32| Nadie se mete con los Malfoy
Draco Malfoy arrojo la copa de cristal y se estrelló en la pared sobresaltado a su esposa y madre quienes leían el periódico.
-Esta maldita ha vuelto a hablar de nosotros- soltó con enojo el hombre- Y encima te dejan a ti como infiel.
Hermione apretó la boca y luego miro al periodico, sabía que en cuanto sus hijos llegarán ese día pasarían muchas cosas que saldrían mal.
La puerta se abrió y los ojos de Hermione se abrieron al ver a las personas que entraron primero, Hyperon y Serpents arrojaron el baúl en la entrada y miraron a su padre, este último saco el periódico y lo dejo en la mesa.
-Estoy harto de ella...
-Todos lo estamos hijo- contesto Draco mirándolo, Serpents golpeteaba la mesa con sus dedos sin decir nada.
-¿Que haremos?- pregunto Hyperon- Hay que detenerla, no puede seguir divulgando información como si fuera un patronus.
Draco concordo con el, Hyperon era la segunda vez en la vida que aparecía en El Profeta por información falsa de esa bruja.
-Bien, vamos a calmarnos- pidio Hermione al mirar a su esposo y sus dos hijos mirándose entre ellos, la castaña sabía lo que se avecinaba.
Los tres intercambiaron una última mirada y pasaron al lado de Hermione quien corrió detrás de ellos.
-Cierra la puerta y no dejes salir a los niños- ordeno Draco antes de abandonar la casa.
Hermione salió de la casa dispuesta a deternelos, pero al salir, ya no estaban.
-¿Mamá?- hablo una voz desde adentro de la casa, la castaña se giro mirando a sus tres hijas- ¿Que está pasando?
Hermione regreso su mirada hacia las rejas negras de la mansión. Lucius y Narcissa Malfoy llegaron ante el alboroto que había pasado
-¿Que pasa?- pregunto Narcissa alzando una ceja.
Hermione permanecio callada, luego alzo sus ojos castaños y los poso en sus hijas.
-Tomen sus varitas- ordeno y las tres salieron en busca de ellas- Cissy, podrías llamar a los demás y que nos alcanzan en el ministro de magia.
-Hermione ¿Que está pasando?- pregunto Lucius cruzándose de brazos
La chica tomo el diario y les enseño la noticia de primera plana.
-Trae a los perros- ordeno Narcissa a su esposo.
Lucius dió media vuelta se pero quedó plantando, luego regreso su vista gris a su esposa.
-¿Te refieres a los animales verdad? Porque, tus hijos no están.
Narcissa solo lo miro y este entendió.
***
Draco Malfoy abrió la puerta del Ministerio de Magia y recorrió con la mirada en busca de una ayuda, al no ver a nadie se dirigió a recepción. Antes de que pudiera hablar, la mujer rubia teñida detrás del escritorio hablo:
-Quejas y reclamaciones en el primer piso, objetos y niños perdido en el segundo piso, baños tercer piso, ropa interior perdida cuarto piso, suegras odiadas quinto piso.
-Espera, aguanta tu hipogrifo- ordeno Serpents y la mujer al fin alzo sus ojos verdes, estos se abrieron al mirar a la familia que tenía frente a ella- ¿En que piso dices que está la ropa interior perdida? Hace tiempo yo vine aquí y paso algo realmente loco, vera vine con mi novia hace tres meses por un "asunto" importante y terminamos haciendo cosas que...
-Serpents, ahora no- ordeno Draco interrumpiendo a su hijo
-Pero quiero mis calzones de vuelta, eran de la banda mágica "Los tres apestosos" y...
La mirada de su padre callo al castaño y este solo cerro la boca.
-Rita Skeeter- hablo Draco.
La mujer quedó callada unos segundos, estaban metidos en un gran problema, ante la presión de la mirada de Draco hablo.
-Segundo piso, al fondo y a la derecha
Hyperon fue el primero y caminar hacia el elevador, Draco agradeció y Serpents miro a la mujer.
-¿Dónde dijo que estaban objetos perdidos? Encerio quiero mis calzones de vuelta.
-¡Serpents!- grito Draco desde el elevador.
-Cuarto piso- susurro la mujer.
-Gracias- agradeció con rapidez el castaño y corrió detrás de su familia.
***
Rita Skeeter tomaba su café con paz y miraba la ventana que daba hacia la calle, el cielo azul y podía jurar que los pajarón cantaban a su alrededor.
Segundos más tarde esa paz que la mujer sintió se fue al caño interrumpida por su secretario quien tartamudeaba sin cesar.
-Ellos...están...no se....aquí... Furiosos
-¿De quién hablas Igor Dito?
La puerta se abrió dejando ver a una familia rubia detrás de ella, Igor Dito grito, Rita Skeeter grito, el guacamayo grito y hasta el conserje que limpiaba la oficina grito.
-Malfoy's- susurro Rita.
-Skeeter- saludo Draco y sonrió ampliamente mostrando su dentadura blanca- Es bueno encontrarte.
La mujer tragó saliva con esfuerzo, luego Hyperon dió un paso hacia el frente junto con su hermano Serpents.
Y es ahí, dónde Rita hubiera preferido haber perder el empleo de la editorial.
***
Draco salió del despacho junto sus hijos con una sonrisa en sus rostro, Igor hizo una reverencia cuando pasaron a su lado y luego entro al despacho de Rita quien en un mar de llanto abrazaba las cenizas de su periódico, si bien, habían deshecho únicamente la noticia dejando las otras mentiras de la mujer en el diario.
Los Malfoy bajaron por las escaleras y Victor Riddle, junto con los demás de la familia corrieron al verlos con una sonrisa en sus rostros.
-¡Díganme qué no la mataron!- exclamó Agatha mirandolos.
-Si, la matamos y nos la comimos viva- contesto Serpents.
Hermione miro a su hijo y este le sonrio.
-No, Skeeter sigue viva para joderme la vida.
-¡Hyperon!- gritaron al unisono sus padres.
-No comprendo de dónde sacas tantas malditas y estúpidas malas palabras- soltó Draco.
Marcos miro de reojo a Victor y este a el.
Hyperon termino de bajar los escalones y sonrió de lado mirando a Victoria quien al lado de Scarlett, su hermana sonreian por algún motivo. Luego la chica lo miro y ambos se sonrieron.
Después de todo, nadie se metía con los Malfoy.
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