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Por la noche
¿Conocen el dicho “La noche es jóven”? Pues Perth y Chimon pusieron una película en el televisor con la esperanza de NO verla, pero Perth quedó totalmente dormido y quién come palomitas solo es Chimon. Está malhumorado porque sí quería que estrenarán la casa con sexo. Tocan las doce y si lo hace ahora se sentirá como la necrofilia. Han visto Duro de Matar incontables veces, así que Chimon mira sobre un hombro aburrido. Mueve la cabeza severas veces a los laterales esperando captar algo entretenido a través de la ventana... Cuando algo sí capta su atención. Sube las rodillas al mueble volteando hacia la ventana, cuyo borde sujeta con ambas manos, y mira fijo la llegada del vecino en el castillo negro.
Tal apaga el auto fuera la casa al llegar. Se baja sin prisa ni presiones. Todo lo hace calmado. Entra a la casa. Era un hombre alto y guapo. Chimon jamás ha sido chismoso, pero le intriga ese castillo negro con esos vecinos. ¿Qué es lo que hacen ahí adentro? ¿Serán científicos? ¿Vivirá con una mujer o un hombre? Se hace tantas preguntas, que parece hacer un documental en su mente. Un documental con narraciones de voz gruesa. Así es más dramático.
Siente una mano acariciar su espalda y mira abajo. Perth está despierto con los ojos soñolientos y una sonrisa labial en el rostro. Parece un zombie, uno feliz. —Ey, ¿qué miras, chimpancito?
—El castillo negro. Llegó el que vive ahí. Es un hombre apuesto.
—¿Tengo competencia? — Como si se le hubiera ido todo el sueño, Perth adapta la misma posición que Chimon, entonces ambos son dos vecinos chismosos asomados a la ventana. Perth no tiene binoculares así que entrecierra los ojos usando un asomo mental para inspeccionar las ventanas tipo héroe. Es un don suyo. Podía ver a lo lejos como si estuviese ahí.
Sin embargo, con cada asomo, encontraba cortinas negras. Una tras otra. Nada se ve desde afuera.
—Ya él entró, amor. Además, ¿por qué piensas que deberías preocuparte? — Debate Chimon acostando todo un brazo en el borde ventanal y volteando hacia él. —Yo solo tengo ojos para tí, mi Petty.
Perth voltea paulatino. Poco a poco formando una sonrisa. —¿Los tienes? — Suavemente coquetea.
—Te lo puedo demostrar. — Coquetea Chimon acortando la distancia entre sus rostros. Se dan un beso bastante suave. Uno que saborean por varios segundos, cerrando los ojos en el lapso, para sentir hasta los huesos de sus cuerpos. Chimon ladea la cabeza para dar un segundo. Mastican sus labios como goma de mascar, cuánto más lo hacen exprimen azúcar. Es adictivo.
Chimon va impulsando el cuerpo hacia adelante tomando dominio, entonces Perth queda acostado. Ambos sin prestarle atención a más nada mas que ellos. —Mmgh... — Gime Chimon. Alzan los mentones para romper el beso, pero se miran seductores y Chimon traza besos por su cuello. Buscando su zona dulce.
—Oh.... — Gime el otro.
—Quiero pedirte algo sucio.
—Dime.
Hablan entre gemidos.
—Cogéme en las paredes de esta casa. Quiero que le demos el uso máximo.
—Como tú quieras.
Ambos sonríen con locura extrema y se vuelven a besar.
✩
Mew se ha bañado y cambiado a una bata seda negra. Camina hacia la cama dónde ya Gulf está acostado mas no durmiendo. Solo dándole la espalda. El mayor suspira para sentarse en el lado vacío de la cama. Acuesta las piernas cruzando los tobillos y entrelaza sus dedos. Mira al esposo de nuevo.
—¿Vamos a hablar o solo vas a intentar matarme con tus experimentos como siempre? — Pregunta, acostumbrado.
—No intento matarte. — Sisea el otro.
—Ah, ¿de verdad?
—¿Por qué no te vas, Mew? — Se frustra.
—Porque al contrario de ti, que ya lo estoy dudando, te amo. Te amo como no tienes idea y no me casé con la persona que amo para dejarla sin contexto ni explicaciones.
Gulf sale de la cama caminando frustrado hacia la puerta. Cabizbajo todo este rato.
—¿Vas a huir? ¿Desde cuando has sido un cobarde? Siempre lo hablábamos todo--
—¡Es sólo que...! — Gulf estampa un pie volteando hacia él. Se calla antes de poder decir algo. Su mentón temblando, los ojos llenos de agua a punto de desbordarse. Mew espera, pone todo su corazón en la espera.
—¿Es que qué? Dime, amor, no me enojare. ¿Hay alguien más? ¿Es eso? ¿Ya no me quieres? S--Si es así podemos hablarlo--
—No hay alguien más. Jamás te sería infiel, Mew. Es algo que aún no... No te puedo decir. Perdón. — Sale de la habitación azotando la puerta.
Mew permanece solo otra vez. Se acuesta en la cama por completo. Entrecruza los brazos tieso como un mismísimo muerto y así duerme. Recordando alguna vez en su corazón cuando lo hablaban todo o se reían juntos.
✩
—¡Ah! ¡Ah! Más, ¡dame más! — Gime Chimon rebotando contra una pared mientras su hombre lo carga de los muslos y lo penetra a un ritmo amoroso, pero salvaje. Ya no tienen nada de ropa y desde una vista panorámica, lo único que les puede cubrir las intimidades es un mueble al frente.
—¡Perth! Dios, lo haces tan bien, ¡lo haces muy bien! — Gime a todo pulmón arrugando las cornisas de su boca y cerrando los ojos.
Sus glúteos agarrados por el moreno y su espalda arqueada golpeteando la pared con el cuidado de que la cabeza no.
—Tú te sientes bien, me pones tanto. — Perth traza besos en su cuello. Besos enloquecedores.
Hasta que ambos se corren juntos. Perth alzando al chico al hundirse con totalidad en él y Chimon pegando un gemido alto por el extremo placer.
Establecen las respiraciones poco a poco.
—Vayamos a la habitación, chimpancito.
—¿Vamos por una segunda ronda? — Se anima Chimon todo sonriente agarrando un puñado del cabello de Perth. Ese agranda los ojos.
—¿No tienes ni una pizca de sueño?
—Ouh... Está bien, podemos dormir. Sí. Podemos hacer eso. — Ríe nervioso e incómodo al ser el único con energías para toda la noche.
Perth ríe. —Es broma, vamos por una segunda. — Los trota hacia la habitación con Chimon abrazado a su cuello y cintura pegando un grito emocionado a su vez que sonríe al ser llevado a cargas.
—¡Cuidado, no nos vayamos a caer!
—No nos caeremos--
Al abrir la puerta, de alguna manera Perth se tropieza y ambos caen. Seguido a eso se escuchan unas risas gigantes de Chimon.
✩
Por la mañana, Gulf sale de la casa a hacer unas compras cuando se topa con Chimon. Este cargando una cesta de frutas y parado frente la puerta.
—¡Oh! Iba a tocar... — Ríe incómodo Chimon. Gulf no se ríe. Ni un poco. Solo pasa de mirar la cesta a mirarlo a él. —Como sea, mi nombre es Chimon y acabo de mudarme con mi novio. Queremos saludar. — Le ofrece la cesta con ambas manos todo tierno. Sincero.
—Honestamente, me gusta cómo lucen cuando están podridas. Son más bonitas. — Gulf toma la cesta, sonando macabro como siempre.
—¿Podridas?
—Ah, sí, no como piensas. Podridas como diseño. No tendrán moscas ni nada, pero serán un bonito accesorio en su cocina. — Sonríe labial, pero aún serio.
—¿Usted tiene uno de esos? — Pregunta Chimon queriendo ver qué cosas se ocultan dentro.
Gulf elimina la poca sonrisa que hizo.
—Sí. Si me permite, estoy muy ocupado. Bienvenidos al vecindario... Y cuidado: No todas son personas de confiar.
Chimon traga grueso y Gulf gira la cabeza dramático hacia enfrente. Camina para marcharse. Chimon permanece estático ahí... Con miedo. «¿A qué se refirió con eso? ».
Al mirar abajo, puede ver un papel caído. Se le debió caer de la maleta. Mira a Gulf luego al papel. —¡Disculpa! — Se agacha tomando este en una mano. —¡Se te cayó....! — No importan sus palabras cuando Gulf solo se va. Ya está a una distancia donde los gritos de Chimon no lo alcanzarán. El roomie se siente algo mal, pero mira el documento.
Entonces arruga el ceño.
—Oh. Por...
*N/A: ¡¿QUÉ HABRÁ VISTO CHIMON?! 😱😱 ¿Les intrigó este capítulo cortito? 🤭🤭💖 Ya en el siguiente puede que sea la final o el penúltimo, ya veremos. Es muy cortita😘😘 ¡Cuídense!
P. D: Un hombre como este Mew, por favor, me dio penita en el cap😭😭💖 Igual Gulf, pero ya sabrán por qué sucede todo🤭🤭 En el siguiente: ¿Habrá celos? 😱😱*
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