4| Orgullo


Victoria agradeció ese día no toparse con el rubio en las clases, a pesar de que ambos compartían la misma ninguno de ellos intercambio ni una mirada.

Al finalizar la última clase, específicamente Pociones, Severus Snape le hablo a ambos chicos antes de que partieron

-Supe de la discusión que montaron ambos en el gran comedor.

Ambos chicos se miraron de reojo pero no dijeron nada.

-¿Que paso exactamente?- se cruzó de brazos Severus esperando una respuesta convincente.

Hyperon se quedó callado señalando a ambos que no pretendía hablar. Victoria lo examinó con la mirada y regreso su vista a Severus.

-Ha regañando a un niño solo por llegar tarde a clase.

-Es mi trabajo Riddle- soltó Hyperon mirandola- No puedo dejar pasar por alto eso.

Victoria se cruzó de brazos mirandolo fijamente.

-Hyperon...- hablo Severus atrayendo su atención- Para que esto funcione deben llevarse bien o al menos intentarlo. Les aconsejo que pongan órdenes entre ustedes para que puedan tener un mejor control de todo.

Victoria esperaba que el rubio asintiera con la cabeza o que dijera algo pero solo permaneció en silencio entrecerrando los ojos nada satisfecho con la situación que estaba pasando.

-Quiero que ambos se tomen de las manos.

-¿Que?- articularon ambos al mismo tiempo saliendo de su guerra de miradas.

-Ya escucharon- ordeno Severus mirandolos- Tomense de la mano.

Hyperon hizo una mueca digna de un Malfoy mientras que Victoria lo hundía con la mirada. Frente a ellos Severus sonreía internamente recordándole mucho a los padres de los adolescentes.

-Estoy dando una orden...- hablo Severus con una sonrisa que ya no pudo ocultar.

Lentamente Victoria comenzó a abrir el puño de su mano izquierda y estiró su brazo sin ver al rubio. Hyperon apretó la boca formando una línea recta y observo la mirada divertida de Severus, pensando en mandarle un crucio, tomo la mano calida de la chica entre sus dedos fríos sin dejar de ver a Severus.

-Ven- sonrió Severus mirandolos- Lo fácil que es llevarse bien y hablar antes de actuar. Deben controlar su temperamento ambos son explosivos y no me servirán así de prefectos.

Victoria sentía una corriente mientras estaba tomada de la mano del rubio.

-Les propongo que hagan reglas justas entre ustedes y para el bien de Slytherin. Quiero que pasen la mayor del tiempo juntos. Cómo jefe de su casa me encargaré que los trabajos de las otras asignaturas sean juntos, hablaré con los profesores- sonrió ante las caras de enojo que ambos transmitian- les ordeno que las tareas las hagan juntas o bueno al menos las mías.

Hyperon hizo una mueca mirandolo.

-¿Cuántas clases les quedan?- alzo una ceja el profesor.

-Dos, una con Hagrid y otra con Trewlany.

-Perfecto- sonrió el profesor- Les mandaré una lechuza con la orden de que estén juntos en todo, ahora puedes irse.

Victoria tomo la mochila con disguto y se levantó de la silla, Hyperon soltó un suspiro de cansancio y camino hacia la puerta, antes de salir el hombre hablo.

-La Señora Norris me hará el favor de checar los muy de cerca. Si me desobedecen, ambos serán castigados.

La gata soltó un maullido y Hyperon le hizo una mueca de asco. Amaba a los gatos, pero la señora Norris era un demonio.

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