Capítulo 7 ~ Confianza

Los días pasan y una rutina diaria se ha establecido. Luego de aquel lunes Freddy no volvió a hablar con Joy, incluso en el autobus se sentaba al lado de otros para que ella no se sentara a su lado, si su asiento estaba libre cuando ella llegaba casi nunca le respondía. No lo hacía por ser malo, sólo temía molestarla y hacerle daño.

Un día de esos, ella dejó de ir en autobus, al parecer empezaba a llegar con Golden a la escuela en un auto lujoso, por lo que ir en autobus era sólo un afán de la chica por vivir aquella experiencia.

Pasaron un par de semanas, Freddy había asistido ya unas cuantas veces a la consulta de la doctora Jull, pero la póca información que Freddy ofresía no era de mucha ayuda para el avance de su terapia, es más, no le contaba a la doctora lo que el parásito hacia con los diarios o incluso el daño que llegó a hacerle en el brazo. Pero este era otro día, un horrorozo día.

Un viernes a la hora del almuerzo en la escuela y no uno muy agradable.

* * *

Día 29 de marzo del 20XX, 02:16 pm

Comida tirada y unos lentes rotos cuyos vidrios ahora sólo brillaban sobre el suelo.

-¡Pero que tonto! Deberías ver por donde caminas.

-Esto lo has hecho tu, ¡maldito idiota! -grita aquello último muy enojado-.

El chico, al que se le había caido la bandeja y a su vez él había caido al suelo por culpa de alguien más, se levantaba enfurecido a enfrentarsele al fin a quien lo había estado molestando. No dudó ni un segundo en intentar darle un merecido golpe en la cara, pero no fue tan rápido, su adversario lo tomó de la muñeca y lo tiró al suelo de un sólo tiro.

Este adversario, este chico tan molesto, se levantó de la mesa y tronó sus nudillos.

-¿Intentaste darme un golpe?, ¿¡A mí!? ¡Ahora te las verás conmigo fenómeno!

Los presentes empezaron a observar y hablar cada vez más alto, el ruido del comedor y la gente de pie al rededor, dificultó ver con claridad lo que estaba pasando.

Derrepente se oian gritos que pedian pelea pero el chico, que ahora ya hacia sobre el suelo nuevamente, no parecia tener el porte suficiente como para pelear contra este adversario.

-Oigan, ¿qué sucede? -prguntó Ann al grupo entonces-.

-No lo sé -dijo Bon poniendose de pie para ver sobre la multitud que se creaba alrededor de la pelea-.

Era demasiado ruido.

Eso fastidiaba mucho a Freddy, le causaba un ligero dolor de cabeza. Así que sólo se tapó los oidos mientras observaba como la sombra hacia presencia al lado suyo y se elevaba sobre la multitud para ver que pasaba.

-Oye, -habla Fox a quien estaba sentado en la mesa detrás suyo- ¿qué está sucediendo?

-Creo que es el estupido de Oxy -le respondió aquel chico de largo cabello azul- y... creo que... creo que Bonnie finalmente intentó hacerle frente.

-¿El cuatro ojos de mi salón?

-Ese mismo.

-¿A Bonnie? -preguntó Bon, quien se había parado sobre la silla- Ay no, Oxy lo va a matar.

-¿Deberiamos hacer algo? -preguntó Ann-.

-Eso sería suicidio -dijo Bon bajando de la silla-.

-Ese Oxy siempre lo molesta a Bonnie, lo eh visto, esto no va a terminar bien.

-Si pero, nosotros no podríamos contra él -acotó Bon- ... ¿o si? -preguntó esto último observando a Fox-.

-Oh, no. Ni lo piensen, que vengan los profes y detengan esta locura.

-Vámos Fox, hasta que llegue ya le habrá-

"¡Uuuy!"

Se escuchó de fondo, ya le habian dado una paliza al chico.

-... Iré yo -dijo Bon-.

-¡¿Qué?!, ¡no Bon espera!

Pero Bon ya se había ido.

-Foxy, has algo -le rogó Ann-.

-Mierda.

Dicho el insulto, Fox se metió entre la multitud siguiendo a Bon.

-Ay... -se lamentó Ann y luego volteó a ver a Freddy- Oye, ¿estas bien?

-Si... sólo no me gusta... el ruido.

-Ya veo.

Violencia, ¿por qué le aterraba tanto la violencia?

No dejaban de venirle a la mente recuerdos donde alguien alguna vez intentó agredirlo, recuerda los problemas que tuvo en otras escuelas, como los demás lo miraban con esas miradas vacias y sin alma.

Pero muy en el fondo hay otro recuerdo más que no logra visualizar.

Talvez oia ladridos de fondo, talvez algún disparo, gritos... sólo gritos.

No, no quería pensar más en el asunto, ¿por qué derrepente se le venia ese extraño pensar a la cabeza?

Alzó la mirada sólo para ver como su sombra se quedaba concentrado mirando lo que sucedia, pero no decia nada, tampóco expresaba emoción alguna, pero no dejaba de cerrar con fuerza los puños, como si él tambien quiciese pelearse.

Por otro lado, Bon ahora se encontraba frente a aquel que estaba lastimando, al indefenso chico pelimorado.

-Es suficiente Oxy, llegaste demasiado lejos -replicó-.

-No necesito tu ayuda -habló adolorido el pelimorado que estaba en el suelo-.

-Cállate, si te dejo no saldrás vivo de esta.

-Así que Bon Smith quiere ser mi contricante el día de hoy -habló Oxy- vaya decición más estúpida, ¿qué piensas?, ¿que puedes salvar a tu noviecito?

-Por qué no mejor dejas de hablar y nos vamos directo a los putazos -dijo decidido-.

-Por mi me parece perfecto.

-¡Muy bien los dos, ni se les ocurra pelear aquí! -les gritó Fox-.

-Ya decia yo que te estabas tardando -le habló Oxy-.

-Ni creas que pelearé contra tí.

-Me lo imaginaba, no quiéres que te humille como la última vez, ¿o si?

-Dudo que si quiera vuelva a pasar.

-Nah, tienes razón. Tus motivos para pelear conmigo fueron una estupidez y ahora has sido humillado de una manera mucho peor que la mia. ¿Qué se siente ser engañado por la persona a la que protegiste tanto y por tantos años?

-¿Qué se siente ser un imbésil sin amigos?

-JA, sólo la gente débil los necesita.

-Claro, lo que tú digas.

-¡Detengan esta pinche locura ahora, par de pendejos!

-¡A mi no me metas! -reclamó Fox-.

-Si, claro. Ahora resulta que no tienes nada que ver con el desmadre que se armó aquí o todos los pinches desmadres que han pasado antes en la historia de esta escuela.

-Eak, escucha. -intervino Bon- Sólo tratabamos de defenderlo -dijo aquello último señalando al chico de cabello morado.

-¡A la verga, ahora si te pasate de lanza wey!

-Cálmate Eak, -intervino Towntrap- ya dijiste suficiente. Ok todo el mundo, dispersence.

-¡Ya oyeron a Towntrap, dispersence todos! -gritó Lily-.

Los del consejo finalmente habian puesto orden en el comedor, una vez las multitud se dispersó y todo volvió a la calma se quedaron todos reunidos para hablar de la situación.

-A ver si entendí, -habló Golden- entonces tú le metiste cabe a Bonnie cuando pasaba.

-¿Cómo que cabe? -le preguntó susurrando Eak a Owynn-.

-Osea que puso su pie en medio para que se cayera -le responde susurrando también-.

Repentinamente hace presencia el brillo de un flash por parte de la cámara de Puppet.

Ups!, perdón. Estaba tomando evidencias.

En lo que se narraba lo ocurrido a un lado, donde nuestro protagonista las cosas también ya se habian calmado un póco, aunque ahora él estaba sentado solo en la mesa ya que Ann se había ido a ver a Fox.

-Te dije que se veian problemáticos, sólo era cuestión de tiempo para que lo notarás -le habló la voz en su cabeza-.

-Lo estaban defendiendo, no son malos -le respondió en voz baja-.

-¿Tu crees? Bueno al menos ya sabes a quien no debes nunca acercartele pero al lado de ellos dos parece que nuestras posibilidades se reducen.

-¿Y eso que te importa?, el única que podría hacerme daño ahora eres tú.

-¿Yo?

-Por tu culpa ya no puedo hablar tranquilo con nadie.

-Ah, ya veo. Sigues molesto porque "por mí culpa" ya no puedes si quiera acercartele a tu amiguita, ¿es eso?

-La molestaste.

-Ella parecia estar bien hasta que tú dejaste de hablarle.

-¿Y eso culpa de quién es?

-Pues tuya.

-No, es tuya.

-Y aquí vamos denuevo, ¡que yo no le hice nada!

-Pero lo harás, sólo... la cicatríz de hace dos semanas aún se nota y mamá está sospechando el porque llevo mangas largas cuando aún es primavera y casi verano.

-Pff, si que no confías en mí.

-¿Y por qué debería?

-... Bien. Talvez no deberías.

Dicho esto, sólo desapareció.

¿Debería eso preocuparlo?

-Anda, sientate aquí -escuchó entonces a Ann hablar cerca suyo-.

Él levantó la mirada y vió como sus amigos se acercaban a la mesa, traian a Bonnie consigo. Entonces Freddy se hizo a un lado para que Bonnie se sentara.

-Les dije que no necesitaba ayuda -replicó Bonnie-.

-Ya cállate, que de esa no te iba a salvar solo -le habló Fox, para luego tomar asiento-.

-Tienes suerte de que sólo fue un golpe, pero eso te va a dejar fatal -dijo Bon mientras le entragaba una bolsa con hielo-.

Si, él había ido rápido a conseguirla.

-¿Por qué me ayudan? -preguntó Bonnie entonces-.

-Me obligaron -respondió Fox-.

-Por que estabas en problemas -respondió Ann-.

-Por que fue injusto, Oxy es un pesado y alguien debería decirle algo, pero nadie hace nada al respecto. Sólo porque es hijo de alguien que dá mucho dinero a la escuela no le da derecho a hacer lo que quiera y lo peor de todo es que siempre se salva -empezaba a enojarse- sólo no es-

-Ya Bon, para.

Bon toma asiento.

-No podía dejar que lastimara a alguien más.

-Pues... Bien, gracias... supongo.

-Eso me sirve -dijo Fox-.

-Si quieres puedes sentarte con nosotros en los almuerzos, al menos así él no va a molestarte -le sugirió Ann-.

-Hmmm... Lo pensaré.

* * *

Día 29 de marzo del 20XX, 03:21 pm

En la salida

-¿Hoy tampóco vienes? -preguntó Bon-.

-Es que no puedo, tengo que ir a un sitio y luego... ¿a otro?

-Vámos Bon, -habló Fox- ya sabes cual es su respuesta.

Eso lo desanimó un póco a Freddy.

-No dejaré de intentarlo -insistió Bon- algún día no tendrás opción Freddy.

-Ya vámonos -le dijo Fox-.

-Adiós.

Freddy sólo se despidió y se alejó hasta el estacionamiento donde lo esperaba un auto. Su mamá estaba ahí.

La sesión aumentó, ahora iría los martes, viernes y sabados al menos unas 3 horas.

Era agotador, para alguien que se sentia... apagado.

-Buenas tardes Freddy.

-Buenas tardes -respondió-.

-Cuentame, ¿qué tal tu día?

-...Igual, igual que siempre -respondió sin si quiera verla directamente-.

-¿Hoy tampóco me contarás nada? Sabes que cambié la seciones para verte después de clases para ver tu estado de animo, hoy no pareces muy animado. Algo te molesta, ¿cierto?

-No pasó nada, sólo vi un conflico.

-¿Un conflicto? -empezó a anotar entonces-.

-Si, hubo una pelea en la escuela.

-¿Y estuviste involucrado?

-No, no para nada.

-¿Y qué pasaba en el conflico?, cuentame.

-... Yo pues... no lo vi bien pero... Había un compañero al que le hicieron tropezar y se cayó, sus lentes se rompieron y el otro que lo había hecho caer sólo se reia... El compañero... se llama Bonnie y está en mi clase, él intentó defenderse y atacó al chico que lo molestó, este le devolvió el golpe y parecia que todo se pondría peor... Pero mis amigos intervinieron y pararon la pelea. Ellos estaban muy molestos, creo que tenian conflictos con ese mismo chico, recuerdo que... mensionaron algo sobre que ya se habian metido en problemas con él antes.

-¿Tuviste miedo?

-No, no. No estaba cerca, me molestaba mucho el ruido así que no me moví.

-Entonces tu no participaste para defender al chico.

-No podría hacer nada. Si me metia ahí podría haber terminado lastimado.

-¿Por qué lo asumes?

-Porque... me recordó a un bully de mi otra escuela y prefiero que este no me conosca, quiero evitar problemas.

-Esta bien, ¿y eso cómo te hizo sentir? Me refiero a la experiencia de verlo.

-No lo sé... Supongo que... sólo no quería estar cerca.

-¿Podrías decir que sentiste un póco de temor ante la situación?

-Talvez, pero sólo... sólo no quería estar cerca.

-¿Y que hay de tu acompañante?, ¿él sintió algo?

-¿La sombra? Creo que nada, sólo piensa que debo alejarme de mis amigos porque también podrian meterme en problemas.

-¿Y aún lo llamas sombra? Ya van dos semanas Freddy, necesita un nombre.

-Es que... no me deja ponerle un nombre.

-¿Sigue sin querer un nombre?

-No me dice nada.

- ¿Y accedería hoy a hablar conmigo?

-... Dice que no.

-Esta bien, -ella se levantó y trajo de escritorio a la mesa de centro un grupo de hojas y colores- la última vez me dijiste que la sombra garabateaba mucho tus cuadernos, ¿no es así?

-Yo,... si creo.

-Hasta ahora no me has mostrado alguno de esos garabatos -comentó mientras volvía a tomar asiento-.

-No vale la pena, él siempre los termina botando a la basura.

-Bien, ¿Y qué tal vas en casa?, ¿cómo está tu mami?

-Ella esta bien, sigue llendo a trabajar y volviendo en la tarde.

-¿Te ha traido?

-Siempre lo hace.

-¿Sabes si se podrá quedar después?

-Creo que no.

-Vaya, pues ahí va evadiendo la cita que tengo pendiente con ella.

-Ella sólo está muy ocupada, tiene mucho trabajo.

-Un tiempo debería de darse, ¿no lo crees?

-Sé que está resolviendo un caso muy importante.

-¿En serio?, ¿y qué piensas sobre ello?

-Yo pues... -se levanta del sillón y se arrodilla inconcientemente en el suelo frente a la mesa- sólo puedo agradecerle lo que está haciendo. Ha sido muy duro para ella llegar a donde está y -toma una hoja y un color- trabaja mucho para sacarnos adelante. Fue difícil para nosotros cuando mi papá... -raya la hoja- falleció.

En eso suelta el lápiz de color, dandose cuenta que de que su cuerpo se había movido sin su concentimiento, una reacción que él no planeo, sólo se queda observando la hoja, la cual le había dibujado una sola linea, en silencio.

-¿Qué sucede Freddy? -le preguntó Jull-.

-... ¿Por qué trajo hojas y colores a la mesa?

-Me contaste que a tu "sombra" le gustaba mucho rayas hojas, así que le traje algo. Si es que quiere usarlo no hay problema alguno.

Freddy se quedó observando las hojas en silencio, entonces buscó a su alrededor a la sombra.

-Oye, -habló entonces en su cabeza- ¿tú te moviste para tomar los colores?

Y la sombra sólo lo observaba molesto y talvez fastidiado. No le gustaba el lugar y se sentía aburrido, él no podía evitar ver lo que había sobre la mesa.

-Es obvio que lo hiciste tú -respondió entonces-.

-¿La escuchaste, verdad? Dijo que podias usarlos, que puedes-

-Es un experimento, -dijo decepcionado y enojado- trajo esto para hacernos una prueba. Observar lo que hago, observar cómo te comportas ante este estímulo. ¿Por qué se lo dijiste?

-Yo...

-¡¿Por qué le hablaste de mí?!

Entonces Freddy se tomó de la cabeza con ambas manos.

-¿Freddy? -preguntó Jull ante tal acción-.

-¡Yo no te obligué a hacerlo! -gritó Freddy entonces-.

-A ver. -se levanta Jull de su asiento y trata de acercarse con cuidado a Freddy para intentar calmarlo- Freddy, respira ¿ok? Trata de respirar para calmar la situación.

-¡CALLECE! -le gritó-.

Eso hizo que Jull retrocediera, pero había algo diferente en ese grito. No parecía ser de Freddy.

-No hay necesidad de gritar. -habló Jull entonces retomando a la calma- Podemos hablar, algo te está molestando, deja que hable.

-No... -habló Freddy ahora arrepentido por lo que acababa de pasar- Lo siento, no debí...

-Esta bien enojarse, deja que se exprese. No tengas miedo, yo no voy a enojarme.

-Él... Le molesta que... que...

-¿Qué le molesta?

-¡Me molesta que intente experimentar en nosotros! -gritó entonces-.

Seguidamente se avalanzó sobre la mesa y tomó un color para lanzarselo a Jull.

Jull sólo lo esquivó y se alejó a su lugar nuevamente, ella trataba de mantener la calma, no podía mostrarse asustada y mucho menos perder la razón. Eso no es lo que hace alguien que trabaja con casos así.

-Lamento haber invadido tu espacio personal. -dijo ella entonces volviendo a sentarse- Sólo quería ayudar.

-Usted no ayuda, -dijo entonces el chico poniendose de pie- tú y todos los que usan uno de esos uniformes no son más que personas que nos destruyen. ¡Creyendo que lo saben todo pero al final no saben nada!

-Entiendo, te preocupa que yo pueda llegar a hacerles daño como otros que se hicieron llamar médicos de la salud mental. Tengo entendido que ninguno les dió un tratamiento apropiado, por no decir que, no lo trataron para nada bien.

-No confio en tí, aunque paresca que estas... tratando de ser comprensiva yo sé que mientes... Al final te cansarás de mí, créeme. Desearán no haberme conocido.

-Lo dudo, pero esta bien. No tienes que confiar en mí pero talvez deberías confiar en Freddy. Tu sabes que él ha pasado por muchas cosas, seguro lo conoces mejor que nadie, sabes que se merece algo mejor, una vida más tranquila.

-¿Crees que hago esto por Freddy? Cláramente esto lo hago por mí.

-¿En serio?, porque al principio me dijiste que no dejarías que yo experimentara en ustedes, usaste el "nosotros" en tu oración.

-Por supuesto, porque lo que le hacen a Freddy terminará afectandome a mí. Todos sólo quieren desaparecerme de este mundo y yo no quiero eso.

-¿Y qué es lo que deseas entonces?, ¿Por qué te aferras tanto a la idea de que debes existir?

-... Usted no querría que un desconocido se acerque a decirle que viene a matarla, ¿o si?

-Tienes razón. -respondió ella mientras escribía todo lo que acababa de ocurrir- Entonces, no haremos eso.

-¿No hacer qué?

-Desaparecerte, no vamos a hacer eso. De todos modos no es posible.

-¿No lo es?

-No, no lo es. ¿Quién te dijo que lo era?

-Todos, supongo...

-Bueno, entonces todos estan equivocados. Olvida todo lo que han dicho de tí, han sacado hipótesis de la nada y sólo te han hecho un daño psicológico. En primera, nadie va a desaparecerte y en segunda, también eres mi paciente, tengo que ayudarte, no destruirte. Podemos empezar con eso.

-¿Ayudarme? Yo no necesito ayuda, con que me dejen en paz es más que suficiente.

-Me temo que para que eso sea posible primero tendrías que llegar a un acuerdo con Freddy, se ve que no la está pasando bien. Dime, ¿tu le ofreces ayuda cuando la necesita? Entiendo que en sus anteriores escuelas no recibieron un trato muy amigable.

-No... Y no lo ayudaría, es un tonto que no puede poner a nadie en su lugar. -dijo ello para luego arrodillarse en el suelo y tomar una hoja y un lapiz- Y si intento intervenir siempre me detiene, no le gusta que haga algo por que si lo hago está -raya la hoja- mal.

-Eso es lo que te molesta por parte de Freddy, ¿cierto? No acepta tu ayuda.

-No lo ayudo, pero si puedo poner a alguien en su lugar por pasarse de listo lo haría.

-¿Y cómo lo harías?

-Golpeandoles en la cara.

-Entonces crees que la violencia sería la solución al problema.

-¿Y qué más lo sería? Nadie aprende nada sólo con... palabras.

-¿Quién te dijo eso?

-Pues... ¡Eso que le importa! -gritó aquello último mientras rayaba con fuerza la hoja-.

Luego se detuvo.

-Hay otras formas de resolver un conflicto, uno donde nadie tenga que salir lastimado e incluso puedas ganar.

-Es ridículo, -dijo arrugando la hoja rayada y tomando otra nueva- yo eh golpeado a alguien que siempre molestaba en una de las anteriores escuelas y luego de ese golpe no volvió a molestar... Aunque... es verdad que luego ya nadie iba a intertarlo si quiera...

-Dejaron de hablarle a Freddy, ¿no es así?

-¿Y eso qué? Ya nadie iba a molestarnos, salvo por las estupidas maestras...

-¿Qué te dijeron luego de hacer lo que hiciste?

-No lo sé, no lo... recuerdo... Pero sé que dejé que Freddy se encargara de eso.

-¿Sueles olvidar muchas cosas?

-Si, pero es algo normal, ¿no? Freddy también olvida hasta días enteros.

-No, no es normal. Es algo que deben aprender a que pase con menos frecuencia.

-Oh si eliminandome, William siempre decia que si me eliminaban quitarian el problema de la memoria, que yo me estaba robando toda la memoria.

-¿Y eso es cierto?

-¡Claro que no! Sólo creo que cuando yo tengo el contról sólo yo recuerdo lo que hago cuando estoy en contról y lo mismo con Freddy. No puedes recordar algo que no viviste.

-Así es, ¿pero saben que pueden contarse su día el uno al otro?

-Cómo si nos importara saber lo que hace el otro en su día.

-¿A tí nunca te han preguntado como es tu día, o si?

-Eso a nadie le importa... Y tampóco lo contaría, no tengo por qué hacerlo.

-Bueno, yo no te obligo a contar nada pero si quieres puedes contarme algo, lo que tu quieras.

Él se queda garabateando un póco en silencio, pensando en si debería o no contar algo.

-Hasta ahora sólo me has dicho lo que te disgusta -comentó Jull- lo que te molesta, lo malo pero ¿Y lo bueno? ¿Acáso no hay algo que te guste? O ¿alguna historia buena que tengas y recuerdes? No necesita ser sobre tí, puedes contarme cualquier cosa.

-... No, ¿por qué debería? No te conozco.

-Esta bien, si quieres empiezo yo. Te cuento algo y luego continuas tú.

-Podría... ser... Talvez.

-Bien, entonces para empezar, me presento ante tí, puedes llamarme Jull. ¿Tú tienes alguna forma en la que pueda llamarte?

-Yo... sólo llamame -miró sus manos, pero no las del mundo físico donde eran las manos de Freddy, sino aquellas manos que él veia en su mundo interno-... Gris -dijo entonces-.

-¿Gris?

-No es mi nombre, si piensas eso, pero suena mejor que sólo llamarme parásito, fantasma o sombra.

-¿Aún no lo decides?

-Ya lo averiguaré, pero por ahora, puedes dirigirte a mí hací.

-Muy bien Gris, ahora dejame contarte ahora una pequeña historia.

* * *

Ella fue
Si, ella fue la primera, de entre todos esos doctores, que no te llamó parásito.

Nunca lo hizo.

* * *

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