— Corrí tan rápido como pude cuando me dijeron que estabas entrando en paro respiratorio de nuevo.

T-Te juro que lo hice...

No era mi intención llegar tarde, aunque de nada hubiese servido mi presencia ahí, quería estar contigo.

— Cuando me llevé tus cosas de esa horrible habitación de hospital, sentí miedo, miedo por lo que sabía que tenía que hacer ahora. Mirarte ahí, cayendo, regresando a dónde todos, alguna vez, debemos pertenecer

Regresar a casa.

Regresar a la nada.

No supe aprovechar tus sonrisas, que te juro que amaba con locura, tampoco tus abrazos...te juro que tenía ganas de robarte un beso cada día de mi vida desde que te conocí, pero no lo hice y mucho menos lo haré ahora. Hubiera hecho muchas cosas contigo si tan solo pensara un poco más lo que tenía que hacer hace dos años, pero no puedo regresar el tiempo.

— Porque el hubiera no existe y ahora tú tampoco.

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Devolvió el micrófono cuando terminó las palabras que tenía que decir, tomó una hermosa rosa color azul y la arrojó a aquel hueco de tierra obscura...donde estaba su niño.

Ya había pasado todo lo que tenía que pasar.

Él lo causó.

Se arrepintió.

Pero ya no puede corregirlo, solo aprender una valiosa lección de vida que le ayudaría más adelante, cuando un alma nueva llegase a su destino...si es que vivía para hacerlo.