo saldría exelente.

Eran el uno para el otro, las almas gemelas que siempre se encuentran.
Fin.

Gracias a todas las personas por leer.

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