¹⁰
Verte ahí acostado es agonizante
¿Cuando veré tus hermosos ojitos?
Sus ojos arden y pican de lo resecos que están, sus lágrimas manchan la ropa que trae encima y caen en su café como si fueran azúcar recién servida.
Allí, a tan solo unos pasos, se encontraba su niño en un sueño meramente eterno. Se negaba a creerlo, ¿No había otras opciones?, ¿De verdad que no?
De las pocas oportunidades que le dió la vida para disfrutarla al máximo...una oportunidad que está sufriendo.
Sonic era lo mejor que había llegado a su vida, comenzó sencillo: un par de chicos que llevaban una recurrente amistad gracias al grupito de amigos que casualmente coincidían con los suyos. En una salida nocturna a una feria colorida fue donde lo conoció de voz y captó su atención desde el primer momento pero se dio a la tarea de ignorar esa admiración latente.
Por qué el no era gay, ¿O sí?
Jamás la había gustado ningún chico, siempre iba de mujer en mujer tratando de encontrar el alma que le acompañase de por vida. Que de repente se la pusieran en frente representada como una figura masculina le llenaba de dudas y nervios; el de ojos verdes le regresaba miradas y la dedicaba sonrisas amistosas.
Los años pasaron de esa forma, con una amistad que se negaba a reemplazar y que no quería dañar con su tonta forma de pensar sobre los homosexuales. Por qué él descubrió que su amigo sí era gay, pero él no lo era, así que no debía gustarle.
Era confuso, era abrumador.
Cuando el muchachito le pidió ser su pareja su mente ya había procesado en no llegar a nada más con él, sin embargo, aceptó.
¿Qué tanto podía perder con experimentarlo?
— Lo estoy perdiendo todo...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top